Capítulo 17

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La semana estaba acabando, pero Minho no se arrepentía de nada. Luego de feria, todos habían regresado a la casa, comieron algo ligero, se ducharon, vieron una película y finalmente fueron a dormir. Como la noche anterior, Chris se había colado en su habitación, y de hecho, lo hizo toda la semana. Esa semana habían ido a diferentes lugares turísticos tales como: Camellia Hill, el Parque nacional Hallasan y La Cascada de Cheonjiyeon.

Era sábado en la madrugada ya, así que técnicamente era domingo, y todos se encontraban en el gazebo que pertenecía a la casa con chocolate caliente en mano. Nadie quería irse a dormir. Cuando se levantaran en la mañana, tendrían que tomar sus maletas ya hechas para irse de regreso a Seúl. Ninguno quería eso. Jeongin se sentía feliz estando ahí. Sabe que podrá seguir viendo a Felix y a los demás, pero aún así esa semana se había sentido demasiado especial. Simplemente no la quería dejar ir. Minho por su parte también se sentía triste, pero no lo mostraba tal cual. Tenía que mostrarse maduro. Era el adulto y sería raro que su hijo lo viera tan triste a la hora de regresar a Seúl.

Cuando dieron las cuatro de la madrugada con algunos minutos, Minho se giró un poco para ver a los otros chicos y pudo ver a Felix ya dormido sobre el hombro de Changbin. Aunque sabía que los chicos querían permanecer despiertos todo ese rato porque no deseaban irse, su instinto protector salió a flote y mandó a dormir a todos los chicos. Les dijo que durmieran por lo menos hasta las ocho de la mañana. El ferri saldría al medio día así que los chicos podrían disfrutar un poco más antes de que se fueran. Los chicos hicieron caso porque la verdad, estaban más en el mundo de los sueños que prestando atención a lo poco que hablaban.

Minho se levantó también para ir dentro de la casa y con ayuda de Chris llevaron las tazas al fregadero. Decidió que las limpiaría en la mañana así que sin más fue a su habitación, con Chris siguiéndolo de cerca. Cuando entraron a la habitación, una vez más Chris aseguró la puerta y finalmente ambos cayeron sobre la cama. El mayor apagón las luces con el control y se giró para poder ver a Minho de frente. Es cierto que aún estaba oscuro, pero la luz de la luna se filtraba un poco por la ventana. Minho sonrió un poco al ver al mayor y finalmente habló.

-No quiero que esta semana termine.

-Por lo que veo, nadie lo quiere así. -Minho solo sonrió un poco por su palabras y se acercó más a Chris.

Minho decidió que no estaba lo suficientemente cerca de Chris así que se trepó sobre él y lo abrazó fuerte. El mayor por su parte también lo abrazó y comenzó a repartir tiernos besos sobre su cuello. Minho se comenzó a mover un poco aún estando sobre el mayor, de esa manera rozando un poco su trasero con el miembro de Chris. El mayor entró en alerta rápidamente y empujó un poco a Minho para poder quedar sentado. El menor quedó sentado sobre él y lo observó luciendo confundido.

-Minho... este, creo que hiciste algo sin querer y pues... si eso. Sé que no vas a querer así que... ¿más cuidado? -dice medio inseguro.

Minho se rió un poco y se acomodó mejor sobre el mayor. Con calma, agarró el borde de su propia camisa y se la sacó para entonces mirar al mayor de nuevo. Chris tragó grueso, pero Minho tomó las manos del mayor e hizo las las colocara alrededor de su cintura, directamente sobre su piel ahora que no tenía la camisa del pijama puesta.

-¿Quién dijo que no quiero? -dice simple y en menos de lo separado, el mayor lo tomó fuerte para hacerlo quedar acostado en la cama estando esta vez él sobre el menor.

-¿Seguro?

-Seguro. -y sin más lo tomó del cuello para poder besarlo en los labios.

Chris sonrió un poco y se acomodó mejor para no aplastar al menor. Cuando el beso terminó, se separó solo un poco para quitarse su propia camisa. Minho sonrió un poco al verlo, pero luego volvieron a besarse con un poco de más pasión. Cuando ese nuevo beso también acabó, Chris pasó sus besos por el cuello de Minho hasta ir bajando y comenzar a besar su pecho. Minho cerró sus ojos sintiendo la excitación llegar a él y dio un pequeño brinco cuando el mayor se separó para comenzar a bajar los pantalones y ropa interior de ambos. Ya estando ambos desnudos, Chris volvió a acercarse y comenzó a tocar a Minho. El menor por su parte estaba tratando de no hacer sonidos muy altos. Habían otras personas en la casa y no podía permitirse que escucharan lo que estaba pasando.

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