Peligrosamente Prohibido (SasuSaku) +18

C-20 Epílogo

Sasuke

El jodido trayecto hacia la casa, se me hizo insoportable, Sakura no dejaba de hablar con Ino de no se que cosas, supongo que mierdas de mujeres, quería que la maldita noche terminará ya, para poder llevarme a mi mujer a la cama, aún teníamos que celebrar la boda, y lo único que mis bolas querían eran poder desahogarse, trataba por todos los medios de acomodarme la erección, antes de que todos los que iban en el auto con nosotros se dieran cuenta, para el colmó, el sobrino de Sai no dejaba de mirarme cómo si supiera mis más oscuros pensamientos, y por más que le hacía muecas para que dejará de mirarme, más lo hacía, creó que esto es una señal de que no seré un muy buen padre.

- Sasuke quita esa cara - Me susurra Naruto cuando ibamos bajando del auto. - Parece que no haz jodido en seis meses. - Se burló. Él muy cabrón sabía lo de Sakura y no dudaba en echarmelo en cara. Le di un golpe en el estómago, y lo dejé momentaneamente sin aire, sin esperar a que se recuperará me aleje de él, con una sonrisa de satisfacción en el rostro. - ¡Ta..rado! - Bocífero con el poco de oxígeno que le había quedado.

Sakura se alineó a mi lado, y me tomó de la mano brindandome una dulce sonrisa, yo traté de devolverle la sonrisa pero me salió más cómo una mueca.
Después de un rato de recibir y recibir más felicitaciones y abrazos, ya me sentía totalmente fastidiado, y con cada jodido baile me sentía más mareado, puse los dedos en mis sienes y masajee para tratar de reducir la migraña.

- ¿Cariño estás bien? - Levanté mi mirada y vi a Sakura con un semblante de preocupación. Chasquee la lengua con fastidió por haberla preocupado, no quería arruinar para nada su felicidad, éste era su día, ella se lo merecía.

- No es nada Sakura, sólo tengo un ligero dolor de cabeza.

-¿Quieres algo? Puedo ir por una aspirina u otra cosa. - La atraje hacía a mi y la senté en mis piernas.

- Lo único que quiero que hagas por mi... es desnudarte totalmente y que te subas encima de mí mientras masejeo tus pechos desnudos y...

- ¡Por Dios Sasuke! Puede oirte alguien - Sus mejillas sonrojadas me dijeron claramente que había logrado afectarla tanto cómo ella lo hacía con su sola presencia. Aún así no me rendi, continúe excitandola con mis palabras.

- Te garantizo que si deslizó uno de mis dedos en tu deliciosa intimidad podría comprobar que tan mojada estás - Le sonreí con toda la perversidad que podía, mientras ella tragaba saliva y sus pupilas se dilataban, de manera mecánica cerró sus piernas, y su cuerpo se estremeció. Solté una carcajada y la tomé por el mentón, me acerqué lentamente a su boca, cómo un depredador a su presa, pasé mi lengua por la comisura de sus labios, a lo que ella respondió con un ligero gemido, que me hizo ponerme más duro de lo que ya estaba, abrí su boca con mi lengua, y bebi de ella, como si mi vida dependiera de ello, el calor que sentía en la ingle sólo se enfriaria al entrar en ella, como una gata en celo se comenzó a restregar contra mi entrepierna, y yo solté un gemido involuntario. Un carraspeo nos sacó de nuestra nube de excitación.

- Hijo, si quieres pueden retirarse, tú madre y yo nos haremos cargo de los invitados. - Sakura se bajó de mis piernas mirandome de manera asesina y a la vez avergonzada, yo sólo me encogi de hombros cómo que no pasaba nada, mientras le sonreía de manera lobuna.

- Gracias padre, no sabes lo felíz que me haz hecho.

Sin esperar respuesta de mi padre tomé a Sakura de las manos, haciendo caso omiso a sus reclamos, cuándo estabamos por llegar a la puerta la tomé por sus piernas y la cargué hasta la entrada, divirtiendome por su gritito de protesta.
Con cierta dificultad subí hasta la habitación, odiando las benditas escaleras.
Cuándo llegué a la habitación la deposite en el suelo y me regrese a cerrar la puerta con seguro, está noche nada me impediría hacerla por fin mi mujer, claro... oficialmente.