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Prem Warut estaba en su cama en pose de meditación. Tenía apoyada en su piernas su laptop y sonrió cuando su nuevo cliente le dijo cual sería su "trabajo".

—¿Nuevo cliente?—preguntó Ohm Thitiwat, su amigo y compañero de cuarto al verlo sonreír. Siempre que lo hacía era porque tenía nuevo trabajo y, por ende, más dinero. Se habían conocido hace como dos años cuando Ohm estaba buscando un lugar donde quedarse.

—Sí. Y lo más curioso es que es un estudiante de tu universidad—respondió sin dejar de ver la pantalla. Su cliente le estaba diciendo dónde se encontrarían. 

—¿Enserio? ¿Cómo se llama? Tal vez lo conozco.

—No sé si lo conozcas, pero se llama Fluke Natouch.

Ante la mención de ese nombre Ohm se puso serio. Su cara mostraba una expresión de pocos amigos y sus puños se apretaron con fuerza. ¿No podía ser "ese" Fluke, verdad?

Se acercó como alma que lleva el diablo hasta donde estaba Prem y al ver a la persona en la pequeña fotografía de perfil, se dió cuenta de que sí, era su Fluke el que estaba contratando a su amigo. Sin poder evitarlo, su corazón dolió.

—Oye, Ohm, ¿te encuentras bien?—preguntó preocupado pues la reacción de su amigo no era normal. Ahí había una razón de trasfondo y él deseaba saberla.

—Sí, estoy bien. Es solo que no puedo creer que de verdad sea mi Fluke el que está contratando tus servicios—dijo un poco dolido. Sabía por boca del mismo Prem que en su trabajo hacía de todo, hasta incluso acostarse con los clientes si así ellos lo requerían, lo cual gracias a dios no era tan frecuente.

—¿Cómo que "tu Fluke"?—interrogó con confusión. Miles de ideas pasaban por su cabeza en ese momento. ¿Acaso era el novio de Ohm?¿Su ex? ¿Algún familiar?

—Fluke Natouch es el chico al que he amado en secreto los últimos dos años desde que por casualidad chocamos en mi primer día en la U.

Okey, eso no se lo esperaba.

—¿Nunca te atreviste a hablarle siquiera?—preguntó, dejando a un costado su laptop mientras que Ohm tomó asiento en una de las esquinas de la cama.

—Después de que chocamos, lo ayudé a levantarse y cuando él me agradeció, pude observar sus hermosos ojos. Llámame loco si quieres, pero en ese instante sentí que él era el indicado para mí.
Averigüé todo sobre él y cuando planeaba acercarme a hablarle para conocerlo, él se apareció con un chico que lo agarraba de la cintura con mucha propiedad, como diciendo "él es mío". Era su novio y Fluke se veía feliz y radiante a su lado. Entendí que no tenía ninguna oportunidad y permanecí en las sombras.
Traté de olvidarlo y terminé metido en encuentros de una noche de los que ahora me arrepiento.
Hasta hace unos meses los veía juntos, después creo que terminaron.
Iba a hablarle, pero escuché muy claro a su amigo, Earth si no me equivoco, que Fluke no quería saber nada del amor.
Y así fue como nunca logré hablarle siquiera—terminó de narrar con desánimo.

—Oye, anímate. Para que lo sepas, Fluke me contrató para que me haga pasar por su nuevo novio hoy en una fiesta en la noche. No sé los detalles. Es lo único que me dijo.

—¡Verdad! ¡La fiesta de San Valentín!—Ohm se palmeteó la frente. Recién se acordaba de eso. Y él pensando que Fluke tenía "necesidades" que atender. De inmediato se sintió fatal por haberlo pensado.

—Oye, Ohm. Se me acaba de ocurrir una idea para que por fin puedas hablarle. ¿Qué te parece si tomas mi lugar?

—¿A qué te refieres?

—A que seas tú quien se presente en mi lugar como su "novio falso".

—¿Estás loco? Él sabe cómo luces. ¿Cómo esperas que me presente diciendo que soy tú?

—Le dices que eres mi colega y que vienes en mi reemplazo porque sufrí un accidente—concluyó con una sonrisa.

Thitiwat lo meditó un momento. ¿Qué podía pasar? Solo era ir y actuar como el novio de Natouch, aunque por dentro él se vaya a morir deseando que fuera verdad. Además, era la única oportunidad de estar cerca de su amado.

