- Tienes que relajarte, es sólo un villano de cuarta, con una sola pluma podría encargarme- El pajarraco de alas rojas me seguía de cerca.
Mis feroces llamas bailaban al ritmo de mí humor y no me veía muy feliz.
— Es mi territorio, tengo que encargarme yo. ¿No entiendes eso?- Escupí esperando que no respondiera.
- Pero, te estoy invitando a comer, dices no tener tiempo... ¡Pero tampoco pones mucho de tu parte!
Ahí estaba, otra de sus tan ya conocidas rabietas de niño. Pisaba con fuerza alejándome un poco más de él, la gente alrededor se veía sorprendida de ver al héroe número uno ser seguido de manera tan insistente por el héroe número dos.
- ¡Sal de mi maldito caminó! AHORA- Le grite sin verlo pero me detuve, era una amenaza, sí me hacía girarme le iría muy mal.
- Ugh, cómo digas, por cierto solo es un villano de porquería... Al menos yo te iba a entretener mas - Escuché el aleteo molesto cada vez más lejos y suspiré cansado.
Al rededor la poca gente optaba por disimular si genuina curiosidad con su celular pero seguramente también nos grabaron, ya había muchas notas al respecto, de nuestra extraña cercanía.
Apresuré el paso siguiendo el caminó de tinta negra hasta una fabrica de textiles abandonada, entré sin dudar, sabía muy bien que era verdad lo que él pollo dijo, era un pésimo villano que no lo valía.
- Sólo déjate capturar, seré bueno... Apesar del ridículo que me hiciste pasar- Gruñí mostrando los dientes
— ¿Por qué creen que mi Quirk es inservible? Podría mandarte lejos sí... Oh- la voz que se escuchaba lejos sé acercaba desde la oscuridad dejando ver a un chiquillo, no más de 19 años, menor que el pollo.
- Robaste unos bolsos, lastimaste a un civil mientras lo hacías. - Suspiré pesadamente, era un crío.
- Sí, lo hice...- Alzó sus hombros restándole importancia - Pero ahora hay algo más interesante por robar.
- ¿Eh?- Estaba por dar un paso atrás pero él extendió su mano hacía mí.
Sabía que el chiquillo era problemático, robos menores, desorden y maltrato pero nadie lo había visto usar su Quirk, había reportes policiacos que marcaban que no tenía pero ahí estaba, viéndome de manera retadora con su mano extendida hacía mí.
Sus cabellos negros ondeando aun con la falta de aire, un sueter negro lleno de raspones, un pantalón gastando y unos viejos converse. Sus ojos eran de un gris claro y su piel era clara como la leche.
- Escucha con atención, Endeavor. Eres el héroe número uno pero ni tú te das cuenta de lo que te pasa, te niegas a ti mismo darte cuenta...- el chico guardo silencio unos segundos viéndose divertido — No volverás hasta que digas las palabras correctas, amigo.
Una luz se extendió por su mano hasta mí, trate de alejarme pues no sabía que era pero está se movió a mi misma velocidad, incluso mayor. Cuando entro en contacto conmigo, la luz me cubrió por completo hasta que... Todo se volvió oscuridad.
Desperté de golpe, una habitación blanca, cómo de hospital... Espera, conocía este lugar.
- ¿Recovery Girl?- apenas pude pronunciar pero me sorprendi, mi voz sonaba menos gruesa y pesada.
La mencionada apareció dando suaves brinquitos, claramente era mucho menos vieja, me miro con curiosidad antes de hablar.
- Joven Todoroki, ¿Está mejor? Me comentan que se golpeó muy fuerte mientras peleaba con cierto chiquillo Rubio- su sonrisita y risita me pusieron de mal humor
— No se de que habla o que tratamiento se hizo, pero, ¿Donde esta el villano? Ese maldito mocoso, apenas le ponga las manos encima - me levanté estirándome y noté la ropa que usaba, y mi cuerpo a simple vista. No era el mismo.
Las quejas de Recovery Girl estaban en un segundo plano, me acerqué al enorme espejo en la habitación y cuando me ví casi caigo de nalgas.
Era yo, sí. Pero era un niño, seguramente unos 17 años, estaba en mi edad de la UA. Eso explicaba el porque Recovery Girl rejuveneció tanto.
- ¡Enji! ¡Gracias a dios! ¡Estaba preocupado! ¡Muuuuy preocupado! - Conocería esa voz en miles de mundos.
- Toshi- me gire a la puerta metiendo mis manos a los bolsillos de mi pantalón, justo en el marco estaba ese maldito rubio ojos azules y sus secuases, el trio de tontos. Aizawa, Yamada y...
Mis ojos se abrieron grandes, recordaba mi juventud, mi edad y sabía perfectamente que Hawks no pertenecía a mi pasado pero ahí estaba, riendo con Yamada.
Nuestras miradas se encontraron y sonrió, sus mejillas se colorearon de un bello carmín y tocó su cabello.
- ¿Te sientes mejor, Enji? - su voz sonaba suave, melodiosa... Cómo el canto de un ángel
Mi ceño se frunció más, no entendía que estaba pasando, ¿Era una ilusión?
- ¡Oye pelos de elote! - conocía el caminó más fácil de salir de una ilusión, un fuerte susto o golpe - ¡Maldito débil! ¡¿Es todo, ah?! Golpeame con todo-
Ahí estaba, retando una vez más cómo en el pasado a Toshinori quién pareció enojarse pero se detuvo, negó varias veces pero al pensarlo mejor se lanzó contra mí, golpeando con fuerza, sin piedad.
Crack. Ugh. Dolor. Oscuridad.
Desperté de nuevo en esa habitación pero esta vez no estaba sólo, a mi lado, tomando mi mano con fuerza, Hawks.
Sus alas pequeñas comparadas con el tamaño que recuerdo, su rostro sin tanto maquillaje, sus ojitos cerrados pero rojos, seguramente estuvo llorando, ¿Pero porqué? Sólo éramos amigos.
Moví mi mano esperando que se soltara pero sólo sé aferró más a ella.
- Ha-Hawks...- No recordaba su nombré en ese momento, era algo que rimaba con imbécil pero no podía llamarle así - Hawks-
Sus ojos peleaban por abrirse pero no lo hacían, seguía durmiendo y no sabía para que quería despertarlo, bien sabía que despierto no se callaba.
Miré de nuevo sus alas, suspiré un poco, sabía de "eso" así que comencé a acariciarlas sonriendo al ver como reaccionaba de inmediato estirandolas, aleteando un poco pero cuándo toqué en medió de estas despertó de golpe, mirándome muy sonrojado.
- ¡Enji!- Se lanzó a mis brazos estampando sus labios contra los mios.
Le separé viéndolo a los ojos, no había malicia en ellos, sólo un profundo amor que no podría ser expresado con palabras o al menos, yo no podría hacerlo.
¡¿AHHHHHHHHH?!
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En esta y otras vidas. {ENDEHAWKS}
FanfictionEnji ha sido envíado a otra dimensión por un villano qué no le dió indicaciones claras, ahora Enji tiene que buscar la manera de regresar y atrapar al villano que lo envío a vivir de nuevo su adolescencia... Con un pollo incluído.