Rayel - Trilogía Los Caídos

Capítulo 2 - Génesis

Desde hace milenios de años la humanidad evoluciono en creencias sobre dioses mitológicos, leyendas e historias fantásticas; grandes imperios y batallas épicas se libraron en sus nombres, promulgando fe en los necesitados, en los desvalidos y en los creyentes.

Es así como la humanidad creció con la fe impuesta en religiones que durante cientos de años fueron promulgadas como una fe verdadera, pero la verdad era muy distinta, ¿existía un Dios o varios?, es desconocido aun la verdad, pero lo más allegados a su presencia no podían describirlo y en tiempos antiguos, mensajeros se presentaron ante los humanos dándoles indicaciones sagradas e importantes, lo curioso es que cada mensajero provenía de una religión distinta, de un Dios distinto, de un ser omnipotente que observaba desde su trono, es así como los humanos creyeron en dioses nórdicos, griegos, egipcios pero posteriormente en nuevas religiones, el Judaísmo, el Islam y el más mencionado en la historia, el Cristianismo.

Cada una de ellas con un objetivo importante como la armonía, la paz, la hermandad; pero los humanos avaros, codiciosos hicieron caso omiso y sus cruzadas fueron cada vez más insistentes, grandes hechos atroces se libraron en el mundo sin perdón alguno.

¿Pero ahora que fe es la verdadera? Pues la verdad, es que ninguna, nadie conoce el origen, nadie sabe de dónde viene, ni los celestiales mismos conocen la verdad...

Unas semanas antes de la llegada de Rayel...

En el palacio blanco, un aire de inquietud se sentía con incertidumbre, uno de los generales principales rodeaba una mesa de un madero desconocido con finos acabados, con bordes de oro y plata, la habitación enorme repleta de armaduras de varias creencias adornan el lugar, del techo un candelabro de un tamaño impresionante cuelga con unas enormes velas encendidas.

La voz de uno de los presentes hizo retumbar el salón:

⸺ ¡Es que no dirás nada!, todo está escrito, en los antiguos libros, ¡es tiempo!, ⸺ aquella voz partencia a uno de los serafines más antiguos de los celestiales, Albath quien sostiene entre sus manos un libro de gran tamaño ⸺ ha llegado el momento de comenzar los preparativos.

⸺ Debe de ser un error, no puede ser tan pronto ⸺ aquel general no dejaba ver sus facciones de su rostro al estar de espaldas, pero sus alas de un dorado oscuro se mostraron tensas al mirar una vieja pintura. ⸺ no puedo creer que este evento se daría lugar y en la tierra de los humanos ¿porque allí?

⸺ Miguel por favor tu sabes muy bien que después de la rebelión todo cambio y nuestro padre apenas y se muestra a Gabriel ⸺ interrumpió un ángel de cabello largo y oscuro, sus alas de un color cenizo metálico denotaba ser el más joven de entre todos los presentes. ⸺ Que piensas hacer hermanito.

⸺ Debemos reunirnos todos los altos celestiales ⸺ respondió Miguel quien se encontraba al otro extremo de la mesa, el observaba con calma la reunión. ⸺ Además hablare con Gabriel quien no se ha presentado a esta reunión, Ariel en cambio debes hablar con la casta de los protectores.

La reunión se llevó por largas horas sin llegar a un censo final se disolvió poco a poco quedando al final Miguel, Albath y aquel ángel misterioso que en toda la reunión observo la pintura de un viejo pasaje que fue hecho por un humano en la época renacentista, Ariel se retiró apresuradamente extendiendo sus alas cenizas.

⸺ No confió en Metatron ⸺ Albath hablo entre dientes casi tan bajo que podría ser el susurro del viento.

⸺ Ni yo, pero sabemos que después de Gabriel, él es el más cercano a nuestro padre, me preocupa que mientras observaba la pintura sus facciones no cambiaron en lo absoluto.