ELITE

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Últimos capítulos

Botella

—Mi vida se acaba de ir a la mierda.-se queja Lu, subiendo a mi auto- Joder, ¿qué haré?

—Puedo ir sacando dinero y hacemos una cuenta, para ustedes.- veo por el retrovisor mis amigos- Para ti y Valerio.

—Si papá se entera...- ella niega cerrando sus ojos-Por lo menos uno de los tres va a disfrutar de la herencia.

—Coño, ¿te desheredaron, miss México?- exclama Varela con sorpresa- Joder, con la suerte de mierda que tenemos.

En respuesta mi hermana sonríe falsamente y le muestra su dedo corazón, Ander y Guzmán ya lo sabían así que solo rien.
Manejo en dirección al antro, la oportunidad de que Lucrecia tuviera una buena vida sin nuestros padres se fue al carajo y todo por el miserable de Polo.

—Relájate un poco, hombre.- Guzmán palmea mi espalda- Pobre volante.

No contesto, solo suelto el aire de mis pulmones y estacionó el auto, todos bajamos y nos adentramos al lugar.

—Necesito una copa.- exclama Lu yendo directo hacia el barman- dame lo más fuerte que tengas.

—Creo que debería ir a cuidarla.- murmuro a los chicos- Y se supone que ella es la mayor.

—Siempre has sido tú la que los cuidas.- se burla Ander siguiéndome- A Valerio más.

—No me hables de ese idiota.- bufo viendo al nombrado abrazar a Cayetana- El muy pendejo no se ha disculpado.

—Tal vez tú deberías hacerlo.- dice - Él no le vendió a Carla.

—Si pero él dijo cosas feas.- hago un puchero- Vamos a bailar.

Mi novio vira los ojos pero me extiende su mano, rio y abrazo su cuello mientras él posa sus manos en mi espalda baja. Por su hombro veo a Guzmán abrazar a Nadia, sonrío, él merecía ser feliz después de todo. Diviso a mi hermana hablando bastante cerca de Christian, vaya.

—¿Qué haremos en vacaciones?- me interroga- No creo que podamos viajar.

—No, nos quedaremos y tú irás a las quimios.- hace una mueca y sus manos aflojan su agarre- Ni te quejes, yo aún tengo esperanza.

Su contestación no llega, su vista está en la entrada y siento como tensa su cuerpo, giro mi cara y ahí está, Polo baja lentamente las escaleras, se nota cohibido y avergonzado.

—¿Quién mierda lo invito?- exclamo hacia nadie