Capítulo 5

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El reloj estaba a punto de dar las ocho, la joven tenía que salir ya de su casa para coger el bus e ir al instituto. El autobús la estaba esperando, tenía que salir ya. Se despidió de su madre, cogió la mochila y se subió a él. Una vez en el instituto se escapó a la cafetería e intentó que no la vieran. La adolescente compró una rosquilla y luego se dirigió hacia Jayden. Le pidió que si podrían ir a un lugar un poco más privado, él aceptó y se fueron al bosquecillo que había detrás del aparcamiento del instituto. Se sentaron en un banco, y Alice le dijo que le gustaba desde el primer día que le vio, que siempre está a gusto cuando esta con él, que le ama mucho y que quiere que esté siempre a su lado. Rápidamente, enseñándole la rosquilla dijo- ¿Quieres ser mi novio?

El chico, sorprendido, dijo- Sí quiero-. Ella, le colocó el improvisado anillo en el dedo anular, y le dio un mordisco. Jayden respondió- Es mi anillo y me lo voy a comer yo- soltando una carcajada al final. Acto seguido, salió corriendo y Alice le siguió hasta el instituto, y luego le persiguió por todos los pasillos, hasta llegar a su clase, donde se quedó. Tenía arte, una de sus favoritas.

La clase empezó. La profesora les dijo que al ser principio de curso les dejaba hacer lo que quisieran con el arte, que disponían de todos los materiales que necesitarían, que ella les ayudaría a lo que quisieran y que si necesitaban inspiración o simplemente, hacer algo fuera, había una profesora esperándoles en el bosque.  Alice alucinó. Sabía que esa profesora también le caería muy bien, y que podría confiar en ella para lo que necesite. Intentó hacer el esfuerzo por aprenderse su nombre, Alanis. La adolescente se quedó en clase, con unos cuantos compañeros más. Ella se dispuso a hacer un corazón rojo, en el que metería fotos de ellos dos que se echaron ayer en su casa, snacks, y un poema, en el que le expresaba lo que sentía por él.

Alanis se dio cuenta de lo que hacia y le pregunto con una dulce voz- ¿Es para tu pareja?, creo que quien sea se tiene que sentir muy afortunado, o afortunada.- Alice le explicó que era para su novio, que se llamaba Jayden. Alanis le dio unos cuantos consejos para que le quedara mejor, y le dijo que a su novio le encantaría. La clase terminó, la chica le dio las gracias a Alanis y se fue a darle el regalo a su pareja.

Se lo encontró solo, en medio del pasillo. Era el momento perfecto. Se acercó a él, sigilosamente, lo suficiente como para que fuera una sorpresa. La joven chilló- ¡Jayden! - mientras le daba aquel bonito regalo, que él fue abriendo poco a poco. Parecía que le encantaba. La chica se tenía que ir ya, la estaban esperando en su clase de literatura. Se marchó, pero justo cuando iba a girar la esquina descubrió que los amigos de su novio se acercaban hacia él, por lo que se quedó observando. Empezaron todos a reírse, y al principio le pareció normal, al fin y al cabo eran amigos, pero de repente le pareció escuchar un - Mi novia es tontísima, mirar lo que me acaba de dar- Se quedó impresionada, no se lo podía creer hasta que vio a Jayden empezar a romper en trozos el poema y tirarlo a la basura. Las lágrimas estaban a punto de escapar de sus ojos. Luego cogió el corazón, lo tiró al suelo y empezaron todos a saltar encima de este.

 Alice salió corriendo, llorando. Alanis se percató de que estaba ahí, y giró la cabeza y vio al adolescente y a sus amigos terminar de romper todo y tirarlo a la basura. La profesora corrió hacia la joven, e intentó consolarla. Se la llevó a su despacho, para evitar que vieran a su alumna así. Una vez en privado, Alice le empezó a contar todo, a decir toda la historia de como se conocieron, y de que él, esta mañana había aceptado ser su novio. La maestra se mostró muy atenta y muy respetuosa todo el tiempo. Se le escapó una lágrima. Se acordaba de como a ella le estuvieron acosando durante todo el instituto. Llegó a pensar en quitarse la vida, y por eso hoy está aquí. Para intentar ayudar a todo el mundo que lo necesite. La gente de su escuela la acosaban por el hecho de que ella le confesó a su novio que también sentía atracción por otras chicas, su novio se cabreo y la empezó a insultar y decirle de todo.  Luego se lo dijo a todo el instituto, justo después de cortar con ella. No tenía a nadie ahí para ayudarla. Tampoco quería que nadie nunca se sintiera así.

 Alanis la acompañó al baño, y la maquilló para que no se notara que había llorado. Se apreciaba que era una artista, porque apenas tenía veinticinco años y le quedó estupendo. Le dijo que en cualquier momento podía pasarse por su despacho y hacer lo que quisiera, hablar, dibujar, incluso se ofreció a darle clase cuando tenía tiempo libre. Luego la acompañó hasta la clase de literatura y le dijo a su profesora que la retuvo un momento porque tenía que hablar con ella.

La clase de literatura seguía. Estaban hablando de Shakespeare, concretamente de la obra Romeo y Julieta. Era uno de sus libros favoritos, le encantaba ver como había un amor tan fuerte entre ellos dos que no podían vivir el uno sin el otro. 

Amor clandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora