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<Narra Taehyung>

Me estaba divirtiendo tanto con esos chicos que se me había pasado la noción del tiempo. ¿Cómo pude alejarme de todo esto? Este soy yo, un narcotraficante, un asesino en serie, un maldito. Un diablo.

<Narra ________>

Sabía perfectamente en donde encontrar al idiota de Taehyung.

Tomé las llaves de mi deportivo y salí junto con el chico.

— Tu vienes conmigo — Dicho esto lo empuje adentro del carro y luego cerré la puerta. — Kwan!! — Grite haciendo que este llegara de inmediato

— Dígame Señorita — Artículo al momento de llegar a mi lado

— Prepara a los hombres, iremos a darle un escarmiento a Kim — Sonreí con ironía

— ¿Al Joven Kim? — Cuestionó Kwan

— No cuestiones mis ordenes —Ladre. En ese momento llegó mi hermano. — Otro punto. El "Joven Kim" —Hice comillas en título tan idiota. — Ya no tienen ningún título para nosotros — Gruñi

Todos nos fuimos a la hacienda de los Kim, mis hombres entraron de manera sigilosa y rodearon la casa apuntando al lugar en donde iba a entrar con mi hermano.

A larga distancia pude ver a una chica en traje de baño y a dos chicos de igual manera. La chica se volteo y me sonrió de manera estúpida, le devolví la sonrisa.

— Que bueno que vienes _______, llegas justo para la fiesta —Me sonrió Ekaterina.

— ¿Fiesta? — Cuestione confundía aún con una sonrisa en el rostro. Posee mi mirada en Taehyung quien de inmediato la agachó. — No me digas que... — Mis suposiciones eran ciertas. Estos dos estaban teniendo un amorío a mis espaldas.

— ¡¡Claro que sí!! ¡¡¡Taehyung y yo estamos saliendo!!! — Sonrió para avamanzarse sobre Taehyung y besarlo en mi cara.

Sentí que mi hermano me sujeto de la espalda ya que vio que me estaba cayendo de la sorpresa.

— Te chingue, Park — Me sonrió Ekaterina triunfante.

— Claro que no mi amor — Reí. — Pará qué usted me chingue tiene que tomar un curso — Sonreí y saque un cigarrillo. — Y temo decirte que ese curso, lo doy yo. — Dicho esto mi hermanos soltó una carcajada.

— Si tan solo supieras todo lo que Tae estuvo hablando de ti — Río Kubowski. — Deberías sentirte ofendida — Sonrió nuevamente con satisfacción

— ¿Ofenderme yo, porque un hombre habla mal de mi? — Cuestione entre risas. — Que se ofenda su madre — Vi directo a los ojos a Kim. —Por haber parido a un hijo con tan pocos huevos — Sonreí para luego ver como el arma de Ekaterina se puso en mi cabeza.

— Desde hace tiempo he querido hacer esto — Sonrió para poner su dedo en el gatillo

— Matame, pero tienes a ocho francotiradores apuntando este lugar — Sonreí. — Yo lo pensaría dos veces, querida — Succione mi mejilla por dentro y luego vi el esmalte nuevo que tenía.

Esta de inmediato bajo el arma y se fue a un lado de Taehyung.

— En cuanto a ti, no me vuelvas a buscar en tu vida y los necogios que teníamos se rompen, no hay ningún lazo que nos una nuevamente — Me puse firme en frente de Kim. — Y, lamento informarte — Dije haciendo un puchero falso. — Tus socios ahora son los míos — Sonreí. — Ya no tienes nada — Mordi mi lengua entre dientes. — Vámonos — Ordene.

Antes de darme la media vuelta prepare mi arma y le dispare en la pierna a Kim y a Ekaterina.

Salimos de la hacienda de Taehyung y nos subimos al automóvil.

— Aquí los dejo, tengo que aclarar mis ideas — Deje a mi hermano y Kwan afuera de la casa de Kim y me subí a mi deportivo. —Bueno, a la persona que más quería me ha traicionado con quien menos lo pensaba, ¿que se hace en estos casos? —Me cuestione cuando llegue a un semáforo

— Matarlo — Escuche que dijo una voz masculina detrás de mí.

De inmediato me di la vuelta en el asiento y le apunte con mi arma.

— Lo siento, supuse que se había acordado que seguía aquí — Dijo el chico.

Era aquel que me dijo lo que pasó.

— Lo, lo lamento, creí, creí que jmhabias escapado — Reí con ironía.

— Eh, una pregunta... — Pregunto el chico

— Dime — Comencé a conducir

— ¿Es verdad que quería mucho a Kim? — Su pregunta me tomo por sorpresa

— Wow, eh, no, no es de tu incumbencia — Me puse tensa y sería al mismo tiempo

—Lamento incomodarla — Agachó la mirada.

— Debes aprender a cuando controlar tu lengua — Reí. — Por cierto. — Lo vi por el espojo de enfrente. — ¿Que haces ahí atrás? Ven para acá — Sonreí para señalar con la cabeza el asiento del copiloto

— Claro! — Sonrió para cambiarse como pudo, haciendo que se golpeara la cabeza con el quema cocos

— Cuidado!! — Reí al ver como se revolvió su cabello

— ¿Tienes mercancía? — Pude ver en sus ojos desesperación por consumir ese polvo blanco

— ¿Que edad tienes? — Pregunté de manera curiosa

— Veintitrés — Sonrió algo apenado ante su edad

— Tienes que dejar de consumir esa mierda — Le estaba hablando enserio. Era un chico joven, con un futuro y sobre todo guapo, no tiene porque desperdiciar su vida consumiendo cocaina o heroína

— Se supone que tu la vendes, no deverias decirle eso a tus clientes — Me informo

— Nunca conozco a mis clientes, solo proporcionó la mercancía — Me encogi de hombros. — No quiero que pierdas tu vida por los vicios, te lo digo como amiga, no como mafiosa — Sonreí cálidamente.

— Gracias — Me devolvió la sonrisa

— Ahora... ¿Quieres un trago? — Pregunté para reír y estacionar me en frente de un bar

— Claro! — Sonrió para bajar del automóvil

[...]

— Ohoh! — Escuche que dijo Taeyong en la barra de pedidos. Su vista estaba clavada en la entrada. Me voltee y pude ver a Kim junto con los hermanos Kubowski. Kin tenía sujetada la mano de Ekaterina con sus dedos entrelazados.

— Que me jodan — Rodé los ojos para beber el caballito que tenía en manos

— Hola preciosa! — Escuche que me dijo la voz de Jong-in. — ¿Te invito un trago? —Pregunto para abrir su billetera dejando ver un enorme fajo de billetes. Kim tenias que ser.

— El dinero sólo conquista a las mujeres huevonas — Le sonreí para pedir un martini esta vez. —Cuando una mujer es independiente y trabaja por lo suyo — En ese momento me dieron mi martini. — Tres pinches billetes no la impresionan — Reí para tomar mi martini e irme con Taeyong.

— ¿Quieres salir a bailar? — Pregunté a Taeyong. Este asintió con una sonrisa para tomar su cerveza.

Comenzamos a bailar cuando sentí que los ojos de Kim y Ekaterina se posaron en mi. Vivir en los Estados Unidos y viajar casi siempre a México hicieron que se me llegara el ritmo latino en mis venas, así que, mis movimientos se vieron claros, más cuando sonó la canción "Uniforme" de Sech y Dalex.

Kim me quedó viendo exactamente cuando sonó mi parte favorita.

— No tiene que decirle que está buena, eso ya lo sabe bien, en la disco la pille, con la mano en la pare' — Reí para levantar mi martini y bailarle a Taeyong.

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Ahhhh que emoción jsjsjjss

Nos leemos prontooo

Lxs amooo🌼❤️

Team Pandita 🐼❤️

La Mafia [La Reina de la Mafia] Terminada - 2da Temporada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora