Escapé.

94 6 1
                                    

—Mi iré a Washington.

—¿Qué? oye, no te puedes ir a Washington...

—Mira mamá, si puedo hacerlo, a demás volveré en unos días.—Dijo Abril.

—Abril, no puedes actuar de esa manera, aún no eres mayor de edad, crees que puedes hacer lo que quieras y no es así...—Ella me miró enojada y suspiré.—Eres una niña todavía, ni siquiera se si sabes tomar el autobús a la escuela.

—¿Qué? ¡Puedo hacerlo! ¡Siempre dices que ya soy bastante grandecita como para hacer las estúpidas tareas en esta jodida casa mientras tú estas no se donde! ¡Puedo hacer esto!—Le grité.

—Con ese comportamiento no llegarás a ningún lado, no iras a Washington sola y punto.—Ella se fue dejándome sola en la habitación.

—¡Te odio!—grité y rompí en llanto.

—¡Eres  una malcriada!—Contestó de vuelta.

Salté a la cama y tome mi teléfono para llamar a Matías.

—¡Matías, necesito que me ayudes a irme a Washington!—Susurré.

—Oye, ¿Estás loca? ¡No puedo hacer eso!—Dijo.

—Si que puedes, por favor eres la única que persona que puede ayudarme.—Supliqué.

—Abril, escucha, no puedo ayudarte, ¿Si? no puedo acompañarte.—Sentí un nudo en la garganta.

—¿Por qué no?—pregunté.

—Porque estoy de vuelta con Amy.

Entonces, en ese momento sentí que el poco corazón que tenía se rompió por completo. Me gustaba mucho Matías desde el primer momento en él que lo vi y saber que de nuevo estaba con Amy me hacía sentir tan estúpida y descontrolada que no sabía como iba a manejarlo.

—E-esta bien, gracias.—Colgué la llamada.

Una vez más estaba sola, mi abuela había muerto, mi madre no me apoyaba y Matías, la única persona que estaba segura de que  estaría para mí tenía sus propios asuntos. Tomé mi mochila con algo de ropa y el dinero que recogí los últimos años  en Boston y mi solicitud para la universidad.

I'll never go home again.

No volvería a casa, no quería estar allí, quería conocer el mundo, quería mandar todo a la mierda, quería cumplir con todos mis sueños, pero estaba sola... Y sin dinero, así que si iba a escapar tenía que conseguir más dinero y sabía donde conseguirlo.

Salí apresuradamente de la casa y corrí hasta él metro, iría a la casa de mi abuela, ella tenía un escondite donde guardaba todo su dinero y dulces para mí. Corrí hasta llegar a su casa y como pude abrí la puerta, sentí como mi corazón se hacía más pequeño al no escuchar su voz, recibiendome. Imágenes de ella bajando las escaleras con una sonrisa y yo corriendo a sus brazos.

—Tienes que dejarlo ir Abril, no te hagas esto.—Me di la vuelta para encontrarme con Alex, mi ex novio, lo odiaba.—La pobre bebé va a llorar de nuevo, no seas tan dramática.—Suspiró y se dejo caer en la silla.

—Muérete imbécil, ella no te dejó nada.—Subí las escaleras y caminé hasta su habitación para buscar en el armario la pequeña caja, habían unos 300mil dólares y dos chocolates, con eso iba a sobrevivir.

Volví al piso de abajo y Alex seguía allí.

—¿Piensas escapar?—Me miró, esta vez pude ver algo en sus ojos, eran muchas cosas.

—¿Qué te importa?—Le respondí.

—Más de lo que te imaginas. Abril, estoy escapando de Boston... ¿No crees que es extraño que yo este en casa de la abuela?—Tenía razón, pero, ¿Por qué escapaba?

—¿Por qué te fuiste de casa?—Le pregunté.

—El desgraciado de Bill golpeó a mamá y le di con un bate, ahora me buscan en todos lados.—Abrí mis ojos con sorpresa, no me lo esperaba.—No sabes el infierno que estaba viviendo allá, es una mierda.

—Yo también estoy viviendo un infierno aquí Alex, mi mamá no quiere que vaya a Washington...

—¿Nos vamos juntos? Hagámoslo, mandemos todo a la mierda.—Tomó su mochila y mi mano para salir pero me solté y lo miré una vez más.

—¿Cómo se que no vas a traicionarme? eres un mentiroso de primera.—Le dije.

—¡No lo se! Abril, me siento tan estúpido contigo ahora... Se que fui un idiota y tal vez no seamos los mejores amigos ahora.., sabes que te amo más que nada en el mundo y se que lo que hice fue una estupidez.

—Maldición, solo quería olvidarme me ti para siempre, me hiciste mucho daño Alex, ahora vuelves y me pides que me vaya contigo. Esto es lo que más deseas, irte de aquí.—Se acercó más a mí, tanto que podía sentir su respiración.

—Me gusta otra persona, no puedo hacerle esto.—Contesté.

—¿Matías? Tú mamá me habló de él en el velorio...¿Dónde está él ahora? ¿Por qué no te esta ayudando a escapar?

Era cierto, Matías estaba con Amy ahora, ¿Cómo me podría gustar? Matías era hermoso, sí, pero el nunca estaría con una chica como yo, tonta, ingenua, sola.

—¿Qué dices?

—Escapemos juntos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

«Jueves»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora