Luego de caminar un trecho durante 20 o 25 minutos para poder llegar al pueblo de Campisábalos, Leticia seguía estando descontenta por la decisión que había tomado, mientras que Juan y Annaella se encontraban muy contentos a la espera de lograr lo que se habían propuesto.
Por un lado, se encontraba Juan caminando del lado izquierdo de Leticia con una sonrisa enorme, ya que aquél podía ser el día que por fin tuviera la suerte de conocer al amor de su vida, Rosa. Mientras que, al lado derecho, tomada de la mano de su madre, estaba Annaella, feliz de poder volver a ver a Luis después de tanto tiempo y, a parte, saber cómo estaba. También le causaba mucha intriga lo encantador que podía verse.
Siempre que Leticia, Juan o Annaella iban al centro del pueblo, llegaban hasta el puesto del vendedor de frutas más conocido por los campesinos. Debido a que la plaza estaba llena de fruteros y vendedores locales, el Sr. Omar y su hija Olivia destacaban por su elocuencia al vender y por su especialidad en la elección de frutas de buena calidad. Omar es un viejo amigo que conoce a la familia Timaure, ya que por un tiempo trabajó en el sembradío de café del cual está a cargo actualmente Juan.
Olivia es una chica que está acostumbrada a vivir para hacerse feliz y mantener feliz a los suyos. Siempre sonriente al lado de su padre, con 16 años es la única y mejor amiga de Juan, aunque cuenta con una peculiaridad como es la de expresar con mucha libertad la homosexualidad, ya que su padre la apoya y confía en ella desde que su madre decidió irse de la casa y divorciarse de Omar. Olivia ha estado con su padre para aconsejarlo y superar las adversidades en todo momento, siendo para ella su único héroe y para él, Olivia son sus ojos y vida entera.
La familia Timaure al llegar al centro del pueblo donde se encontraba la plaza central, Leticia sentía un leve dolor de estómago cada vez que estaban más cerca. Globos que se tornaban de colores, combinados en rojo, azul y blanco, gente del pueblo que caminaba por todos lados. Una gran tarima y un podio se encontraban en el centro de la plaza acompañada de unas grandes cornetas que se encontraban haciéndole promoción al Gobernador.
Terminaron de cruzar a través de todas las personas y llegaron hasta el puesto del frutero Omar.
―¡Muy buenos días, señor Omar! ―saluda Juan al ser el primero en llegar al puesto.
―Oh, pero miren quiénes están aquí, Juan y su hermosa familia ―dice Omar muy sorprendido y Olivia alegre por verlos.
―Buenos días, Omar, ¿cómo has estado? ―dice Leticia mientras empieza a observar algunas frutas para comprar.
―Muy bien realmente, trabajando duro como acostumbro ―respondió Omar mientras que seguía atendiendo a los demás clientes.
Annaella por otro lado prefería ver mientras terminaban de preparar el festín, ansiosa porque ya comenzara, Juan y Olivia a pocos minutos de iniciar la ceremonia salieron del local y mientras observaban el algarabío de las personas por la llegada del gobernador.
―Tiempo sin saber de ti, Juan. ¿Cómo han estado las cosas en la familia? Luego de la muerte de tu padre sé que las cosas no estarán del todo bien, aunque ya hayan pasado 3 meses ―dice Olivia mientras estaban en la acera, frente al local de su padre.
―Bueno, realmente mi madre está afectada y tiene todavía un poco de tristeza, aunque Annaella es la que más afectada está; tú sabes que ella era más apegada a él y la mayoría del álbum está lleno de fotos en las que están juntos.
―Yo entiendo, algo similar me pasó cuando mi madre se fue de la casa: tuvimos que quitar todos los cuadros y fotos que teníamos en familia. Realmente sé de lo que hablas al sentir esa nostalgia cuando mira los álbumes de fotos antiguas.
―De mi parte tú me conoces y sabes perfectamente que la mayoría del trato con él fue en el campo, mis recuerdos de él son muy escasos; todo el tiempo estábamos trabajando y haciendo algo. Siempre se preocupó para que yo fuera alguien grande y enorgulleciera a la familia.
―Pero... ¿no puedes negarme que lo extrañas? ¿O sí?
Una cuestión que para Juan realmente lo hizo dudar. ¿De verdad estaba afectado por la muerte del Sr. Timaure?
Por un momento la nostalgia quiso adentrarse en él y echarse a llorar. Pero, por otro lado, un pensamiento despreciable e inolvidable dudaron del amor que pudo tenerle; simplemente sentía la indiferencia de que él no representaba nada en su vida.
Leticia luego de comprar todo, sus mareos la estaban debilitando, ciertamente se sentía muy mal, no quería estar allí. Permanecía insegura, pero ya no podía regresar, tenía que afrentar la situación cueste lo que le cueste, así sea la mayor decepción de su vida, tanto que podía costarle hasta la vida. El miedo, la pena y la empatía estaban yaciendo en forma de nudo en la garganta de Leticia.
Mientras que Annaella desesperada, estaba ansiosa por ver a su viejo amigo, deseando que ya no fueran solo amigos, un poco arrepentida de negar a Luis hace exactamente 4 años cuando visitaba su casa e insistía en verla.
Muchísimos pensamientos pasaban por la mente de Juan en ese preciso instante. Su mirada se dilataba de tanta duda y desconcierto que tenía por dentro.
Olivia estaba confundida al verlo así, nunca había notado su mirada tan perdida, pero de repente el algarabío y los aplausos de las personas que se encontraban en la plaza se podía escuchar. Efectivamente en una carroza lustrosa de color beige con pequeñas pedrerías azules y sublimes corceles de color café, al igual que aquella alegría que la plaza central concentraba.
El Gobernador Enrique había llegado.
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Café olor a Rosa
Teen FictionLas historias que conocerás al adentrarte en esta novela hablan sobre la definición del verdadero amor que se vive en el campo y las consecuencias que trae consigo cada vez que el sol decide posarse sobre el llano. Rosa, aquella típica chica de ojos...