23
Sian
Desde que Diego me confeso que está enamorado de mí, se ha abierto mucho. Me gusta este lado de él. Siempre parece tan tranquilo y relajado, como si no le importara mucho. Es agradable escucharlo admitir que él también es vulnerable. Cuanto más salgo con él, más creo que hay algo entre nosotros... algo más que perder el tiempo y mirar películas. De hecho, me pregunto por qué voy a ir a esta cita con Sebastián esta noche.
Diego me ha estado alentando al respecto. Diciéndome que será bueno para mí. Hoy incluso me estaba enviando mensajes de texto para preguntarme si estaba emocionado. Quizás tenga razón. Solo necesito salir y disfrutar de follar un poco. Pero incluso mientras estoy parado aquí, tratando de ponerme el arnés para cuando me encuentre con Sebastián, estoy pensando en lo lindo que sería recostarse en la cama con Diego, él dibujando en su bloc de notas mientras trabajo en algo nuevo problemas matemáticos con los que he estado jugando toda la semana, los que encontré en un foro que frecuentaba. Afortunadamente, independientemente de lo que suceda esta noche, al menos sé que a Diego no le importa una mierda si me conecto o no con Sebastián. Que no va a cambiar lo que ambos estamos empezando a sentir el uno por el otro.
Abrocho mi arnés de cuero negro al anillo que se encuentra en mi pecho y lo miro en la puerta del armario con espejo. En lugar de una cita para cenar, Sebastián sugirió que fuéramos a Cockfight para una noche de cuero, lo que suena muy divertido.
"Mierda", digo cuando me doy cuenta de que me lo he puesto mal.
"¿Necesitas ayuda con eso?" La voz de Diego viene de detrás de mí. Me giro y lo veo caminando por mi puerta.
"No molestaria", respondo. "Siempre pongo esta maldita cosa por el camino equivocado la primera vez". Desabrocho el arnés y se lo entrego a Diego. Él lo evalúa antes de colocar las correas sobre mi cabeza, descansando sobre mis hombros y colocando el anillo de metal sobre mi pecho. Extiendo mis brazos hacia los costados mientras él se estira y tira de las correas inferiores y las abrocha al anillo. "Ahí vamos", dice, sonriendo como si estuviera feliz de poder ayudarme. Miro mi reflejo.
"Perfecto". Realmente afilada.
"Extiende la mano y pasa el dorso de sus dedos justo debajo del anillo del arnés, bajando por mi abdomen. Su toque agita el movimiento en mis jeans, y cuando los alcanza, tira de la cintura y revela mi suspensorio negro.
"Oh ... me gusta esto", dice. Su mirada se encuentra con la mía, y lanza sus manos hacia atrás rápidamente.
"¿Qué?"
"Voy a tener que retroceder ahora antes de llevarte aquí mismo a tu cama".
Aunque hace un guiño después de decirlo, puedo decir por esa mirada familiar en sus ojos que no es tanto una broma como una advertencia, una que alarga mi polla aún más. Me mira una vez más.
"Sebastián va a necesitar que rompas ese trasero esta noche".
"Esperemos".
"Tenía una buena idea para tu cita", dice.
"Su amigo está tocando DJ esta noche, así que quería estar allí, y pensó que sería una forma genial de reunirse". "¿Qué vas a hacer esta noche? "
"Iba a salir con Emilio. Joaquín está trabajando en un proyecto en el condominio para su trabajo, y Emilio pensó que podría necesitar un poco de espacio mientras lo hace".
Honestamente preferiría estar con ellos. Pero más que eso, estoy un poco incómodo con la idea de que Diego traiga a otro tipo aquí para follar. No tengo ninguna razón para sentirme así, especialmente teniendo en cuenta que me ha dado el reinado libre para joder con quien quiera. Sería un maldito hipócrita sentir celos por eso cuando prácticamente me está tirando a Sebastián. Me recuerdo a mí mismo que no somos una pareja. Ni siquiera sabemos qué estamos haciendo aparte de ver hacia dónde nos lleva todo esto. Solo necesito salir y divertirme. Apegarse al plan. Lo peor que podría pasar es que Sebastián termine siendo un imbécil como Roger.
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Trabajándolo
FanfictionDespués de que su novio lo abandona, Sian necesita un lugar para vivir. Gracias a sus amigos, tiene una gran oportunidad para compartir con un tipo llamado Diego, en Metrópolis, el condominio más popular de la ciudad. Pero las cosas se ponen un po...