CAPÍTULO NÚMERO 4

239 18 4
                                    

Yoongi los encontró esperando al pie de la escalera. Una llamada de sus padres casi había logros que llegara tarde, pero cuando les aseguro a Kwon y Jandi que había llegado bien y que sus amigos Jimin y Hoseok lo estaban esperando abajo, su madre lo había dejado ir con una pequeña exclamación de felicidad.

Detrás de Jimin y Hoseok, algunas luces del vestíbulo tirilaban. Jimin estaba apoyando sobre una de las grandes columnas blancas que sostenían el arco. Saludo a Yoongi desde lejos con una mano cuando lo vio acercarse, mientras balanceaba una linterna en la otro. Hoseok traía una sudadera color rojo y se había peinado el cabello hacia atrás.

- Hola - susurró, mirando alrededor- Vimos pasar a un prefecto hace unos minutos, pero a nadie más desde entonces ¿Están listos?

Yoongi asintió y se sumó a sus amigos bajo el arco. Jimin probó la linterna, dirigiendo la luz hacia uno de ellos.

- Última oportunidad para regresar y hacer algo sensato. Como beber en mi habitación y mirar show me the money.

Hoseok arrugo la nariz y lo golpeó suavemente en el hombro.

- No vas a echarte para atrás ahora. Además, podemos hacer eso después.

- Te tomo la palabra -murmuró Jimin, siguiendolos hacia el pasillo sombrío y silencioso- porque definitivamente voy a necesitar un trago después de esto.

Yoongi entendía a que se refería. Ahora que estaba ahí, sentía tantos nervios que casi estaba mareado. No era una sensación precisamente agradable, pero era mucho mejor que el tipo de ansiedad a la que estaba acostumbrado.
Caminaron sigilosamente por el pasillo desierto, pasando frente a una cartelera de corcho con avisos y actividades, máquinas expendedoras y un elevador desvencijado que no funcionaba. A medida que avanzaban había menos luces, y para cuando llegaron a la puerta de la vieja oficina se encontraban casi en total oscuridad. Jimin elevó la linterna para iluminar la puerta y a Yoongi se le fue el alma a los pies: estaba claramente cerrada con un gran candado. Y el cartel que Namjoon había mencionado resultó ser un anuncio que decía PROHIBIDA LA ENTRADA escrito con letras rojas y de aspecto serio.

- Creí que se trataba de una situación de acceso fácil -susurro Jimin.

- Les juro... - ¿Namjoon le había mentido? ¿con que objetivo? -deben haberse dado cuenta de que los estudiantes estaban entrando y la cerraron. Maldición. Lamento haberlos arrastrado hasta aquí.

- Bueno, bueno; no te pongas tan triste -Jimin sacó un clip de su bolsillo y comenzó a enderezarlo. Cuando termino, metió un extremo en el candado y comenzó a moverlo suavemente - sólo espero que sepan que me deben mucho más que Show Me The Money por esto.

- Muy impresionante -susurro Yoongi. Había visto forzar cerraduras en televisión, pero no se comparaba con la adrenalina de ver a alguien hacerlo en la vida real.

- También puedo hacerlo con una horquilla -Jimin sonrió, deteniendose un momento.

- ¿Pueden bajar la voz? - Hoseok miró por encima de su hombro.

- Tú respiración se escucha más que nuestra conversación -Jimin se mordió el labio inferior con un suspiro impaciente y en el candado temblando en sus manos.

- Tal vez podrías apresurarte un poco más - murmuró Yoongi.

- Lo hago tan rápido como puedo. Esto es un arte, no se puede apresurar el arte -pequeñas gotas de sudor aparecieron en su frente, humedeciendole las puntas del flequillo- Solo... casi... - Yoongi oyó un clip casi imperceptible- ¡Te tengo! - Jimin guardo el clip en el bolsillo de su sudadera y colgó el candado abierto del aro de la puerta. Empujó, pero la puerta no se movió.

A S Y L U M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora