Últimamente he pensado mucho en la vida,. En el pasado revoltoso, en el presente prepotente en el cual el destino tan impetuoso se la pasa jugando con mi cordura, y en ese futuro tan incierto.
Pareciera que a este punto no tengo razones para sonreír. Pareciera digo porque luego veo a mi alrededor y veo cuanta misericordia ha tenido mi Padre Celestial con esta su hija tan imperfecta y entonces las sombras le ceden el paso a la luz y vuelvo a soñar y a vestir mi sonrisa de viernes y a llenar mi alma de poesía.–H