"¿Que esperas?"

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Nunca supe contar historias, desde que era joven me tropezaba con las palabras mientras trataba de recordar con lujo de detalles todos los momentos y creo que a veces es mejor dejar un poco a la imaginación de las personas.

Fruncí mi ceño tratando de recordar la edad de ese momento, quizá tenía algunos 21 años de edad, seguro que sí, era un chico bien parecido que le encantaba andar de fiestas cada fin de semana y cuando estaba fuera de ese entorno estaba en casa de alguna chica follando como si se fuera acabar el mundo. ¿Qué puedo decir? Era tan sencillo conseguir a alguien teniendo mi rostro.

Seguro que por eso cuando buscaba un respiro llegue a meterme entre el bosque y encontrar aquel matadero abandonado. Sí, "abandonado". Por algún tiempo me la pasaba en ese lugar solo pero no dentro sino en los alrededores ya que tenía un poco de pasto donde me acostaba para ver pasar las nubes. Muchas veces me pregunte que podría haber dentro.

Después de un tiempo de tanto pensar mientras estaba ahí relajándome suspire cansado levantándome de mi lugar, me acerque a la enorme puerta de metal, que sorpresa estaba cerrado con cuatro candados que se veían imposibles de abrir. Tome eso como una señal porque no era un lugar que diera buena espina viéndolo de cualquier ángulo, claramente cualquiera con sentido común sabría que no debía meterse en ese lugar por muy abandonado que estuviera.

Me fui hasta una de las ventanas, alguien quiso entrar antes o lo logro pues estaba abierto de los barrotes, muy bien forzada, cabía perfectamente ¿y saben cómo sé eso? Porque ya estaba sentado ahí con medio cuerpo dentro de aquel frío lugar. Sentía un hormigueo horrible, una ansiedad que realmente no sabía si eran ganas de salir corriendo asustado de allí.

Sigo sin saber que hubiera sido mejor, si haber hecho eso o como están las cosas ahora.

Y es que no entiendo qué diablos quería encontrar si ya sabía que no habría nada, es que yo era muy idiota, creo que lo deje en claro desde que abrí la boca al principio.

Estaba adentro tan asustado y lleno de esperanza de encontrar algún fantasma. Pero solo alcance a ver polvo y mucha basura acumulada en una orilla. Era asqueroso, había un olor muy fuerte a excremento, no soporte el olor por lo cual ya estaba encaminándome a la ventana para largarme de aquel lugar con mi curiosidad.

Y todo iba tan bien hasta que alcance a reconocer un fino ruido de unas cadenas, recuerdo haberme detenido por completo, mi piel se erizo y en mi mente me gritaron: "¡Sal de ahí pedazo de idiota!"

Y pues salí, corriendo hacia el lugar donde se escucharon esas cadenas, como instinto, de idiota que tenía.

Yo esperaba encontrarme con un animal atado, no lo sé, pensé que seguía en funcionamiento el lugar y seguían asesinando puercos o alguien tenía algún perro para cuidar el lugar.

Nunca imagine que estaría una chica atada, como un animal.

Tenía la cabeza cubierta por una máscara blanca, saben, supe que era una chica por su cuerpo, solo traía puesto un par de prendas que ocultaban sus partes íntimas.

Me quede paralizado, tenía miedo y cualquiera pensaría que si le pasaba eso correría a ayudarla pero me impacto lo suficiente como para quedarme como poste bien plantado en el piso.

Por la poca luz que entraba pude ver su cuerpo lleno de moretones, una impotencia crecía dentro de mi hasta que exploto, tenía que ayudarla, mi miedo estaba bajando lentamente, camine hacia ella con mucho cuidado y sin hacer ningún ruido. Logre llegar a estar a dos metros de distancia de ella, las temperaturas estaban por bajar y ella lo estaba sintiendo porque podía notar como temblaba por el viento fresco que entraba.

Ella no sabía que estaba muy cerca, agarre valor para tocarla y fue un grave error. Se asustó tanto que se hizo para atrás bruscamente ganándose un golpe contra la pared, cosa que hizo que la máscara que traía puesta cayera al suelo.

Mi corazón se hizo pequeño, tenía el rostro lleno de moretones como su cuerpo y tenía esos enormes ojos puestos en mí mirándome como si yo fuera el mismísimo Satanás. Me tenía miedo, quien sea que la tenía en ese lugar la estaba maltratando de una forma inhumana.

Saben lo doloroso que fue cuando intente de nuevo tocarla y ella quiso defenderse golpeándome pero sus golpes no eran más que caricias por lo débil que estaba. Seguramente ella estaba golpeándome con todas sus fuerzas, las únicas que tenía.

Estaba hecho ovillo en el pasto con lágrimas en mis ojos, con un nudo en la garganta y con miles de dudas.

"¿Qué carajos harás ahora?" "Idiota, debes decirle a la policía, no puedes hacer nada tu".

Era cierto, sobe mi rostro antes de pararme para ir a la comisaria, esa chica necesitaba ayuda.

Recuerdo llegar a la estación abriendo la puerta como loco, pedí hablar con la persona encargada pero se negaron hasta saber qué era lo que necesitaba. También recuerdo como me juzgaron como un loco porque "¿Cómo carajos estaría una chica en ese lugar si estaba abandonado desde hace 40 años?"

Claro que les suplique que fueran a revisarlo y solo me gane que me hicieran análisis para saber si consumía alguna sustancia ilegal. Me gane una noche en prisión por tener un poco de cannabis en el cuerpo. No fueron al lugar.

Y yo no pude pegar un ojo en toda la noche por pensar en alguna otra solución. ¿Yo que podía hacer? Vivía cerca del lugar con un amigo, mi familia estaba lejos de donde yo. ¿Y si la sacaba de aquel lugar? ¡Sí!

Que fácil se me hizo pensar en sacarla y llevarla a la estación de policías para que ellos se hicieran cargo.

Y es que era lógico, si bien fácil no sería, pero una vez estando fuera los dos pensé que lo sería, eso me entretuvo esa noche para el insomnio que estaba teniendo.

Salí de ahí con un súper plan de escape para esa chica y yo. Solo que antes de eso debería buscar las herramientas necesarias para cortar las cadenas.

Regresaría en cuanto tuviera todo lo necesario...   

M I E LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora