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- Lo siento, pero no podrás pagar el tratamiento necesario para que ella viva.

- Pero yo..

- Lo siento pero no es suficiente.

Sehun abrió sus ojos en medio de un sobresalto, su respiración era pesada mientras trataba de enfocar su mirada. No fue hasta que trató de mover un brazo, que se dio cuenta que estaba encadenado a un poste de la cama, y luego recordó los eventos anteriores que habían tenido lugar. Ese hombre, esos ojos tan oscuros, aquella falta de aire tortuosa, faros brillantes y luego...

-Mierda!

-¿Entonces ya despertaste?- una voz ronca habló desde algún lugar de la habitación. Sehun no podía localizar dónde exactamente estaba el otro hombre y tuvo que maldecirse por tener una visión de mierda.

La habitación estaba oscura y no podía distinguir nada. No sabía cuánto tiempo había estado inconciente o si aún estaban en el mismo motel. De lo único que estaba seguro era de que estaba en una situación muy mala.

-¿Tuviste una pesadilla? Noté que llorabas mientras dormías y te revolviste un poco también. Eso fue lindo. - El hombre volvió a hablar, esta vez usando un tono desconocido de voz, ya que parecía estar más cerca que antes. Sehun no se atrevió a decir una palabra por miedo. Estaba aterrorizado por culpa del extraño.

-Fuiste tan rápido en decirme que me callara antes.. pero ahora que soy yo quien tiene el control, ¿no dirás nada?- Sehun se estremeció cuando el cálido aliento rozó su oreja, aquella voz en la habitación ahora estaba justo a su lado pero nunca había siquiera sentido o escuchado el crujido de la cama. ¿Comó era eso posible?

-¿Sabes lo molesto que era actuar como un débil rehén? Claro que podría haberte arrojado fácilmente de mi coche, pero tus ojos eran tan, ¿cómo podría decirlo?... cautivadores. Lo juro, no había estado tan intrigado por mucho tiempo.- soltó una risita divertida al final, como si estuviera reviviendo buenos recuerdos.

Las cejas de Sehun se fruncieron ante la nueva información. Se sentía como un tonto.

Por supuesto que el otro había estado fingiendo estar indefenso. Para empezar, Sehun no era realmente un hombre musculoso y este hombre parecía a simple vista más alto y más fuerte que él. Además hubo señales de advertencia todo el tiempo; la grave falta de miedo y emoción era la pista más obvia e importante que Sehun había elegido ignorar.

-Fue tan divertido verte actuar tan duro, como un gran jefe. Incluso con esos brazos flacuchos te atreviste a empujarme y arrastrarme. Fue muy lindo.

Sehun sabía que no debía creer que el hombre estaba realmente cómodo y divertido cuando se rió por segunda vez. Años de encontrarse con gente mala lo entrenaron para reconocer la irritación y este hombre sonó un poco irritado cuando mencionó el maltrato por parte de Sehun.

Sehun no se atrevió a pronunciar ni una palabra para no arriesgarse a molestar más al hombre.

-Dime tu nombre.- Su voz era fría, exigente y llena de autoridad, la cual no dejaba lugar para la negativa; la mano grande que se arrastraba hacia el cuello de Sehun fue suficiente para decirle que no tenía otra opción más que responder.

-Sehun...- el joven se ahogó con sus palabras, su ceceo desordenó su nombre. Se aclaró la garganta antes de soltar un suspiro tembloroso y repetir su nombre por segunda vez, pronunciándolo correctamente.

-Sehun.- fue la siguiente palabra dicha por el otro, luego vino una oscura risa que llenó la habitación, - Sehun, tienes un ceceo.

Sehun no respondió. Solo se quedó allí, esperando el próximo movimiento del otro. No esperaba que fuera otro ataque de risa, y la mano del hombre viajando a un lado de su mejilla; ahuecando suavemente su rostro mientras su pulgar acariciaba su piel.

Drive || ChanHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora