Templado

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Hora del almuerzo.

¿Con quién demonios me sentaría a comer? Natalie estaba descartada, no quiciera hacerla enfurecer más . Así que me senté en la barra de la cafetería que estaba en el 5to piso del colegio. Había una TV con cable y como era el único interesado en ella empecé a buscar algo que ver para disimular mi desubicación.

Puse el canal de Animal Planet, nada. History, nada. Y entonces alguien me arranchó el control de la mano y puso MTV.

Natalie, tan ella con las mejillas sonrosadas y sus ojos entornados por el capricho de querer joderme, y sí que lo conseguía, pero a la vez hacía que la adorara aún más.

- ¡Carajo Natalie!.- grité.- podrías ser más delicada...¡digo!.

Su cara resultó un poema, estaba como escaldada, si es válido el término: Toda irritada y muy roja.

-Imbécil. Lárgate de aquí y dejame ver .- espetó con furia, estaba verdaderamente cabreada.- dejame sola, lárgate.- su voz se fue apagando.- dejame sola...

Mierda, esta muy furiosa pero es que no entiendo... Sé que tal vez sea aburrida la clase de Aritmética pero no le pedí a que se quedará, aunque en parte si tengo mucha de la culpa.

- Natalie - le dije- si el hecho de que estés asi es por mi culpa lo siento, vete a tu casa, le diré a Arnaldo que te dieron cólicos.

Entonces me miró muy directamente a los ojos y me preparé para el más fuerte de los bofetones jamás recibidos en la historia, pero ella siguió así por un momento, mirando, paciva, aunque sus ojos hinchados no revelacen calma. No la oí decir nada... nada.
Y entonces de un momento a otro cuando yo ya habia desviado la mirada ella se me acercó aún más, con miedo abrí los brazos y ella me abrazó, muy fuerte. Puedo sentir sus costillas, está tan delgada; su clavícula perfora mi pecho, y sus senos estan tan pegados a mi cuerpo que por un momento se sitió incómodo pero es un abrazo especial como si en el se resumirse tanto dolor, tanto pesar.
La estrecho más fuerte contra mi cuerpo, siento que podría romperla o hacerle doler así que lo hago con sumo cuidado.
Comenzó a llorar, mi brazo se va empapando, mis brazos la aprietan aún más y mi corazón siente la imperante necesidad de protegerla, de amarla.

- ¿Natalie?... Oye, por favor, no llores que me partes el alma. No Sé porqué estas así pero sea lo que sea una guapa como tú no deberia llorar. Esas ojeras y esos ojos hinchados... Uy, no te favorecen en na-da. - una risita se le escapó y me sentí dichoso al hacerla reir.- Venga, te invito algo para subir los ánimos.

Seguia sin hablar, le retiré los cabellos del rostro y los sentí húmedo.

-Natalie, lo siento... en serio.

-Cállate.- Dijo al fin- No es por eso, me agrada Arnaldo y sus clases, solo que... .- silencio.

-Solo que... . - repetí.

-Hoy queria hacer algo por la tarde pero he caído en la cuenta de que no tiene mas importancia. Él es un completo gilipollas, me ha destrozado y yo que le había abierto mi corazón al fin.
Como sea, te debo estar aburriendo. Adios y gracias, todavia no comienza el suplicio de tenerme como compañera de carpeta.- guiñó un ojo, se secó la cara y salió sorbiendose la nariz.

Quedé perplejo. Que habrá querido decir con todo eso... ¿Debería averiguarlo? ¡Por supuesto!. Estaba encantado, no, impresionado o hasta quizá maravillado con su forma de ser: tan ruda y divertida, preciosa y menudita, la ves y sientes ganas de protegerla y siendo yo mucho más alto que ella la siento como una criatura indefensa a la que quiero amar.

4:50 pm

¡¡¡Ya lo descubrí!!! ella, talvez está rota por dentro pero estoy dispuesto a hacerla feliz.

Aunque aparentemente ella ame a otro yo estoy Templado, ese es el término para lo que siento. Templado.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2015 ⏰

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