El Perfume

155 3 0
                                    

Pues bien, me senté al lado de unos tipos que mas bien parecían búfalos por su grosor y tamaño, y es que No quería ser tan obvio que Natalie me gustaba, la acababa de ver hace treinta minutos pero en serio había algo en su indiferencia hacia el mundo que captaba mi atención. Y aunque me senté a unos metros de ella aún se podía percibir el olor a Coco de su Shampoo.

Ella no  era como todas las demás chicas en esa aula, se notaba en tan solo la manera de hablar y hasta en su respirar: insonoro,pausado y profundo. ¿Así será ella?

Solo quiero que tambien sea indolora porque ya aposté mi corazón a una mujerzuela que no valió ni una sola de mis lágrimas y esta chica... Wao... Natalie, benditos tus padres por hacerte como eres, gracias a mis padres por dejarme trasladarme de colegio, gracias vida Por demostrarme que hay más gente mucho más buena allí afuera, y aunque ni yo me lo crea, a tan solo tres cuadras de mi casa.

Tocaba como primera clase la asignatura de Aritmética, la verdad siempre me pareció muy tedioso, y nunca me gustó darle tantas vueltas a todo.

Aritmética, ¡¡¡te amo!!! , ¿Y podría ser aún más perfecta ella? Es un cerebrito, bueno, es muy lista. No estaba difícil la práctica. Y aprovechando que era "el nuevo", el profesor Arnaldo se me acercó.

-Joven, es usted un nuevo alumno, me facilitaría su nombre.

-Buenos dias profesor, claro, un gusto. Soy Stephan, Stephan Carransa.

Y vi como ella se exaltó y volteó al oír mi nombre, no creo que ella me conozca, no creo la haya conocido antes. Cuanto quisiera que asi fuese.

-¡Profesor!.- Dijo Natalie alzando su brazo derecho.- Ya que mi compañero es nuevo, podría ser su tutora.

Mi corazón dió un brinco, no podía creerlo. Estaba a punto se dejar a estos dos búfalos y teletransportarme al paraíso donde Natalie y yo eramos los únicos seres vivientes y razonables entre esta masa de criaturas inferiores.

-Por supuesto. No se opone a la idea señor Carransa. ¿O prefiere la individualidad?

-¡¡¡No!!! ... digo... No, esta bien,claro, ahora voy.

Yo estaba al filo de mi carpeta y eran solo tres pasos hasta ella, no pudo haberse notado mi cuerpo de gelatina.

-Bueno señorita Casas, solo espero que sea buena tutora y mantenga la socialización al márgen.
Afirmamos al mismo tiempo.

Se retiró el profesor y quedamos finalmente solos, bueno, al menos en nuestro paraíso.

Ella se giró y me miró con esos ojos tan preciosos. Abrió su preciosa boca y estaba por hablar cuando...

¡Oh! No pude resistir el olor a coco de su cabello. Perfume de diosa. Ese era El Perfume.

El último enamorado ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora