IV

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—¿Has ido a la casa de las muñecas? —pregunta Madame— Para revisar que todo esté en orden.

—Aún no, esta misma tarde saldré para allá —mientras habla se arregla la corbata—, pero sé que ya está resuelto el pequeño problemita entre el Adonis y la Afrodita.

—Perfecto, necesito que esté todo listo para el día de mañana porque irá un francés para elegir dos pet.

—Por supuesto, iré a revisar todo para que esté todo en orden. Y dígame, ¿el francés irá a elegir o ya tiene algunas preferencias? Para poder hacer una elección de acuerdo a sus gustos.

—En lo absoluto, él quiere conocer a cada uno, pero sé que quiere hacer una gran inversión —se sienta detrás de su escritorio y saca unos documentos de un cajón—, es él, y al parecer en el futuro tiene planes de conseguir otro pet más.

—Muy bien, le echaré una mirada a la información y arreglaré todo, soy su servidor más fiel, confíe en mí —pone la mano derecha encima del corazón—, este señor querrá volver cuando vea nuestras opciones y el nivel de eficiencia que ponemos para resolver sus necesidades.

—Lo sé, J, confío en ti. 

J se acerca a Madame sobre el escritorio y la toma por el rostro.

—Es usted una maravillosa mujer —y la besa suavemente—, no sé qué sería de mi vida sin su presencia.

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—¿Hola? ¿Papi? —se escucha la voz de una niña en el teléfono—.

—Dime, amor —responde su padre—, ¿qué pasa?

—Papi, a mami le lele su pancita, le duele la casita de mi hermano —de fondo se escuchan gemidos y gritos de dolor—, ven, por favor, papi, no me gusta que mi hermano lastime a mami.

—Mi amor, no cuelgues, pásame a tu madre —se escucha desesperada la voz del padre.

—Mami, mami, te habla papi —le pasa el teléfono a su madre.

—Gracias... Mi cielo, ve... Ve a ver la tele, no te preocupes por mí —la mujer está sudando y en sus ojos se refleja el miedo—, hazle caso a mami, todo estará bien —sonríe un poco entre el dolor que siente—, tú solo ve, mamita.

La niña asiente con la cabeza y sale de la habitación muy preocupada.

—Te quiero, mami.

—Ta... También te quiero, bebé.

Cuando se cierra la puerta de su habitación se permite soltar la respiración agitada que estaba conteniendo.

—¿Qué está pasando, Fanny? —la voz del hombre está atemorizada—, ¿qué le pasa al bebé?

—Jong, creo que estoy perdiendo al bebé —dice entre lágrimas—, no deja de dolerme y... —se escucha una pausa— Jonghyun, estoy sangrando.

—Estoy cerca de la casa, ¿ya llamaste a la ambulancia?

—Sí... ¿Voy a perder al niño? Dime que no —el dolor y el anhelo en la voz de Fanny lastima el corazón de su esposo.

—No, hermosa, todo estará bien —aguarda un segundo la voz para que no se le quebrara—, verás que nuestro hijo estará muy bien, y muy fuerte.

Entra a la casa y sin guardar el auto sale de este corriendo hacia la mansión.

—Ya estoy cerca, nena, ya llego —y da por terminada la llamada.

Corre por toda la casa hasta su habitación donde se escuchan los sollozos de su esposa.

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2020 ⏰

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