El guía turístico no dejaba de mencionar que en efecto, Jeju era una de las siete maravillas naturales del mundo por su increíble diseño arquitectónico natural.
Lo había repetido unas diez veces en la media hora que llevaban de tour por parte del parque nacional que se veía decorado por lilas de los rododendros. Estaba aburrida.
Habían un par de ingleses, y una pareja que parecía que hablaban español. Aún faltaban dos horas para el almuerzo y tenía ganas de comer samgyopsal. A Yoongi le encantaba.
Junto con el grupo, recorrieron un par de puntos turísticos de la isla, fueron a ver los inmensos cultivos de té verde y en una cafetería les sirvieron helado de ese sabor. No estaba mal, pero tenia ganas de un mint-choco.
- Hey mi niña- escuchó como la pareja de aire caribeño la llamaban- ¿ De vacaciones?- la mujer le habló en inglés y Lena se sorprendió. Asintió con la cabeza y
lo que parecía ser una pareja le indicó con un gesto que se acercara- ¿De donde eres?No parecían tener ningún tipo de mala atención así que decidió acercar seles. Además había un atractivo tremendo en la tonada que implementaban para hablar inglés que hizo que se sienta curiosa.
-Florida, pero vivo en Seul...
- Seguro es otra fan de los chinitos- Se rió mirando al gran moreno. Ambos parecían salidos de un vídeo musical de reggeton, bronceados, atléticos... atractivos- Nosotros somos de República Dominicana. Estamos de luna de hiel.
Lena asintió sin entender a lo que se referían.
- ¿Hiel?
- La hiel es amarga... todo lo contrario a la miel
Lena se rió por tan disparatada idea.
-¿Cómo es eso?- todos tomaron asiento en unas hamaquillas que estaban en el exterior del café- Edúquenme.
- A Ximena le encanta contar esto- el moreno sonrió
- Ya pues Javier- le golpeó el pecho de forma graciosa- ¿Crees que somos pareja?
- Claro- Lena veía ese brillo que el amor o la pasión aparecía en los ojos de las personas que saben jugar ese complicado juego
- Pues mi niña, nos divorciamos hace cuatro años...- la tal Ximena sonrió mostrando un tipo de belleza que Lena no estaba acostumbrada a ver.
Escuchó con detalle a la pareja... No era mucho mayores que ella. Ellos se habían casado muy jóvenes, demasiado para su propia opinión. Diecinueve años en una de las playas de Cuba. Pero los problemas llegaron sin esperar, ambos se dieron cuenta que no estaban hechos para ese tipo de acciones, de hechos y circunstancias. Hace cuatro años habían decidido firmar otro papel que ponía en fin para la ley, el acuerdo que habían hecho de jóvenes. Sin embargo, Javier le contó mirando de tanto en tanto
el rostro de Ximena, que sólo hay un primer amor en la vida. Pese a todo lo malo que vivieron en un matrimonio que no funcionó, se encontraban en algún punto perdido del mapa cada año, para amar a su primer amor.Lena sintió un nudo en la garganta. En ese momento le hubiese encantado poder tener talento para escribir una buena novela, llena de clichés y amor pegajoso para que todo el mundo lo leyera.
Compartió el almuerzo con aquel par de amantes que se habían percatado de la tristeza en los ojos de Lena.
Habían amores que parecían destinados a fracasar. Pero al fin y al cabo, seguían y seguirían siendo amores, espacios ocupados en los corazones de las personas.
Se sentó sobre una incómoda roca cuando el atardecer comenzó a jugar con los colores del cielo y las nubes. Sentía un poco de alivio. Sentía que de alguna forma, la
vida le estaba dando pequeños empujoncitos para seguir, para no decaer.
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break [ m.y.g. / k.t.h.]
أدب الهواةpor más bellas que nos resulten algunas cosas, debemos quebrar las para conseguir la verdadera felicidad en el errante camino que algunos llaman vida.