•°•°•Chapter 20 - Danny Phantom°•°•°

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Capítulo 20

Vi como Sam recogió el montón de fotos y las llevó a su lado de la celda. No tenía la energía para decirle que volviera. No sabía si alguna vez me había sentido tan jodidamente vacío Cuando Sam se fue de Amity, sentí angustia. Con la muerte de Jazz y Tucker, pensé que debería sentir un dolor abrumador, peor que cualquier cosa que haya sentido antes, pero no había absolutamente nada Me sentí ... muerto.
S

am revolvió las fotos, rápidamente dejó algunas en el suelo y luego alineó las buenas fotos de Jazz y Tucker para que pudiera verlas todas a la vez. Ella retrocedió para mirar las fotos y luego me miró por encima del hombro. "¿Está bien? Debería haber preguntado".
Asentí, fijando mis ojos en la imagen de Tucker sosteniendo a Jazz en sus brazos. Ambos se veían tan jodidamente felices, tan jodidamente vivos, que era casi difícil recordar que ya no estaban. Habían sido golpeados y destruidos. Me preguntaba si la muerte había sido dolorosa para ellos y esperaba que no lo hubiera sido. Ambos habían estado en coma cuando se fueron. Tal vez ni siquiera se habían dado cuenta de que se estaban muriendo. Tal vez había sido como quedarse dormido, excepto que nunca habían tenido la oportunidad de despertarse. Por un momento me pregunté si volverían como fantasmas, pero no lo pensé por mucho tiempo porque sabía que ninguno de ellos lo haría. Todos habíamos visto lo que pasaba con las personas una vez que eran fantasmas durante demasiado tiempo; perdieron la mayoría de los aspectos de su humanidad y se convirtieron en seres más empeñados en la destrucción que cualquier otra cosa. Pensar en fantasmas me hizo pensar en mi dolorosa muerte y estaba preocupado por los momentos finales de Jazz y Tucker nuevamente. ¿Y si la muerte fuera tan infernal sin importar qué?
No era como si hubiera alguien a quien pudiera preguntar. Sam nunca había ... Oh . En la penumbra, miré a Sam, que estaba acostada boca arriba, con los ojos cerrados, aunque no creía que estuviera durmiendo. Tuve experiencia con Sam mientras ella dormía y no se parecía en nada a lo que estaba haciendo ahora.
"¿Sam?" Yo empecé.
"¿Sí, Fenton?"
"Yo ..." Llegué tan lejos antes de darme cuenta de lo idiota que sería preguntar sobre su intento de suicidio. Lo peor que podría hacer aquí sería recordarle su dolor pasado. "Lo siento, no importa. Fue una pregunta realmente tonta. Olvida que hice cualquier cosa".
Escuché el ligero ruido de algo moviéndose. "Pensé que me conocías mejor que eso".
A pesar de todo, solté una risa oscura, porque lo hice , aunque no esperaba que ella lo admitiera. "Lo siento, lo sé; no hay frases sin terminar". Era una de sus muchas manías. "Pero, mira, es realmente lo mejor que no pido. Lo siento".
"Si te preocupa ofenderme, lo has hecho peor". Esaera la mierda que esperaba que admitiera.
"No es algo en lo que deba pensarse". ¿Por qué molestarse en pensar en más muerte? ¿Por qué molestarse en recordarle a Sam que lo había intentado antes? Tenía miedo de que ella se desesperara tanto como para intentarlo de nuevo mientras estaba en la celda. Si ella quería resolverlo, estaba seguro de que lo haría.
"Fenton", sonó exasperada. Al menos el tono era algo familiar. "No saberlo podría volverme loco. Podría ser homicida y luego la única persona a la que mataría serías tú".
"Eso podría ser mejor para ti", murmuré por lo bajo. Levanté la voz y dije: "No quiero empeorar las cosas".
Sam soltó una carcajada tan fuerte que rebotó en las paredes de piedra y resonó. Era una risa tipo Joker, toda locura y desesperación. Aun así, me encontré con una pequeña sonrisa, porque era lo más cercano a la verdadera alegría que había escuchado, de ella o de cualquiera, en un maldito tiempo.
"Como si pudiera empeorar", dijo Sam, amargado y sin aliento. "Solo haz la maldita pregunta, por favor".
"¿Cómo te sentiste cuando estabas muriendo?"
Sam dejó escapar un maullido tan silencioso que ni siquiera pensé que ella sabía que había hecho ruido. Después de un largo momento, ella dijo: "¿Por qué quieres saber?"
