Penumbra

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El silencio fue abrumador durante la siguiente hora. Los tres secuaces y el cachorro sentados en el suelo y al frente su imponente, como siempre, amo y señor, sobre aquel sillón que parecía más trono.

El demonio no decía nada solo miraba sobre los otros tres presentes con desprecio y superioridad, haciendo sentir incómodos a dos y feliz a la tercera (Su Blacky nunca antes la había mirado por tanto tiempo); aún así ni ella se atrevía a hablar antes que el demonio, aún no se recuperaba del todo de la última vez que fue castigada por su impertinencia por el demonio.

Otros tortuosos minutos pasaron en silencio hasta que como un milagro la alarma de la mansión empezó a sonar.

Los tres empleados se levantaron de un salto.

Flug saco temblando un arma futurista, de esas que le gustaba tanto crear para su uso personal, de su bata y apuntando hacia la puerta, listo para disparar a lo primero que se asomara por esta.
Demencia,a cuatro patas, escalo por la pared hasta quedar en el techo justo encima de Flug en posición de ataque, parecía una lagartija feroz.
El cachorro había saltado a los brazos de 505, y este a su vez no sabía dónde peligraria más su vida cerca de la puerta o cerca del jefe.

Black Hat, ni se inmutó.

El ambiente se tenso aún más y la presión en el pecho del científico no hacía más que aumentar, pero no había rastro del intruso. Paso un poco más de tiempo antes de que se escuchará el fuerte estruendo de algo metálico cayendo.

- Flugy ¿Escuchaste eso?- susurro Demencia dejándose caer al lado del científico.

- C-laro que lo es-cuche- las palabras parecían negarse a abandonar su boca, estaba muy mal de salud en ese momento y la tensión no ayudaba.

- Bienvenido- dijo Black Hat levantándose del sillón y sobresaltado a Flug.

Basto un segundo de distracción para que el intruso entrará en acción agarrando a Demencia de la pierna y arrastrándola hacia las sombras de la habitación.

La repentina desaparición de Demencia alertó (más si eso es posible) a Flug, el cual empezó a buscar a un objetivo para disparar y el oso se hizo bolita en el suelo protegiendo al cachorro.

Black Hat sonreía de manera macabra, la única manera en que podía sonreír, mientras observaba la desesperación de sus esclavos.

- ¡Jack! Ya fue suficiente- dijo a la nada y de las sombras se asomó una gran serpiente negra que llevaba en la boca a una desmayada Demencia- Sacate esa cochinada de la boca, ahora abra que vacunarte.
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- Vete de aqui- a Flug le era imposible concentrarse en los planos que estaba trabajando, con esa cosa vigilandolo fijamente desde las sombras- No me dejas concentrar.

- Lastimosamente para ambos, no tengo permitido hacer aquello, el amo Black Hat dejó muy claro que tenía que vigilarlos todo el tiempo- contesto el reptil sin moverse de su posición.

- Entonces ve a molestar a Demencia.

- Está en su "habitación" jugando con esa bola con pelos que solo sirve para aperitivo, sino me la puedo comer no me interesa.

- Puedes ir a visitar a 505, seguramente esté limpiando la mansión- se sintió un poco mal por querer montarle a Jack a su osito, pero esos planos tenían que ser entregados al día siguiente y no había avanzado nada- así te la aprendes y evitas perderte- vil mentira, todos se perdían almenos una vez al mes en aquella mansión, solo el amo Black Hat podía navegarla sin perderse en sus laberínticos pasillos e infinitas habitaciones.

La serpiente no volvio a contestar, Flug asumió que se había cansado e ido, ya que no sentía más su presencia y estaba en lo correcto.

El reptil se encontraba arrastrándose por la ventilación del lugar dirigiéndose hasta su amo, que lo había llamado telepáticamente para que se encontrase con él.

Soy Un MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora