Asleep [Charlie x Patrick] EN EDICIÓN

Capítulo Cuatro - Culpa

17 de mayo de 1992

Han pasado algunos días desde mi última carta, no había escrito nada porque las cosas con Patrick seguían igual, él seguía mostrándome su mundo, y yo seguía intentando ser un buen amigo acompañándolo en sus salidas nocturnas.

A pesar de que ver a Patrick con otras personas lograba desanimarme, nunca mantuvo el contacto con ninguna de ellas y eso me hacía sentir un poco mejor. Además de que por lo general solíamos pasarla bien juntos ya fuera hablando sobre los nuevos álbumes de alguno de nuestros artistas favoritos, o probando drogas de dudosa procedencia. Quisiera contarte como en una ocasión ambos realmente creímos que íbamos a morir debido a un mal viaje, pero la razón por la que estoy escribiendo esta carta es otra y siento que sólo lo estoy retrasando.

Esta noche fuimos primero por algo de comer al big boy y luego nos quedamos charlando afuera un par de horas mientras nos bebíamos la mitad de una botella de vodka. Una vez que Patrick consideró que estaba lo suficientemente ebrio, nos dirigimos a aquel dichoso parque que yo tanto odiaba.

Siempre era la misma historia: Yo me quedaba esperando a Patrick a veces en una banca, a veces en el auto. Hasta que oía sus pasos al acercarse y al alzar la mirada ahí estaba él, tratando de aparentar una satisfacción que realmente nunca sentía, poniendo una sonrisa en su rostro. Lo mejor que yo podía hacer era fingir que no me daba cuenta de lo mal que se hallaba y seguirle el juego mientras me contaba, sin entrar en muchos detalles, lo "bien" que se lo había pasado las últimas horas y lo cerca que estaba de olvidar a Brad por completo, "¿Qué tenía de especial ese idiota?". Era como si creyera firmemente que si seguía repitiéndoselo una y otra vez finalmente se volvería cierto.

Acabábamos de llegar al parque y Patrick estaba a punto de abandonarme a mi suerte con un "Vuelvo pronto Charlie" para después guiñarme un ojo e irse, cuando de pronto se quedó inmóvil al vislumbrar una figura a lo lejos, que una vez miré en la misma dirección que él, pude comprobar de quién se trataba. Era Brad.

Ni siquiera yo supe cómo reaccionar, no me esperaba verlo allí y sin duda Patrick tampoco, pues apenas salió de su momentáneo shock dio media vuelta y comenzó a caminar a pasos rápidos hacia el auto. Sin saber que hacer o decir, corrí detrás suyo, pero me detuve al verlo golpear con fuerza la puerta del copiloto con las manos hechas puños, más sin lograr abollarla.

—¿Qué hace ese maldito aquí? —murmuró Patrick con la voz temblorosa de alguien que está a punto de quebrarse.

—Vámonos Patrick —le sugerí poniendo una mano en su hombro.

Patrick asintió y se subió al auto esperando a que hiciera lo mismo. Lo vi volver la mirada al parque para ver a Brad una última vez y de pronto me sentí muy molesto con él.

Comenzó a conducir y cuando le pregunté a dónde íbamos dijo que no lo sabía, estuvimos en el auto durante un buen rato, sin rumbo fijo, con la mixtape que le había regalado para navidad sonando en todo momento.

Nos detuvimos frente a una tienda de conveniencia a comprar cigarros y nos quedamos fumando sentados sobre el cofre del auto. Eran ya las 2 am y el estacionamiento estaba vacío, había poca luz y Patrick miraba a los autos que pasaban con la cabeza recargada sobre mi hombro. Me latía el corazón a mil por hora mientras me preguntaba si debería intentar acercarme ahora que tenía la oportunidad, aunque no podía evitar pensar que me estaba aprovechando de la situación.

Finalmente había decidido que sí, efectivamente estaba más que enamorado de Patrick y si quería avanzar de alguna manera con Patrick, este era el momento.

No tenía idea de cómo avanzar, pues la única relación que había tenido había sido un completo fracaso y había sido precisamente yo quien diera el primer paso.