"Estaba pensando en Jazz y Tuck. Me preguntaba qué sentirían y yo ... no sé. Fue estúpido. Lo siento".
Fue estúpido. Lo siento ' fue el lema de mi vida. Si alguna vez salgo de aquí, debería tatuarme en la cara, solo para advertir a todos los que conozco.
"Eres mitad fantasma. Sabes lo que se siente".
La forma en que lo dijo lo hizo sonar como si el tema estuviera cerrado. Pero ahora que había preguntado, necesitaba mi respuesta. "Necesito saber que sintieron algo diferente. Cuando morí, era demasiado doloroso para las palabras. No desearía eso en nadie ... nadie más que Vlad. No puedo soportar la idea de que esa sensación sea la última Jazz y Tucker lo sabía. Solo quiero poder creer que morir puede ser pacífico, pero ... no creo que lo sea ".
¿Cómo podría ser cuando las consecuencias de la muerte fueron tan jodidamente difíciles?
"Lo es", dijo Sam rápidamente. "No se siente como dolor".
Estiré mis piernas frente a mí, haciendo una mueca ante sus palabras. Como ella había dicho antes, la conocía. "Ahora solo me estás diciendo lo que quiero escuchar".
"No dudes de mí". Ella me conocía muy bien.
"Si no fue doloroso, ¿cómo fue?" Lo desafié.
Escuché a Sam respirar profundamente y, nuevamente, sentí pena por arrastrar estos recuerdos en ella.
"Durmiendo ... casi", dijo en voz baja. "Después de tragar esas píldoras, fue como si un edredón pesado me cubriera, excepto que la sensación comenzó en mi estómago y se extendió por mis venas. Sentí que este peso aumentaba hasta llegar a mi cerebro y luego sentí ... no "No sé, rodeado, supongo, sería la mejor palabra. Fue como caer en un sueño pesado".
"¿Y no dolió?"
"No. No dolió en absoluto".
Me sentí aliviado por mi hermana y mi mejor amiga. "Siento haberte preguntado. No quería hacerte pensar en eso".
"Está bien." No parecía que estuviera del todo bien. "Pero me voy a dormir ahora".
"Está bien. Buenas noches, Sam". Me preguntaba, ociosamente, si realmente era de noche.
"Buenas noches", dijo, y luego se calló.
Me acosté, aunque no tenía intenciones de dormir. Me incliné para mirar la misma imagen de Jazz y Tucker. Dondequiera que estuvieran ahora, sabía que estaban juntos y sabía que eran felices. Apreté los puños con fuerza. Los volvería a ver, algún día, y aunque no estaba bien que perdieran la vida de la manera en que lo hicieron, pensar en que estaban en un lugar donde ya no tenían que preocuparse por nada me hizo sentir solo el un poco mejor.
Escuché la respiración de Sam profundizarse. Me giré un poco para poder ver la parte superior de su cabello negro, una vez largo y suave, ahora grasiento y enmarañado. Solo ver esa pequeña parte de ella me hizo sentir reconfortada. No podía dejarme abrumar por esta húmeda realidad, porque todavía tenía que luchar por ella. Parecía imposible que, hace solo unos meses, "luchar por Sam" significara recuperarla y demostrarle que yo no era el imbécil que ella creía que era. Ahora, sabía que era peor que el imbécil que ella creía que era y estaba más que dispuesta a dejarla ir porque eso significaba que ella podría vivir. Vlad ya le había costado la vida a demasiadas personas: Sam no sería contado entre sus víctimas.
Escuché la reja de la puerta de la celda abriéndose y me puse de pie, con el corazón martilleando en mi pecho. ¿Estar aquí realmente me había embotado tanto que no había notado que Vlad se acercaba? Llevaba la cara de Plasmius y se llevó un dedo a los labios cuando entró. No solía escuchar a Vlad, pero si había aprendido algo, era que mis maneras distantes nunca me habían llevado a ninguna parte. Me puse en cuclillas defensivo, observándolo mientras entraba a la celda.
"Recuerda", susurró, y me di cuenta de que estaba tratando de no despertar a Sam, lo que me hizo preocuparme aún más, "cualquier uso de tus poderes la lastimará y, finalmente, la matará. La transformación la matará de inmediato".
¿Qué estaba planeando? ¿Iba a tocar a Sam? No creía que fuera un pervertido, pero Vlad ya había demostrado ser mucho más de lo que nunca hubiera imaginado que era. Sin embargo, no se acercó a Sam. Se acercó a donde mi cadena estaba unida a la pared y lo vi sacar el pequeño dispositivo que había usado para cortar la cadena de Sam y también apuñalarla. Desenganchó mi cadena y comenzó a enrollarla alrededor de su mano.
"Vendrás en silencio", dijo, "porque será ella quien pague por tu insolencia".
Yo planté mis pies. ¿Cómo diablos podría dejar mi pequeña zona segura? ¡La lastimaría sin importar lo que pasara! Un paso en la dirección equivocada y la vería con un dolor inimaginable.
"Si no vienes", dijo Vlad a modo de advertencia, "la torturaré y luego te sacaré de aquí de todos modos".
Avancé un paso, sin acostumbrarme a sentirme tan indeciso sobre nada. Vlad tiró de mi correa y sentí que el frío metal me mordía la piel. Miré la forma de dormir de Sam. Podría ir con él y lastimarla, o él podría lastimarla y luego arrastrarme con él y lastimarla más. Cerré los ojos para no tener que verlo y luego salí de mi zona de seguridad. Inmediatamente, escuché los ruidos del movimiento de Sam. Si retrocediera ahora, ella estaría bien, pero Vlad me estaba arrastrando hacia adelante. Después de las semanas de hambre y deshidratación, él era más que un rival para mí.
Sam gritó cuando Vlad me sacó de la celda. Rompí mi hombro a un lado de la puerta, maldiciendo por lo bajo.
"Seamos amables, pequeño tejón", sugirió Vlad con calma, guiándome como un perro.
Ahora que sabía que no tendría que ver el sufrimiento de Sam, abrí los ojos y miré a mi alrededor para ver si podía obtener información del pasillo fuera de la celda, pero no había nada. Toda el área tenía una sensación de mazmorra, tenuemente iluminada con piedra gris que lo cubría todo. Vlad me llevó a una habitación y parecía que salía de un mal porno. No como porno amateur filmado con mierda, sino algo de porno de bajo presupuesto, que intentaba ser demasiado difícil de ser rizado, y no era de ninguna ayuda.
Elliot estaba parado en una esquina de la habitación, justo detrás de la mesa. Parecía una mesa de ginecomastia (no es que tuviera ninguna experiencia con un ginecólogo de ninguna manera o forma) pero tenía estribos cerca del fondo de la almohadilla negra. Cerca del centro había grilletes que estaban claramente destinados a mis muñecas.
Él era un pervertido de mierda, pero no era Sam que estaba buscando.
"¡Bastardo asqueroso!" Lloré, sintiendo mi odio por el dúo en cada parte de mi cuerpo, y tiré de mi cadena, tratando de quitárselo de las manos.
¡Suficiente!"
Quiero decir, sabía que estaba enamorado de mi madre, pero esto estaba yendo demasiado lejos.
Elliot se adelantó y luego vi lo que tenía en sus manos. Un arma. Me detuve. Ecto-armas que sabía que podía manejar, pero ¿un arma normal? Nunca me habían disparado antes y no tenía idea de lo que me pasaría si lo hiciera.
"Acuéstate en la mesa", ordenó Elliot.
"No estamos preguntando", dijo Vlad.
"Están terminando las frases del otro, qué dulce". Cállate, Danny.
Elliot estaba detrás de mí antes de darme cuenta de que se había mudado. Sentí la pistola metiéndose en mi columna y respiré profundamente. Quería desesperadamente dar la vuelta y estrangularlo; usar mis poderes para golpear su cabeza más allá del reconocimiento, pero no pude. Me sentí tan jodidamente impotente cuando me empujó hacia adelante. Vlad me agarró y me obligó a subir a la mesa, asegurándome las piernas mientras Elliot me sujetaba las manos. Mi cadena estaba doblada hacia la izquierda, haciéndome sentir más pesado en ese lado.
"Ahora", dijo Vlad, sosteniendo algo que parecía un microchip. "Esto va a ir en tu pierna. Eso es todo lo que necesito de ti".
¿Por qué carajo?
"Y luego, voy a hacerte lo que le hice a tu hermana", dijo Elliot en mi oído. "Pensamos que tenías derecho a saber".
Instintivamente, comencé a formar una bola ectoplásmica en la punta de mis dedos, pero en el momento en que el color verde neón me llamó la atención, dejé morir el poder.
No solo me sentí impotente; Yo estaba impotente.

¿SuperMan? Danny Phantom Multi-Capitulos CompletosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora