Un Omega Para HyunJin | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』

Capítulo 11: ¿Una cena especial?

—Entonces... —Inició Félix —¿Creías que SeRim y yo éramos pareja? —Terminó con una mueca de asco.

—¡Olías a él y tienes el mismo apellido! —Respondió el alfa con un ligero tono durazno adornando sus mejillas.

—Pues... Sí, pero ¿No soy muy pequeño para él? —Dijo divertido entrelazando sus dedos con los del alfa.

—Él luce mayor, sí. Pero, no lo sé. —Alzó sus hombros y Félix se estiró en el sofá hasta besar su mejilla.

—Es nueve años mayor que yo, Hyung. —Dijo Félix aún rozando sus labios con la mejilla del rubio.

—También soy mayor que tú. —Dijo HyunJin en voz baja avergonzado aún.

—No importa. —Besó la mejilla del mayor una vez más para después taparse con la manta de ositos de HyunJin.

Hace exactamente tres horas que Félix había pedido a HyunJin ver una película extremadamente romántica y melancólica. HyunJin aceptó y decidieron que estar en el sofá sería lo más adecuado, además, así Félix podía terminar –ocasionalmente– más cerca de él. El omega mantenía sus piernas sobre las de HyunJin, y este mantenía sus manos apretando los muslos del peligris.

La película había terminado hace no más de veinte minutos y el rubio aún amasaba las piernas del omega, quien se dejaba hacer todo de parte de HyunJin.

—Debo regresar a mi hogar, Hyung~

—Quédate un rato más... —Dijo HyunJin retirando sus manos del peligris.

—Vendré mañana temprano a desayunar. —Dijo Félix antes de retirar la manta y ponerse de pie.

—Mañana tengo que ir al estudio. —Añadió HyunJin en voz baja siguiendo a Félix quien caminaba hacia la puerta.

—¿Qué tal si nos vemos para la cena? —Dijo Félix dándose la vuelta para encarar a HyunJin.

—E-Estaría perfecto. —Respondió lento y sin dejar de ver la sonrisa del omega.

—¡Hasta mañana entonces! —Dejó un beso en la nariz del alfa y este solo sintió su piel erizarse y sus manos temblar.

Un día de estos Félix iba a causarle un ataque al corazón del rubio.

Hwang HyunJin caminaba del cuarto de baño hacia la cocina con pasos apresurados en busca de una taza de café para alegrar su mañana. Cuando despertó e iba camino a ducharse, se asomó a la habitación de su hermano mayor y todo seguía exactamente igual; MinHo no apareció para dormir.