Apex Legends Academy

Primer Día de Clases. (capítulo piloto)

-- Me alegro taaaanto que volvamos a clases, te extrañé demasiadooo!!

Decía Natalie, una rubia ojiazul de tez blanca y cabello corto, que abrazaba por los hombros a su amiga, mientras caminaban al salón de clases.

-- Ah... Por mucho que me duela decirlo... También te extrañé mocosa.

Le respondió su amiga, Wraith, una muchacha pelinegra, un poco más alta que ella, de ojos azul celeste, pestañas larguísimas y un cuerpo tonificado.

-- ¿Es el último año, ya sabes en que Universidad aplicaras?

Le pregunta la rubia aún colgada de su amiga.

-- Supongo que a la misma tuya, esa prestigiosa... Harvard?

-- Si si! Me hace tan feliz saber que te seguiré viendo! El examen de ingreso será pan comido.

Decía la rubia con una sonrisa amplia mirando a su amiga.

-- Supongo, aunque no me relajaré con eso.

-- Me parece perfecto, este año tendremos entonces más sesiones de estudio que lo habitual, supongo.

-- Estás en lo correcto.

Le respondió en completa calma la pelinegra.

-- Mira, es acá nos tocó en el 11 A. Jeje es donde están los de mejores calificaciones.

-- Nos tocó juntas de nuevo. No como en 9...

Pasaron la puerta de madera.

-- Ni lo mencioneees! TwT ese año fue el peor, estar lejos de ti me mataba.

-- No te lo puedo negar... A veces las clases se tornan muy aburridas sin ti, pequeña genio. No vuelvas a enamorarte. No quiero que te distraigas este año por otro estúpido niño nerd.

Caminaron por entre las filas por la mitad del salón.

-- Okey, lo juro. Pero es que mi corazón es muy enamoradizo. No puedo evitarlo! ;---;

Le prometió la rubia haciendo un puchero.

Las dos muchachas se sentaron donde era habitual para ellas, al fondo en las filas del centro. Dejaron sus morrales a sus costados y continuaron hablando.

Mientras, en otro lado del salón, al lado izquierdo del tablero, hacia la ventana dos muchachos hablaban enérgicamente.

-- Te lo juro, hermano, solo por quitarme la camisa en medio del vídeo se duplicaron las vistas. Tengo pruebas.

Decía un muchacho castaño de piel clara, casi verdosa, con ropas carísimas pero desordenado.

-- Esta bien! No necesito verte semi desnudo en cámara. Tendré que creerte... Lo que me pregunto es tus padres... ¿Saben todo lo que haces en tus redes?

Le respondía un joven bien parecido, trigueño, de cabello rizado y café.

-- Ah... Eso... Estoy CASTIGADO de por vida. Pero como nunca están en casa, nunca cumplo sus restricciones.

Decía victorioso aunque sonó, sin quererlo, un poco triste.

-- Así es hermano. Dame esos cinco.

Subió la mano y recibió un choque con la mano de su colega. Siendo bastante ruidosos. Pero, no les importaba, sabían que si no molestaban durante las clases, podían hacer prácticamente lo que quisieran.

-- Tan ruidoso y atrevido como siempre Tavi.

-- Ajay!
Gritó Octavio. El muchacho de tez clara.
Se levantó del borde de la ventana y saltó a abrazar a su amiga Ajay, morena, bajita, de cabello rojizo y ondulado, boca pequeña y labios carnosos.
Ella le respondió el abrazo.