cinco

577 70 8
                                    

-¿Y?, ¿está todo bien?

Ante la pregunta, Naruto negó en ademan y corrió hacia Kakashi. Por alguna razón se sentía protegido con él. No importaba si no existía la confianza entre ellos, e incluso debería odiarlo por desconocer el motivo de haber terminado sosteniendo relaciones sexuales con él. Probablemente lo había forzado.

El último pensamiento, lo hizo reconsiderar mejor la situación. No conocía a ninguno, y ninguno lo conocía a él. Optó por retroceder, mirándolos alternadamente, temiendo que fueran a atacarlo al verlo solo e indefenso.

-Vaya, inclusive a ti te considera una potencial amenaza- comentó Itachi con frialdad. Sin reflejar emoción alguna en sus facciones. Kakashi en cambio endureció la mirada, volvió a centrarse en Naruto y la actitud cohibida que ahora demostraba.

Naruto no sabía que pensar al respecto. Por un lado no estaba seguro de si aquel encuentro con Kakashi había sido real o solo alucinaciones. No tenía duda de que se habían encontrado, pero al perder el conocimiento le costaba hilar las escenas de lo acontecido después. Con el otro joven no podía bajar tampoco la guardia, lo había forzado a que lo besara y de no haber llegado Kakashi, las cosas posiblemente habrían avanzado para peor.

-Orochimaru-san...- murmuró y dio otro paso hacia atrás al ver que los dos muchachos avanzaban en su dirección. - ¡Orochimaru...mmh!- miró con temor al de cabello plateado que acababa de cubrirle la boca con una de sus manos. Naruto supo entonces que se encontraba en peligro. Cerró fuertemente los ojos, esperando afrontar el destino incierto que lo aguardaba.

-Asustaras a mis cachorros- le aclaró Kakashi, retirando poco a poco su mano. Naruto lo miró sumamente confundido al ser liberado. Momentos después los ladridos cobraron intensidad.

Una multitud de perros de caza se posicionaron delante de su amo, agitando la cola en señal de expectativa.

Itachi alzó una ceja inquisitivamente cuando dos de los perros más grandes comenzaron a ladrarle de manera amenazante.

-Saben reconocer a un enemigo a kilómetros de distancia- murmuró Kakashi, ensanchando la sonrisa, apenas un sutil pliegue bajo la oscura mascara. Naruto aguardó temeroso, viendo como la situación empeoraba cada vez más.

Fue un impulso el que lo llevo a interponerse entre los furibundos perros y su objetivo. De brazos extendidos se posicionó frente a Itachi.

-¿Qué haces?- lo cuestionó Kakashi, molesto, sin comprender el motivo de que el chico defendiera a quien había atentado contra su integridad física momentos antes.

-Podemos solucionar las cosas hablando, de veras- más que petición, era una súplica. Los perros mantenían la mandíbula fuertemente apretada, esperando la más mínima señal de su dueño para arrojarse sobre los intrusos.

Suspirando, Kakashi hizo sonar sus dedos. La jauría de perros corrió hacia él, sentándose a su lado, quietos y sumisos. Naruto miró la escena atónito. Asumiendo que aquel entrenamiento debió haberle tomado años.

-Eres mi protegido y sin embargo eres tú quien intenta protegerme a mí. Eres verdaderamente impredecible- ante las palabras de Itachi, Naruto solo atinó a sonrojarse. Ni él mismo entendía su propio comportamiento. Solamente sabía que no quería que se suscitara una disputa por su culpa. Usualmente buscaba soluciones que no implicaran la violencia de por medio, aun si era él quien terminaba herido. Lo hacía sentir bien de alguna extraña manera.

Un momento... ¿había dicho protegido?, ¿a que se refería con eso?

Volteó y ladeó ligeramente la cabeza hacia un lado, presenciando al apuesto joven confrontándose visualmente con Kakashi. Ambos sosteniéndose la mirada, diciéndose todo sin necesidad de palabras. El odio era perceptible y la sensación de incomodidad también.

Demons.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora