𝘌𝘭 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪ó 𝘵𝘰𝘥𝘰 [ʏᴀᴏɪ]

CAPÍTULO 4

El escape de Enki parte 1

Narra GareXz

Había pasado ya un mes desde lo ocurrido entre Samon y Hajime y a decir verdad, su relación no había cambiado mucho en realidad la diferencia era que solo se Soportaban un poco más de lo habitual

Aún que claro, había momentos para resaltar, como cuando....va, no había momentos, se la pasaban peleando.
Casi siempre o sino se ignoraban, lo normal...a menos para ellos y sus colegas.

Casualmente ese día Samon estába de buen humor ¿Motivo? No había ninguno realmente, solo lo estaba.
Así que raramente se dejó "influenciar" por los parloteos de Kiji (por su puesto no lo quería aceptar)  quien había dicho hace poco que le hacía falta depilarse, casi ni se notaba, pero como era Kiji ¿Qué más daba? Ignoro aquello un buen tiempo, que no duró mucho en verdad ya que había ido a buscar al perro del ala 4 para ver si este lo podía ayudar.

Con la suerte que Samon tenía, no se encontraba y por supuesto no iba a pedirle ayuda a nadie más. Eso era completa y absolutamente imposible, al menos así lo creía él.

Hitoshi: ¿Puedo ayudarlo en algo, señor Samon? — pregunto el chico extremadamente lindo.

Samon: ¿Dónde está Kenshirou?

Hitoshi: ...la verdad no lo e visto desde hoy en la mañana, señor.

Samon: ¿Y ahora que haré? — se quejó en voz alta el omega.

Hitoshi: sí puedo ayudarlo, no tengo problema en hacer cualquier cosa.

Samon: ¡¡POR SUPUESTO QUE NO!!

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(ewe)

Por otra parte se oían unos quejidos de Samon quien se encontraba recostado en el sofá color rosa del ala 4 con los ojos cerrados y su cabeza en las piernas de cierto Sogoroku.

Samon: Auch!

Hitoshi: Ay que quejumbroso Samon-san

Samon: ¡Yo solo te pedí que me depilaras no que me arrancaces la cara y me hicieras sangrar la cara! (Pincharas/ lastimaras etc)

Hitoshi: No es mi culpa, te mueves mucho. Deja que llame a kiji

Samon: ¡Por supuesto que no! ¡él solo se burlaría!

Hitoshi: *suspira* tú lo pediste, monito. — hablo el hombre que esposo al mono al sofá (en la mitad del sofá habían contado la tela y el colchón que quien sabe cuándo Sogoroku rompió dejando a vista la madera de este)

Samon: ¡No, espera!

Entonces el menor de los Sogoroku se levantó rápido y sin cuidado dejando caer "bruscamente" la cabeza de Samon en el sofá.

Samon: No te-

*El sonido de la puerta de oyó cerrarse*

...vayas.

Paciencia fue lo que recibió de golpe así que como no había más que hacer se limitó a acomodarse nuevamente, (ya que estaba más cómodo con su cabeza en las piernas del pequeño Sogoroku) cerro sus ojos y dejó caer su brazo izquierdo con el espejo en mano por un extremo del sofá

Maldito...¿Como se atrevía a encerrarlo?

Además, ya se veía sonrojado evitando responder las preguntas de Kiji como la de "¿Y a quien piensas seducir?" "¿Preparado? ¡Después de esto nadie te reconocerá!" O cosas por el estilo, realmente, era lo que menos deseaba.