Ashton se encontraba apoyado en las escaleras del metro observando las luces de la ambulancia mezcladas con las de la patrulla de policía. Había una sonrisa cínica en su rostro.
A lo lejos podía observar a varias personas rodeando a Judith que yacía en el suelo de la plaza. Su remera color salmón estaba manchada de sangre y se podía visualizar un gran corte en su garganta que aún dejaba brotar sangre de ella.
Ashton limpió sus manos manchadas de sangre en sus vaqueros negros. Agarró la chaqueta de la chica y la guardo en su bolso negro en el cual se escondían una pequeña variedad de cuchillos.
—Fue un gusto conocerte, Judith —Susurró Ashton con una sonrisa en su rostro, y giró para luego bajar las escaleras del metro y buscar su próxima víctima.
