Donde termina mi camino

Tenía que ser justo hoy

La reunión transcurrió de maravilla, las doctoras estaban más que emocionadas llenando a los tres hombres de información, detallando cada una las peticiones que tenían para que el centro de salud mental para niños tuviese lo ultimó en avances para su funcionamiento.

Sakura deseaba con todo su corazón poder ver realizado el sueño en el que llevaba tres años trabajando sin parar, añoraba poder ayudar a todos aquellos niños que no solo se habían visto afectados por padecimientos físicos, sino que también habían sido seriamente afectados en su psique por esas mismas enfermedades, por sus familias disfuncionales o cualquier otro factor que los pudiese aquejar.

- Bueno, puedo observar que la Doctora Haruno tiene todo muy bien organizado en su mente, eso es un excelente comienzo, le garantizo que en menos de un año el anexo del hospital para el área infantil estará lista para iniciar operaciones. – El Arquitecto en jefe acotó.

- Perdonen creo que hable demasiado, pero esto es tan emocionante que no puedo terminar de creer que estamos a nada de comenzar la expansión.

- No tiene por que disculpase Doctora, nos encanta ver tanto entusiasmo cuando nos involucramos en este tipo de proyectos, a partir de este día dejo todo en las manos del Arquitecto Uchiha, él está más que capacitado para poner esto en marcha. Así que esta semana empezaremos con las cotizaciones para la compra del material y las estaremos enviando a la brevedad para la autorización de la directora.

A pesar que tanto Sakura como Sasuke estaban muy nerviosos por volver a estar en presencia del otro, también eran unos verdaderos profesionales, manejaron la reunión de forma excepcional dejando de lado por un momento sus sentimientos y la extraña presión que sentían de estar en la misma habitación, viendo al otro en una faceta que los hacia quererse conocer aún más.

- Entonces señoritas, fue un verdadero gusto conocerlas, estaremos siempre en contacto. – Los hombres se despidieron de ella con otro apretón de mano para posteriormente proceder a retirarse del lugar.

- Vaya es increíble, como si nada la reunión tardo cuatro horas, ni siquiera las sentí. – Sakura y Shizune arreglaban un poco a sala de reuniones para de alguna forma ayudar al personal que apoyaba en el hospital con la limpieza.

- Si, si... Ahora por un momento olvidémonos del trabajo y hablemos de lo increíblemente guapos que están esos Arquitectos. – La morena se recargo contra el escritorio y colocó coquetamente su dedo bajo el mentón.

- ¡Por Dios! ¿Pero que estas diciendo?

- Oh vamos, no te hagas la loca. – Shizune utilizaba un tono coqueto que era poco usual en la segunda al mando del hospital. – Mira Sakura, puede que engañes a la mayoría, pero no a mí, crees que no note las chispas que brotaron entre tú y ... - En ese momento los ojos de la mayor se abrieron de forma casi inhumana. Su rostro mostró duda, luego asombro y volvió a su tono pícaro, ahora aún más remarcado. – El Arquitecto Uchiha... ¡Ah, Sasuke Uchiha! Es él, ¿No es así? ... El amigo de Naruto, el que conociste hace un mes y te movió el mundo.

- Ya Shizune, por favor deja de gritar, te van a escuchar afuera. – Suplicaba la chica agitando las manos frente a su rostro tratando de ocultar en vano el sonrojo que la estaba invadiendo.

- Entonces habla mujer....

- Esta bien, si lo admito es el mismo hombre del que te hable hace rato. – Empezó a caminar en círculos agarrando su cabeza. – Entre tantas personas en el mundo, ¿Por qué justamente tenía que ser él quién entrara por esa puerta?

- Tal vez es el destino, sabes como en esas películas románticas y cursis que se estrenan el 14 de febrero y que nos hacen pensar a todas "Algún día será mi día", quien quite hoy fue tu día.