POV CANDACE - Orgasmos

9.3K 510 123
                                    

Con August sentado a mi lado y en el otro uno de los lobos con los que me había acostado en una noche donde no quería pensar.... De ese modo transcurrió el viaje hasta el castillo donde nos estaban esperando.

Cuando atravesamos el puente de entrada lo único que podía ver era tierra. Un terreno grandísimo y abandonado.

Mis pensamientos durante las horas de camino iban de la incomodidad a la preocupación por mi amiga, para de nuevo volver a esa incomodidad que te produce sentarte tan cerca de la persona equivocada. August se limitó a no dirigirme la palabra, excepto en una ocasión, una sola ocasión en la que me dijo: Charter sobrevivirá.

Odiaba cómo podía no dolerle. Me molesta que jamás había demostrado sus sentimientos. Que tuvo que esperar a verme al borde de la muerte para reaccionar. Desde que lo vi supe que ambos sentíamos lo mismo, pero con el tiempo me sujeté a la idea de que había sido mi imaginación. Nadie que te quiere te empuja. Nadie te grita que te vayas si te está amando. Nadie te humilla si te quiere y ya lo había practicado muchas veces con Katherine hasta memorizarlo: Él no me quería.

Un castillo se fue extendiendo ante mis ojos y más allá de ellos. La nieve cubría parte de las torres. Las luces estaban prendidas y lo hacían ver tenue. Faltaba una hora y media para el amanecer cuando el conductor apagó el motor después de aparcarse cerca de la entrada.

—Ven conmigo. —August me extendió la mano para ayudarme a bajar de la camioneta.
Accedí, pero todavía su contacto me quemaba.

Apenas mis piernas entumecidas pisaron el piso, me alejé de él. Quería que llegara la caravana para poder ver a mi amiga y reencontrarme con Cayden y mis padres.
—Ven conmigo —repitió acercándose a mí y otra vez extendiendo su mano. Quería que fuéramos a algún lado, pero apenas acabábamos de llegar. Habíamos sido los primeros y tenía dudas.

Todavía no nos habían abierto las puertas del castillo y según escuché debían esperar a Selene.

August seguía mirándome con su mano extendida. Como siempre esperaba a que accediera, pero me había costado mucho estar lejos como para recaer en él.

—Me hiciste mucho daño.
—Tenía que hacerlo para que me vieras como lo que soy.
—No eres un demonio, August.
—Entonces ven conmigo
—Debo esperar a Katherine, necesito estar con ella.
—Katherine está con Grace y con tu hermano —se apresuró a decir—. Yo solo quiero decirte lo que necesitas saber antes de entrar al castillo.

Él fue quien me dijo que Katherine no era humana. También que mi hermano y mi familia ocultaban un secreto. Gracias a August lo paranormal no me asusta. Él no tuvo excusas o palabras bonitas. Desde que lo conozco siempre me ha dicho las cosas como son.

—¿Por qué lo haces? ¿Por qué siempre me cuentas todo?
—Porque a mis 17, cuando me transformaron, te dije lo que era y no me defraudaste.
—Jamás lo haría.
—Lo has hecho más veces de las que piensas. Como en Ámsterdam cuando te fuiste con esos tipos. O en la fiesta en el bosque cuando te acostaste con el lobo. O cuando te dije que no podíamos estar juntos y te fuiste a nuestro lugar con otro, y luego con otro y luego...
—No es necesario que enumeres mi vida privada. ¿Me has estado espiando? ¿Cómo sabes lo de Ámsterdam?
—Porque he estado cuidándote y si eso significa perseguirte en tus viajes, y pisarte los talones hasta que madures... ¡Lo haré! Aunque me decepciones.
—No puedes decir que te decepciono por vivir al máximo mi sexualidad, cuando fuiste tú el que ...
—Me acosté contigo antes de ser lo que soy, y luego...
—¿Luego? Si quieres te ayudo desde aquí: luego me trataste como basura, me hiciste arrodillarme ante ti para que volvieras conmigo, te lloré más veces de las que he llorado en mi vida y preferiste ser un cobarde y ...
—Tenía que aprender a controlar el deseo de matar y maté. Asesiné a otras personas. No podía correr el riesgo de matarte a ti. Hice lo correcto.
—Menuda tontería, August, a mí de frente —respondí con la última gota de mi paciencia—. Preferiste odiarme y ser un cabrón porque no quise que me convirtieras. No podías quererme siendo humana, y yo nunca en mi vida quiero ser como tú. ¿Entonces, a qué juegas?
—Mierda Candace, nos seas una niñata insoportable y mueve el culo. Acabo de salvar tu vida, deja de ser tan infantil y sígueme. Porque solo yo te voy a decir la verdad sobre lo que se viene —August comenzó a caminar, alejándose del resto.

Siempre vuelvo a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora