Sí, se puede.

Sexto capítulo

Disculpen la demora, es que estaba a mil con el colegio, pero ahora si tengo mis felices vacaciones bien merecidas. Aplausos, ah, ¿que le pasaba? Jajajajaja.

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Lo llamé y le dije, te espero en el lugar de siempre, y me dijo que si.

Nuestro lugar era la plaza Justo, ya que quedaba la misma distancia su casa de la plaza y mi casa de la plaza, estaba todo calculado. Con Marcos había empezado a tener el hábito de caminar, sino yo, todo colectivo, o que me llevaran. Pero aunque nadie lo crea me gustaba ese momento de paz con la música, desde que salia de mi casa hasta verlo.

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Yo llegué antes que él, porque siempre yo era la que llegaba dos o tres minutos tarde, pero ese día era especial.

Lo vi llegando y me agarró lo mismo que me agarraba siempre, esas mariposas en la panza, y quería disimular mi gran alegría al verlo, quería saltar en sus brazos y decirle: - perdoname, te amo con mi alma. Pero... Si, siempre hay un pero... Me contuve y no lo hice, espere seria hasta que el llegara a mi y pudiésemos hablar.

Nos sentamos en un banquito, y le dije que me escuchara, que tenía algo que decirle, y así comencé : - perdón por lo de anoche, y por no darme cuenta que con mis cosas te hago mal, yo si te amo y mucho, no se que me paso, sera el miedo o la costumbre a que nada me dure más de dos meses, yo con vos me siento feliz y quiero seguir pero voy a entender si no quieres saber nada más conmigo. Yo te quiero demostrar que si te tomo en serio y que soy nada más, tuya.

Me miro y me puso un par de condiciones y acepté, ambos nos besamos, sus besos, AWWW, eran tan míos, eran tan perfectos para mi, eran adictivos.

Hoy es cortito, no tengo mucha inspiración y fue lo mejorcito que me salió, espero que guste.