Sí, se puede.

Quinto capítulo

Gracias a todos los que leen esta historia, ojalá la vean muchos más y les guste tanto como a mi al escribirla para ustedes. Para que al finalizar la historia se den cuenta que el ser humano puede superar absolutamente todo, hasta el más profundo sentimiento de amor.

Nuestros días eran a escondidas, ya que como mi papá no estaba de acuerdo algo teníamos que hacer. Los días trascurrieron, hasta convertirse en dos meses.

En esos dos meses, admito que era feliz, pero que no me lo tomaba en serio, ya que pensaba que no íbamos a durar, que era un tonto noviazgo más de mentirita. Por eso me hablaba con un chico llamado Felipe.

Felipe era el típico chico que parece que es gay pero nada que ver y tenía algo que me llamaba la atención y aunque no lo crean, eran sus aparatos. Yo deseaba saber que se sentía besar a alguien con aparatos.

Entonces había onda, pero pasaba que yo tenia novio. Habíamos hablado para un encuentro y que él no se enterara. Pero un día yo acompañando a Josefina deje mi celular con Marcos, olvidándome de las conversaciones.

A la vuelta yo recuerdo y le empiezo a comentar a mi amiga y justo llegando a Marcos vi como dejaba mi celular y aún así me sonrió con todo el amor del mundo.

Siguiendo con el juego del tonteo un día le dije que ya no lo quería, que sentía algo por este chico Felipe, y el me confeso que había leído todo, y aún así no me dijo nada.

Yo, juro, no sabia que decirle, pero en ese momento me salió decir: No te amo más. Y apenas dije eso, me lamente porque era mentira, yo si lo amaba, yo si quería estar con el, pero no sabia que estaba pasandome.

Me deje de histeriqueos y decidí dejar eso, se lo explique a Felipe y estuvimos de acuerdo, ya que nadie quería lastimar o perjudicar a nadie.

Pasó el tiempo, y yo aún seguía lastimándolo sin darme cuenta y Marcos, seguía estando para mi, hasta una noche donde llorando y ya harto de mi y mis cosas me dijo: vos no mereces algo como yo, vos me haces pagar lo que los demás hicieron con vos y no es así. Esa misma noche lo llame un montón de veces y no me atendió. Me quede pensando toda la noche y si, tenia razón, lo estaba lastimando y yo no merecía nada de él porque estaba siendo injusta. Esa misma noche supe que lo amaba demasiado y que tenia que reparar todo el daño hecho, que no se tenia que repetir, le iba a demostrar que él era todo para mi.