🌹Más fuerte que cualquiera.

CAPÍTULO III

                    "POV  Jayden"

-¡Sebastián! -Grite en más de tres ocasiones, el humo no me dejaba ver, pero después de caminar por el primer piso, vi a Sebastián recostado en una esquina de la cocina, se estaba incendiando la puerta principal, amarre mi bufanda al rostro de Sebastián tratando de tapar su nariz y boca, estaba inconsciente pero seguía vivo, podía escuchar sus respiraciones.

Diego se acercó a la puerta principal pero no podía entrar, vi una ventana y lo lleve hasta ahí, lo coloqué en el suelo, rompí la ventana con mis manos, Diego corrió hacia la ventana y me ayudo a sacar a Sebastián.

Estaba decidido a salir por la ventana, pero juro haber escuchado el grito de una mujer hacia el fondo en donde se encontraba el baño, no me quedaba nada de aire y las llamas ya habían incendiado la cocina, era realmente un desastre, había otra ventada un poco más grande que la anterior pero ya estaba rota, escuché a Diego gritar mi nombre.
Camine lentamente hacia aquella mujer tratando de pasar por el fuego, recuerdo haber visto una madera cayendo del techo, una enorme madera.

-¡Jayden! -Grito Diego -.Por favor saquen a Jayden de ahí.

Escuche lo que Diego gritaba, parecía realmente asustado, su voz era frágil, cada segundo que pasaba me volvía más débil y no lograba mantenerme de pie completamente, quería ayudar a esa mujer, escuché un fuerte golpe tras de mi vi, sentia que mis ojos tenían la necesidad de cerrarse, vi salir a la mujer de esa ventana, parecía herida, vestía de negro y tenía un largo cabello de color castaño, la seguí, ambos salimos de la casa en llamas, ella entro al patio de la casa que se encontraba al lado, supuse que era su hogar, la casa estaba en silencio, y la puerta estaba totalmente abierta. Entre y caí al suelo, por un momento pensé que estaría a salvo, cerré los ojos imaginando haber escapado del fuego.

Quizá pasaron treinta minutos, desperté y abrí los ojos, vi a lo lejos a la misma mujer, me miraba fijamente desde las escaleras.

-Oye! -Dije con la voz seca y ronca -. ¿Estás bien?

La habitación estaba completamente vacía, no tenía muebles no había nada más que polvo. Me acerqué a la ventana, vi que los bomberos ya estaban tratando de apagar el fuego, pude ver a Sebastián en la ambulancia, estaba consiente, vi que se llevaban a una persona, de alguna forma su suéter era muy parecido al mío, su cuerpo era similar al mío, vi a Liz , estaba llorando y Diego estaba a su lado,  ambos lloraban.

-¿Por qué lloran?-Me pregunté mientras me acercaba más a la ventana -.La casa se incendió pero todos estamos vivos.

Realmente no me gusto ver de esa manera a Liz, me acerqué a la puerta tan pronto como pude, al abrir la puerta una enorme luz negra estaba enfrente de mi, completamente todo mi panorama había cambiado, habían árboles a lo lejos como un bosque, había niebla, y el cielo estaba obscuro.
Sorprendido cerré la puerta y corrí a la salida principal, no había absolutamente nada, todo era tan tenebroso, no sabia que hacer, había una ventana a lado de la puerta, levante la cortina, podía ver los autos de la fiesta, estaba el auto de Sebastián, las personas seguían ahí, pero no podía verlos por la puerta, subí de nuevo al piso de arriba, las ambulancias se marchaban, la gente comenzó a irse, Liz y Diego tomaron el auto de Sebastián, traté de gritar.

-¡Diego! -Gritaba mientras golpeaba la ventana una y otra vez.

Los vi marcharse, estaba tan asustado, volví a la puerta, seguía igual, estaba tan aterrado.

-¿Qué diablos está pasando? -Me dije a mi mismo.