KaoEarth one shots

¡Especial BounPrem! (2/2)

- Mhnm, P'Boun... esp- Prem sentía que le faltaba el aire en cada demandante beso que compartía con el rubio, a la vez que estos aumentaban de velocidad. Estaba acorralado contra la pared con sus muñecas a la altura de su cabeza siendo apresadas por las manos de Boun.

El rubio no tenía ni la más mínima intención de parar y con cada gemido y quejido de Prem, solo quería seguir. Prem se exaltó cuando sintió la pierna de Boun presionando entre sus piernas, y comenzó a temblar ligeramente ante el placer brindado.

Estaba mal y Prem lo sabía.

Si alguien los encontraba en el camerino, en donde deberían estar practicando, de esta manera, los despedirían seguro.
Pero Prem simplemente no podía pararlo.

Por mucho que se odie por decir esto, la idea de hacerlo en el camerino lo excitaba un poco.
Pero Boun no podía esperar hasta llegar a su dormitorio y se sentiría mal si lo dejaba a medias.

- ¿Cambiaste de shampoo? - comenzó a bromear el rubio mientras inhalaba el aroma del contrario. Estaban tan pegados que Boun podía sentir los pequeños y adorables temblores del cuerpo de Prem. - Tienes un aroma distinto... ¿qué es? - se acercó al oído del contrario y empezó a susurrar en éste, sabiendo que Prem era sensible en esa área - ¿coco?... ¿tal vez menta? ¿O simplemente es tu aroma? De verdad no me sorprendería.

Rápidamente Boun pasó sus labios al cuello del chico frente a él dejando marcas no tan profundas mientras que el castaño se sostenía de sus hombros una vez sus manos fueron liberadas.
No sabía cómo lo harían o en dónde terminarían, ¿acaso Boun quería llegar hasta el final? Pero el lugar no era para nada espacioso o conveniente, ni siquiera tenían condones y la puerta no tenía seguro.

Lo que el pelinegro no sabía, era que al contrario no le importaba nada ninguna de esas cosas. Él solo quería disfrutar del poco tiempo que les quedaba, ya que últimamente sus horarios no coincidían y de verdad extrañaba a Prem.
Por el otro lado, Prem se estaba dejando llevar lentamente, cada vez más y más. Hasta que unieron sus labios, besándose hasta dejar al otro sin aliento. El pelinegro pasó una de sus manos al cabello suelto y rubio del contrario, sorprendiendose por la suavidad de éste, mientras que Boun ponía sus manos alrededor de su cuerpo y lo atraía hacia él lentamente sin dejar de besarse.

Pasaron a uno de los sillones de descanso sin darse cuenta y el calor solo aumentaba con cada toque.
Ambos soltaron un gemido cuando sus erecciones chocaron accidentalmente, indicándoles que ambos estabas en su límite.

- Prem, ya no lo soporto más - el rubio se estaba volviendo loco al tener al menor entre sus brazos, sin saberlo ya se habían deshecho de la mitad de sus ropas y sus manos solo hacían contacto con sus cuerpos.

Cada vez la situación se salía más de control y se podían escuchar los pasos de la gente pasar en el pasillo. Una vista rápida hacia el reloj indicaba que era la hora del almuerzo pero eso no calmó las cosas...

Solo las apuró.

- Hia... s-si lo hacemos ahora... no podré guardar silencio - Dijo entre jadeos el menor sabiendo y teniendo en cuenta lo ruidoso que podía llegar a ser a veces.
Sin embargo, no sabía que acababa de explotar una bomba. Ya que sabía que cada vez que lo llamaba de esa forma, Boun solo se excitaba más.

- Siempre me gusta callarte de todas formas... - Respondió Boun mientras intentaba 2 dedos en Prem para luego besarlo, callando todo rastro de placer que ambos sentían.

Boun tocaba las paredes del pelinegro a propósito, y sentía los espasmos de este incluso en el beso. Una sensación eléctrica los recorría a ambos y el sentimiento de deseo estaba impregnado en los dos cuerpos, dejando una necesidad cada vez más difícil de soportar.