CAPITULO VIII

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Ángel había sido contratado en el Departamento de policía para fungir como una especie de consultor interno. Después de todo, su curriculum como investigador privado y como CEO de una poderosa empresa de abogados, le daban la credibilidad necesaria para trabajar para el estado. Claro, no lo hacía porque necesitara dinero, pues la suma de dinero que había obtenido de Wolfram And Hart durante su presidencia, era más que suficiente para vivir varias vidas sin ningún problema. Así que solo trabajaría para que las demás personas lo vieran como un hombre normal y no como un millonario ermitaño que nunca salía de su casa.

Sus funciones en la comisaria aun no estaban del todo claras, el fungiría como un consultor en casos que tuvieran que ver lo sobrenatural, casos que Adrian estaría buscando mantener ocultos por la propia seguridad de las personas, pues si los vecinos se enteraban de que vampiros, brujas y demonios caminaban entre ellos desde hacia tiempo, el pánico se desataría y las cosas se pondrían mucho peor para todos. Así que la tarea de Ángel era bastante ardua, pues convencer a aquellos que tuvieran la des fortuna de encontrarse con los seres oscuros de que nada malo realmente estaba pasando, no sería sencillo. Es más, el no quería hacerlo, pero luego de lo que causo en Los Ángeles. . . Devolverles cierta tranquilidad a las personas parecía lo correcto.

Tal y como Adrian había dicho, el oficial Amicci lo había llevado hasta la que sería su oficina de ese día en adelante. Un espacio de 3x3, con ventana hacia el patio del ayuntamiento de la ciudad, una silla giratoria, un escritorio y un pequeño estante. Además, estaban las cajas del archivo que algún oficial había dejado ahí para que revisara. Ángel subió la caja de archivo a su escritorio y empezó a escudriñarlo todo. Eran casos sin resolver, la gran mayoría provenientes de años anteriores a su llegada, algunos incluso anteriores al nacimiento de Demian. Pero todos tenían una cosa en común. No habían podido ser resueltos debido a uno o más sucesos extraños ocurridos durante la investigación.

Ángel estaba decidido a encontrar respuestas para esos casos, aun que seguramente le llevaría bastante tiempo el analizar cada uno. Ese día, había tomado el expediente de Christine Evans, una mujer de 35 años que hacía 3 años había reportado a una figura extraña que merodeaba su casa. El expediente de la investigación decía que la policía acudió 2 veces a la propiedad pero que no habían encontrado nada, y que luego de atender a la quinta llamada (donde la mujer dijo estar encerrada dentro de un armario, pues el intruso se había metido a su casa y no se veía como un humano, si no como un animal), la mujer también había desaparecido y hasta la fecha no se había vuelto a saber nada de ello.

Ángel reviso las fotos del interior de la casa con detalle. El reporte decía que no se habían hallado señales de entrada forzada, ni de lucha en el interior, pero por lo que él podía ver, las cosas estaban demasiado bien ordenadas para tratarse de la casa de una soltera, que prácticamente trabaja todo el día. Era casi surrealista, como si alguien se hubiese esforzado mucho en mantener el orden para ocultar algo, ¿pero qué?

La desaparición de aquella mujer, lo llevo a pensar en la desaparición de la chica del colegio. ¿Cómo era posible que en pleno siglo XXI, siguieran pasando ese tipo de cosas?, peor, el mismo había experimentado la angustia de perder no a uno, si no a sus dos hijos (Connor y Demian) en el pasado y conocía muy bien los sentimientos de angustia por los que seguramente estaba pasando los padres de esa chica. Y eso lo llevo a pensar directamente en Demian, había estado evitando preocuparse todo el día, pero finalmente era inevitable. ¿Cómo la estaría pasando su chico?, ya había pasado por muchas cosas malas en la vida y lo único que deseaba es que la escuela no fuese a continuar ese patrón. Se quedo mirando fijamente el escritorio vacio y pensó en las cosas que pondría ahí. La foto del viejo equipo (su familia), la de Connor recién nacido, y por qué no. Incluso una de Demian con él. Foto que se encargaría de tomar esa tarde, para recordar el día en que sus vidas iniciaron un nuevo camino.

ANGEL & DEMIAN 2: BIENVENIDO A LA FAMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora