Los humanos nunca han estado solos. Durante toda su existencia han estado conviviendo con todo tipo de cosas y criaturas, desde briznas de hierba hasta grandes mamíferos acuáticos, pasando por todo tipo de microorganismos, plantas, animales y tutis. Estos últimos nunca han sido descubiertos por los humanos, a pesar de que viven entre ellos, incluso pueden llegar a conocerlos personalmente. El ser humano, por naturaleza, no es capaz de hacer tan grandes cosas como se han hecho a lo largo de la historia: grandes relatos, increíbles pinturas, insostenibles monumentos, magníficas obras. Todo eso ha sido obre de los tutis, seres de perfecto parecido con los humanos, exceptuando su capacidad mental. Aristóteles, Platón, Einstein, Cervantes, Mozart, Frida Kahlo... solo son algunos ejemplos de los tutis, todos y cada uno de los seres de esta especie hicieron pequeñas o grandes azañas, ninguna por los humanos.
A los tutis les gustaba vivir en secreto y ayudar al progreso de la otra especie, los humanos que los descubrieron y quisieron ser como ellos acabaron desencadenando guerras, esclavitud, sufrimiento... Al final los tutis desaparecieron y los humanos intentaron llenar ese vacío creando a los famosos y superestrellas. Pero los tutis no solo habían dejado su huella en los libros de historia, también dejaron un peligroso legado.
-Silencio niños, os presento al Doctor Angelino.
Aunque la clase parecía estar poniéndose interesante Eduany no prestaba atención, prefería sumirse en sus pensamientos para que ellos le llevasen a algún lugar lejos de aquel colegio. Pensaba, por ejemplo, en su casa de campo, cerca de la frontera entre Portugal, su país, y España. Por la ventana abierta se coló una fría brisa de Diciembre y Eduany recordó esas tardes de verano tumbado en la sombra, sin deberes, sin trabajos... Pero este año empezaba la ESO y su madre le había dicho que si no conseguía aprobarlas todas se quedaría en la ciudad todo el verano, y sin poder salir, por supuesto.
De fondo el chico escuchaba la voz del profesor, estaba hablando sobre unas cuevas, o algo así entendió él. Eduany ni siquiera lo había mirado, estaba con la cabeza al frente pero los ojos cerrados.
-...por eso haremos una excursión a...
Eduany abrió los ojos enseguida, hacía mas de un año que no se iban de excursión, y ahora que la voz del doctor lo había propuesto estaba emocionado. Lo miró por primera vez y se sorprendió al ver que mostraba la misma emoción por el viaje que cualquiera de los niños de su clase. Todos sus compañeros vitoreaban y hablaban entre si sobre lo que llevarían, las parejas del autobús y de como intentarían convencer a sus madres para darles permiso.
El doctor sonreía alegremente, tanto que la boca le ocupaba casi la mitad de la cara. A Eduany le pareció extraña aquella risa tan exagerada tratándose de un doctor licenciado hablando con niños. Se dio cuenta también de lo alto que era cuando este miró el reloj, se despidió y salió apresurado de la clase agachando la cabeza para no darse un cabezazo contra el marco de la puerta.
Cuando el doctor se hubo ido y la profesora consiguió calmar los ánimos de los niños prosiguió la divertida clase de matemáticas del lunes a las 8:00 de la mañana. Aunque solo habían transcurrido veinte minutos desde que empezó la clase Eduany ya no podía soportar mas números y se giró a la derecha para hablar con su amigo.
-Chst, Ronaldo.
-¿Que pasa?
-¿Que es lo que ha dicho el doctor ese?
Ronaldo amaba las matemáticas, en otra ocasión ni su mejor amigo podría haberlo perturbado durante esa clase pero esta era la última antes de las vacaciones y pensaba mas en los regalos que en los decimales. Ronaldo se giró hacia Eduany para mirarlo a la cara sin disimular, no serían los únicos que siguiesen comentando lo de la excursión a cuchicheos.
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Tutis
General FictionLos Tutis han vivido entre los humanos desde siempre, ayudandolos a prosperar y descubrir. Pero su tiempo ha terminado y su fe en los humanos desapareció. Ahora, en la Tierra, hay un legado escondido y peligroso.