Un amigo.

535 53 21
                                    

El pequeño omega se encontraba solo en esa habitación, tenía miedo, temblaba, lloraba mientras sus pequeñas manos se encontraban en su cara suplicando que nada fuera real, hasta le rezaba a lo que fuera que controlara el universo para que aquello que estaba viviendo no fuese real, que nada de lo que escuchó de la voz de aquella mujer a la que tanto cariño le había tomado no fuese real, quería desaparecer, quería morir...


♢♢♢


"¿Ma-mamá? ..." Louis quien se encontraba en el piso abrazando sus piernas cruzaba miradas con la alfa que no hacía nada más que verlo con humor.

"Estoy cansada de que me llames así, imbécil. Párate de una buena vez, das pena ahí tirado como la mierda" Giovanna quién lo veía con desprecio vió cómo rápidamente el pobre omega se ponía de pie, sus piernas no dejaban de temblar parecía un caballo cuando recién aprende a andar, se caería en cualquier momento.

"¿Qué hago aquí? ¿Por qué todo esto?" Su voz estaba quebrada, no quería hablar pero necesitaba respuestas y las necesitaba ahora.

"Verás, Louis" Comenzó a caminar por la habitación buscando las palabras que decirle al joven que la miraba con miedo. "Te responderé en orden a lo que me has preguntado ¿Vale?" El omega solo asintió con la cabeza, estaba ansioso por saber la verdad detrás de todo ésto. "Te lo diré sin rodeos, odio esquivar las cosas. ¿Qué haces aquí? Fácil, te voy a vender al mejor postor, a algún alfa que esté dispuesto a pagar mucho por ti. ¿Por qué todo esto? Otra respuesta fácil, jamás te quise. Cuando te vi, supe serías perfecto para mi en un futuro y mírate, lo eres. Eres como un ángel, aunque un tanto idiota. Soy la dueña de éste lugar, soy la mejor Madame de toda Italia y probablemente del mundo también, tráfico con omegas tan lindos y puros, cómo tú." Dicho eso último le dió un pequeño toque con su dedo en la nariz del omega.

Louis quien se encontraba llorando no podía creer sus palabras, cada una dolía más que la anterior. Recordó su pasado, recordó que sus padres biológicos jamás lo quisieron, en el orfanato donde estaba tampoco lo querían y cuando por fin llegó a sentir un poco de amor, fue nada más que puro interés, fue solo pura mentira. Giovanna lo había usado por tantos años, lo usó de aquella vil manera que jamás olvidaría, rompió su corazón en miles de pedazos, simplemente él ya estaba desecho.

"Mis hombres vendrán por ti en unas horas y por favor, ya no sigas llorando, te dañas tú mismo y luego pagarán menos de lo que tengo estimado" Salió dando un portazo, dejando solo al omega.

♢♢♢

Horas pasaron después de aquella confesión, Louis temblaba tanto solo esperaba que aquellos hombres se tardarán todo el día o toda la vida, no quería enfrentar lo que el futuro tenía preparado para él.

Abrieron la puerta bruscamente provocando que éste diera un pequeño brinco en su lugar, eran esos hombres nuevamente pero no venían solos había un chico rubio un tanto más alto que él. Dejaron al rubio en la habitación y se fueron nuevamente dando un fuerte puertazo provocando que éstos dos saltarán del susto.

El rubio le dió una mirada al ojiazul que seguía abrazando sus piernas.

"Soy Niall..." Habló el rubio después de unos minutos de la habitación estar completamente silenciosa.

"Louis, soy Louis" Dijo viendo al rubio quien ahora tomaba asiento a su lado.

"E-Es jodido..." Comenzó a sollozar Niall quién al parecer tenía más conocimiento de lo que iba a suceder. Louis solo lo miraba atento esperando que siguiera hablando "Es jodido porque estás aquí atrapado, es jodido porque vas a tener que estar casi desnudo al frente de 10 alfas a los cuales no podrás verle el rostro y que lo único que podrás oír sea una máquina diciendo cuánto dinero están pagando por ti." Niall ya se encontraba llorando, él sabía lo que iba aquí suceder ya había pasado por eso antes y en los dos años que lleva ahí nadie lo había comprado, nadie le había puesto una mano encima y no sabía que le dolía más, si seguir atrapado en ese lugar o que nadie haya podido sacarlo de éste.
Planeaba seguir su conversación cuando la puerta fue nuevamente abierta.

"Llegó la hora, señoritas. Andando."

Passione. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora