Letra C: Chocolate

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Kagami Taiga, el famoso tigre de Seirin, el chico más audaz y terco que podrías conocer, que podrías decir que no teme a nada... Se encuentra en estos momentos escondido detrás del sofá de la casa de su novio.

¿Por qué?

Porque su novio cargaba en sus brazos un pequeño monstruo.

¿Qué monstruo?

Pues un cachorro.

Un pequeño perrito de 4 meses, que estaba siendo cargado por los musculosos brazos morenos de Aomine Daiki.

Y para hacer las cosas mejores, el de cabellos azulados solo se reía de la desgracia de su cobarde pareja.

Chocolate.

Ese era el nombre del cachorro, pues es un hermoso labrador de color marrón.

–Oh, vamos Taiga, es solo un bebé. No te hará nada. ¿Verdad que no, Chocolate? –El moreno ahora hablaba con el cachorro que lamía su nariz contento de la atención que recibía de su dueño.

– ¡No le hables como si fuera una persona! –Se quejaba Kagami desde el respaldo del sofá, el que usaba como escudo para que esa cosa no se le acercara. Agradecía que los padres de su novio no estuvieran para que no vieran su patética actitud.

–Por favor, Taiga. –Aomine puso los ojos en blanco. – Son las reglas básicas de tener una mascota: hablarles como bebé, mimarlos, engordarlos y amarlos.

– ¿Por qué tus padres tenían que regalarte esa... Cosa? –Kagami se cubría la cara con sus manos, temblando.

Aomine lo miró con una sonrisa, sintiéndose mal por su pareja, ¡pero él amaba los perros! Se sentó en el sofá con el cachorro en brazos y estiró la mano para dejarla caer en la cabeza y así acariciar los mechones pelirrojos del otro.

–Sal de ahí y conócelo. Es un bebé, ni siquiera sabe morder. –Dijo Aomine mirando al pequeño que estaba de espaldas para que acariciara su barriga.

–¡No!

– ¿Te acuerdas de esa vez que me dijiste que quería tener sexo conmigo mientras solo usaba tu camiseta de Seirin? –Aomine hizo una pausa, hasta escuchar un suave "si" detrás del sofá. – Si sales y te sientas aquí, me la pondré y tendremos sexo alucinante todo este fin de semana.

El pelirrojo se sonrojó furiosamente de sólo pensar en la propuesta, no quería salir y enfrentar al perro, pero la oferta era tan tentadora. Pensar en el moreno usando su camiseta, el sentimiento perverso de pertenencia al verlo con su ropa lo hizo estremecer.

Maldiciendo mentalmente, Kagami salió de su escondite, caminando casi robóticamente hasta el moreno que lo miraba con una expresión divertida y perversa de saber que no pudo resistirse.

El de piel bronceada se sentó lo más lejos que pudo, sin quitar los ojos del perro que ahora lo miraba curioso.

Aomine lo miró volviendo a poner los ojos en blanco y se acercó hasta sentarse bien pegado a su novio, quien casi salta de su piel por la cercanía.

–Ya cálmate, lo vas a asustar.

–¡¡El me está asustando!!

–Tócalo, estaré aquí por si este ser monstruoso trata de atacarte.

– ¡No pienso tocarlo! Dile que se vaya, ¡ha estado todo el día contigo! –Se quejó Kagami.

–Taiga, dame tu maldita mano. –Con brusquedad el moreno tomó la mano contraria con un agarre firme pues el pelirrojo estaba a punto de levantarse. –Confía en mi ¿sí? No dejaré que te muerda.

Aomine lo miró seriamente y a los ojos, tratando de hacerle entender que no le pasaría nada.

Kagami respiró profundo y asintió escondiendo su cabeza en el cuello de su novio, con los ojos cerrados y aspirando su aroma para tranquilizarse. De pronto su mano estaba tocando algo muy suave y calentito, y se apretó más contra Aomine quien se sentó un poco de lado para que su espalda cubriera el torso del pelirrojo.

El de piel bronceada abrió los ojos y mirando por sobre el hombro ajeno miró como su mano tocaba el pelaje suave del animal que se mantenía quieto y acurrucado en el regazo del moreno, casi a punto de dormir por las caricias.

–Ves, todo está bien. –Susurró Aomine.

–Aun así no me gusta del todo.

–Lo sé, pero te enseñaré a quererlo. Después de todo es mi bebé y tienes que aceptarme con el paquete. –Aomine se rió del quejido de su pareja y lo atrajo para darle un beso en los labios, que fue inmediatamente correspondido, mientras que Chocolate se quedaba dormido feliz de la cercanía de sus padres


Y aquí otro capítulo!

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Y aquí otro capítulo!

Cómo siempre, espero que les guste y si tiene alguna sugerencia con D no duden en decirla! :3 

Hasta la próxima!! c:

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