—Está bien. ¿Qué tengo que hacer?

—Lo primero es que debes tomar una ducha y usar loción. Después te vistes con la mejor ropa que tengas porque recuerda que eres "mi colega" y en mi trabajo todos se visten como galanes de cine.
Por último, cuando estés con él, haz todo lo posible para que se sienta cómodo y relajado contigo pues de ese modo dará buenas recomendaciones sobre mí en la página de citas—dijo emocionado. Se sentía como un casamentero. —Y no te olvides de cobrarle.

Ohm lo miró con mala cara por lo último pero no dijo nada. Se puso de pie, caminó hacia su lado de la habitación y cogió su toalla y un calzoncillo. Colocó la toalla en su hombro e ingresó al baño a darse una ducha.

Al cabo de 15 minutos salió en ropa interior. Se acercó a su armario, lo abrió y empezó a buscar entre sus ropas sus mejores prendas.

Cuando las encontró, se vistió y después se ocupó de su cabello. Se miró en el espejo y sonrió. Le gustaba su look sexy y de chico malo.

—Quedaste mejor de lo que creí—comentó un sorprendido Prem. Ohm por lo general era de vestir ropa cómoda y sencilla. Muy rara vez lo veías con pantalones apretados o con  casaca de cuero. Le palmeteó el hombro en señal de apoyo y agregó: —Ya estás listo para tu cita con Fluke Natouch.

Miraron el reloj en la pared para comprobar la hora. Prem quedó con Natouch de verse a las 6:50 y el reloj marcaba las 5:50. Faltaba una hora, pero era el tiempo justo que le tomaba a Ohm ir hasta la universidad, considerando que tomaba el autobús y este a veces solía demorarse.

Se despidió de su amigo, quien le deseó suerte. Cogió su billetera, su celular y las llaves de la habitación y salió a paso rápido.

Por fortuna, el autobús no demoró mucho en venir. Tomó asiento y trató de calmar su agitado corazón. Estaba emocionado y no podía evitarlo. Por fin iba a estar cerca de su amado y eso solo hacía que su corazón latiera fuerte y descontrolado.

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Fluke ya estaba listo. Se había bañado y vestido con todo el desánimo del mundo. En verdad no deseaba salir, pero ese maldito vejete tenía que fregarlo todo. Se acomodó el cabello y miró su reflejo en el espejo. Llevaba un pantalón negro no tan ajustado ni tan suelto, una sencilla polera de color azul y una casaca de color blanco masomenos gruesa. Después de todo, era de noche y estaba seguro de que haría frío.

Se acercó a su cama y se sentó a esperar. De acuerdo a su reloj faltaba una hora para la hora acordaba con Prem y él solo requería de 20 minutos para llegar a la universidad.

Revisó el dinero en su billetera y comprobó que tenía lo suficiente como para pagarle al chico y comprarse algo de beber en la fiesta. Tal vez un poco de alcohol no le caería nada mal.

Al cabo de media hora, salió. Caminó con tranquilidad y como siempre, llegó en solo 20 minutos. Se dirigió a la salida de emergencia de la U y esperó a que su "novio de alquiler" llegara.

—Buenas noches. ¿Eres Fluke Natouch, verdad?—preguntó una voz por demás ronca y sexy que logró ponerle los pelos de punta a Natouch. Se giró para encarar al tipo que le hablaba y casi gimió por el espécimen frente a él.

—Sí, ¿quién eres tú?

—Soy Ohm Thitiwat, colega de Prem. Vengo en su reemplazo porque sufrió un pequeño accidente y no podrá venir—dijo Ohm con una sonrisa y una mirada por demás profunda, logrando que el más bajo se estremezca un poco. Nunca nadie, ni siquiera su ex, lo había mirado de esa manera.

—Él se encuentra bien, ¿verdad?

—Sí, por fortuna solo se fracturó una pierna.

—Siendo así, tú serás mi "novio" esta noche—dijo más para sí mismo. Ohm logró escucharlo y en silencio le tendió un brazo, brazo que Fluke agarró, sintiendo de inmediato la fuerza de este. Tragó saliva sin que Thitiwat lo notara y empezaron a caminar hacia el gran salón de eventos que la universidad poseía. 

Novio de Alquiler [OhmFluke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora