Vuelta

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—Papá... Debo volver...—


Dije levantándome decidido, una vez me calmé ya, el me miró extrañado para luego sonreír.—Está bien Jihoon.—


Comencé a recoger las pocas cosas que tenía, la mayoría seguían en la capital. Me llevé los álbumes de fotos.


—Jihoon, recuerda, tu madre no tiene que saber nada.—


Yo asentí, aún que algo resentido, aquello que había descubierto sobre ella hizo que destrozara un poco más mi relación con ella.


—Dile que tenía que volver por temas de trabajo ¿vale?—


Le respondí mientras recogía, mi padre solo asintió y salió de la habitación. En un momento de descanso miré la foto que me había dado mi padre, una sonrisa tonta se dibujó en mis labios, una sonrisa como las que no tenía después de tanto tiempo.


Una vez todo listo salí de la casa a hurtadillas para luego dirigirme hasta la estación de trenes, de repente encontré un taxi libre, lo detuve con un gesto y el vehículo estacionó delante de mí. Abrí la puerta entrando en el vehículo y le pedí que me llevará a mí destino, este solo asintió. Me llevó hasta la estación y después compré el billete en dirección a Seoul. Mientras esperaba saqué el teléfono de mi bolsillo, habían llamadas de mi madre, yo solo suspiré y llamé a Jeonghan.


—Si? Es la hora de co... ¿Jihoon? Se me cortó la conexión, perdón, el próximo día seguimos la cita ¿vale?—


Yo reí leve, entonces miré la foto y volví a sonreír.


—No es eso, tranquilo, tengo los álbumes, el próximo día te los llevo.—


Dije casi interrumpiendo a Jeonghan, la conversación continuo un poco más hasta que llegó el tren, entonces ahí colgué despidiéndome de este. Me monté a este y poco después se puso en marcha, pocas horas después volvía a estar en la capital. Tenía que comprobar que mi casa estaba por fin libre y después hablar con Soonyoung sobre todo esto, aún que no sabía si estaba preparado para aquello último.


Llamé a Seungcheol para que me recogiera la estación, ese día la cafetería en la que trabajaba cerraba para descanso del personal. Este accedió y al cabo de media hora estaba allí con su coche, yo subí a este y le conté todo lo que había pasado. Este me escuchaba atento casi hasta sorprendido.


—Jihoon, si me permites decirte, tu madre nunca me aguantó y mucho menos cuando salimos en su día.—


Dijo de repente una vez terminé de ponerle al día, yo rodé los ojos, casi ni me acordaba de que el y yo tuvimos una relación, ambos eramos muy jóvenes. Cuando por fin llegamos a mi casa, suspiré de alivio, no había reporteros a la vista.


—Vamos, subamos, me quiero cambiar de ropa, esto harto de usar esta ropa vieja.—Dije hastiado saliendo del coche del contrario, este salió de este y subimos a mi casa. Una vez en ella me cambie de ropa.


—¿Y ahora que hago Seungcheol?—

Le pregunté preocupado, el me miró y sonrió.


—Bueno ¿por qué no intentas hablar con el? Llévale esa foto tal vez lo entienda todo.— Dijo llevando una de sus manos a mí hombro, suspiré, tenía razón pero tenía miedo de que el ya no me quisiera ver, entonces sonó el timbre haciendo que pegará un salto del sofá del que estaba sentado. Seungcheol se comenzó a reír, yo fui a la puerta corriendo para ver quién era. —Soonyoung...—


Maldecí apoyando mi espalda en la puerta, mi corazón latía a míl por hora. Seungcheol se levantó y me apartó de la puerta aún soltando unas risas, parecía que algo estaba tramando.


—Bueno SoonYoung, cuidamelo bien eh? Y tu Jihoon me debes una.—


Dijo para luego salir guiñándole un ojo al rubio, este le miraba con los ojos entre cerrados por su sonrisa.


—Hola jihoon, Seungcheol me dijo que me querías decir algo y que viniera aquí.— Dijo pasando, yo miraba todo realmente sorprendido.


—Maldito Seungcheol...—


Volví a maldecir cerrando la puerta después de que el rubio pasará. —Y bueno ¿pasa algo?—


Dijo SoonYoung mirándome con los brazos cruzados.


—Verás... Cuando me quedé a dormir en tu casa, me levanté un momento en medio de la noche y escuché a tu madre discutiendo sobre mi, diciendo que te volvería a hacer daño... En ese momento no entendía nada, simplemente pensé que no le gustaba mi presencia allí y decidí irme tan pronto como pude... Lo siento por eso, la cosa es que después de pasar un tiempo en casa de mis padres, mi padre me comenzó a enseñar fotos de un chico pequeño que se parecía a mí pero yo no recordaba todos esos momentos de lo que parecían ser mi vida, hasta que llegué a esta foto...—


Hice una pausa para pasarle la foto en la que salíamos los dos de adolescentes con el mensaje atrás, el me miraba sorprendido con la foto entre las manos.


—Y entonces recordé todo, toda mi vida, como te conocí, como me pediste salir aquél día y como un día todo cambio en un segundo y me apartaron de ti...—


Dije aquello último entre lágrimas, entonces SoonYoung me abrazó con fuerza, y yo lo abracé a el de vuelta ocultando mi cara en su hombro.


—Soonyoung, lo siento, lo siento por no acordarme de ti incluso cuando me besaste aquella noche, siento no haberme acordado de ti todos estos años. Aún te sigo querien...—


No me dio tiempo a terminar la frase por qué el contrario juntó nuestros labios haciéndolos un beso. Aquello me pilló de sorpresa, pero enseguida correspondí a su beso sintiendo todas aquellas cosas que no sentía desde que tenía quince años.


—Por favor Jihoonie no te separes de mí nunca más, todos estos años sin ti han sido horribles... Te amo.—


Dijo a centímetros de mi cara, para luego volver a besarme, esa vez le correspondí al instante.—Soonyoungie, ¿querrías volver a ser mi novio?—


Dije después de aquel beso aún entre sus brazos.


—Lee Jihoon nada me haría más feliz.—


Entonces así todo cambió de repente. Yo, con todos mis recuerdos recuperados y dentro del grupo del rubio.


Fin

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