P R Ó L O G O

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—¿Y bueno? ¿Qué te dicen? —cuestiono con los ojos atentos a las cartas sobre la tela carmín. 

—Es una persona que conocerás en una etapa muy divertida... quizás universidad. Signo de aire, podría ser un Acuario... 

Eso no me dice mucho, creo que he gastado mi dinero a lo bruto. 

—Es alguien un poco serio... un artista —empieza a añadir, si claro... seguro esto se lo dice a todos.—, alguien con quien sentirás una conexión inmediata. Tendrá algo que ver con la música, quizás sea compositor. 

—¿Hay alguna manera de obtener su nombre? —inquiero con curiosidad, necesito algo más que solo una respuesta vaga. 

De seguro hay como miles de Acuarios compositores por el mundo, ¿cómo sabré que es mi Acuario? 

—Si —responde con una sonrisa de suficiencia y saca una bolsita de terciopelo de color negro en la cual saca una bola de cristal.—, suelo cobrar por eso linda. Pero tu tirada me dió una genuina curiosidad en tu desenlace amoroso. 

—Gracias... ¿creo? 

Cierra los ojos y empieza a murmurar cosas extrañas que no logro escuchar. 

—Será alguien de ojos verdes...veo... lluvia. Quizás lo conozcas bajo una tarde lluviosa. 

Mi pierna no puede dejar de moverse con la impaciencia, y recuerdo que mi mamá pasará por mi en unos diez minutos. 

—Harold...no, Milo. Milo Wilder.  

Vaya que específico.  

—Será una relación como nunca antes, muy especial... están destinados a encontrarse —de repente hace una mueca que me perturba, como confundida.— . Es todo lo que puedo decirte. 

—¿Es todo? Acabas de hacer una mueca, ¿qué fue eso?

—Nada que debas saber, querida. Es todo lo que me dicen. 

—No me puedes dejar así, tienes que decirme qué fue eso —imploro

Ella suelta un largo suspiro y sus enormes ojos verdes con rímel me observan seria. 

—Será una relación como nunca otra... 

Presiento un pero en esto... 

—Pero —¡Aja!—, te romperá el corazón. 




Las estrellas no mientenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora