Donde termina mi camino

Lo que todos ven y nosotros ignoramos

El proyecto de la clínica marchaba de maravilla Sasuke y Sakura eran un gran equipo, habían logrado complementar las ideas de ella con los conocimientos y habilidades que él poseía para hacer que el centro infantil no solo fuera funcional a su fin, también que se pudiera sentir acogedor para aquellos niños que necesitaban volverlo su lugar seguro.

Según la proyección que había presentado Kakashi a los directivos del hospital, en solo 5 meses más la obra estaría terminada y lista para iniciar operaciones en forma, eso también quería decir que únicamente les quedan 5 meses más para que ellos pudieran compartir juntos como hasta ahora. En los últimos meses se había vuelto costumbre para ambos pasar largos ratos bajo el cerezo mientras conversaban primero de la obra, luego como habían pasado el día y por último cualquier otra cosa que a Sasuke se le ocurriera para poder pasar un pequeño rato más al lado de la chica.

Sakura se encontraba recostada bajo su cerezo tomando un pequeño descanso antes de tener que volver para completar su horario laboral, ese lugar la calmaba y por mucho que lo quisiera negar también ese lugar le hacía recordar a Sasuke.

- ¡Sakura-chan! ¡Sakura-chan, Hola! ¿Cómo estás? - Su rubio amigo llegaba corriendo hasta donde la chica reflexionaba.

- ¡Naruto Hola! Cuanto tiempo sin verte. - Saludó alegremente la pelirrosa. - Supongo que estas aquí para ver a Hinata. - Sonrió con aquella picardía que la solía caracterizar cuando intentaba sonrojar a Naruto.

- Sí y no.

- Haber Naruto, deja de jugar conmigo y ve directo al punto.

- Jajaja no cabe duda que se te comienza a pegar lo amargada de Sasori, o debería decir la lengua afilada del teme. - La oji jade se sobre saltó ante la mención de ambos hombres.

- ¿Qué tiene que ver Sasuke en todo esto? - Cuestionó sin estar realmente segura de querer saber la respuesta.

- Según me ha contado Hinata, desde que comenzaron con el proyecto de la clínica ustedes dos han pasado mucho tiempo juntos y nunca en la vida conocerás a alguien con una lengua más afilada que ese sujeto.

- Para ser tu mejor amigo no hablas muy bien de él, ¿No crees? - Ella empujó al hombre levemente con el hombro en forma de juego.

- Que sea mi amigo no quiere decir que no sepa como es.

- Sasuke, es una buena persona, un poco serio y estoico a primera vista, pero en el fondo es un excelente hombre. - Soltó sin siquiera estar del todo consiente que sus palabras salían por sus labios sin pedir permiso a su interlocutor.

- Jajaja nunca he dicho lo contrario, sabes Sakura-chan. - El rubio se sentó bajo el cerezo, imitando la posición de su amiga. - Karin y yo hemos sido amigos de Sasuke casi toda nuestra vida, estudiamos juntos hasta que él decidió irse al extranjero. Fuera de nuestras propias familias no hemos convivido con nadie tanto tiempo como con él.

- Si lo sé, tanto tu como Sasori y el mismo Sasuke me lo han contado anteriormente.

- Sé que lo sabes, el punto mi querida amiga es que, en todo este tiempo jamás había visto al teme sentirse tan tranquilo alrededor de alguien que no fuéramos mi prima y yo. - Se estiró, paso sus brazos por atrás de la cabeza y continuó. - Claro eso hasta que llegaste tu linda señorita de ojos coquetos, me sorprende ver lo bien que se llevan ustedes dos y como se han llegado a compenetrar.

- ¿Y eso es malo?

- No, para nada, todo lo contrario, me siento tranquilo de verlo relajado, siendo él mismo con alguien más, pero Sakura, no nos podemos hacer los tontos por mucho tiempo ante lo que les está sucediendo.