Capítulo 3

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Narra la narradora narrativa que narra la historia narrativamente:v

Las semanas fueron pasando, Carmen ya estaba integrada en el equipo y se llevaba bien con casi todos. Paul y Alex seguían sin hablarse, y ella había desarrollado una amistad especial con la otra defensa, Laura. Ambas podían pasarse horas y horas hablando de cosas como el anime, los deportes o como llevar a cabo otras jugadas. También había otras dos chicas de su edad, Verónica y Paula, pero no sé llevan muy bien. Esa semana, su hermana mayor iba a ir a visitarlos, y traería a algunos amigos. Carmen estaba emocionada, sobre todo por que iría a verla al partido que tenían ese fin de semana. Llevaban mucho tiempo entrenando jugadas para ese partido, y todos y todas estaban muy nerviosos. Era una liga en la que sólo podían jugar hasta los 13 años, así que Laura, que tenía 15, no jugaba. Pasaron los días y llegó el sábado, día en el que el autobús que el equipo había reservado pasaba a buscarlos, para dormir en un hotel todos juntos. Cuando llegaron, alguien que se trajo un altavoz y su móvil puso música. Después de bailar un rato, decidieron que era hora de entrenar un poco, pero su entrenador les dijo que era mejor que hoy descansaran un poco, para así tener toda su energía al día siguiente. Los padres llegaron una hora después y se alojaron el las habitaciones contiguas a las de los jugadores y jugadoras. Y una vez deshecho el equipaje, bajaron a pasear por la playa. 

¡Hey Alex! - dijo Pau

¿Que qui- le fue a responder Alex, pero un montón de agua en su cara se lo impidió.

¡Pau te mato! - le gritó, persiguiéndolo.

Todos los que estaban ahí se reían mientras contemplaban la escena: Pau, que le sacaba dos cabezas a Álex, corriendo mientras esté lo perseguía para empaparlo.

Cuando Alex lo pillo, empezó a mojarlo con agua del mar, mientras ambos se reían como locos. Después de eso fueron a cenar y al hotel. 

Al día siguiente, cuando se despertaron ya era hora de desayunar, ponerse el chándal del equipo y marcharse. Tenían que hacer media hora en bus hasta el pabellón, que estaba en las afueras de la ciudad, y estar vestidos quince minutos antes del partido para calentar. Cuando llegaron se fueron directamente a los vestuarios a cambiarse. Todos los allí presentes estaban nerviosos, y se les notaba a kilómetros. Su primer rival era el anterior ganador de la copa oro. Pero, pese a los nervios, todos estaban contentos e impacientes por salir a jugar. Se cambiaron y fueron a la pista, dónde ya había terminado el anterior partido, para calentar. Comenzó el partido. Estuvo muy reñido, pero lograron empatar 1-1. Cómo habían empatado, ahora tendrían que tirar penaltis. Los elegidos para eso fueron Alex, Marta y Noe. Eran los tiradores con más experiencia del equipo, ya que eran los que más tiempo llevaban. Lanzaron una moneda para ver quién empezaba tirando. Empezaban los otros. Salió a tirar su capitán. Parada de Pau. Turno de Marta. Parada del otro portero. Turno del otro equipo. Parada de Pau. Turno de Noe. Parada del otro equipo. Turno de los otros. Parada de Pau. Eso significaba que si Alex metía gol, ganaríamos. Si no, habría que seguir tirando. Turno de Alex. Cogió la pastilla desde el medio campo, como se hace en los penaltis. Se dirigió regateando hacia la portería. Parecía que iba a tirar por la derecha, pero en el último segundo, tiro por la izquierda. Gol.

POV Carmen.

No me lo podía creer.¡Habíamos ganado el partido contra los primeros de la oro del año pasado! Alber abrió la Berja que nos separaba de Alex y Pau, pero nosotros ya la habíamos saltado. Antes de que llegáramos a felicitarles, vimos algo que nos dejó sin aliento. Los dos (Alex y Pau) se habían quitado el casco, y estaban besándose. Alguien detrás de mí gritó ¡Que vivan los novios! Todos nos echamos a reír. Fuimos a los vestuarios con unas sonrisas tan grandes y tan brillantes que le hacían sombra al mismísimo Sol. Cuando nos cambiamos, estuvimos un rato por los vestuarios. Queríamos aprovechar hasta el último segundo del día. Cuando ya no quedaba nadie de otros equipos, y del nuestro solo estábamos Alex, Pau, Marta y yo, se nos acercaron cuatro del equipo al que habíamos vencido ese día. Tenían los palos en la menor, y una cara no muy amigable que digamos. Nos asustamos y juntamos nuestras espaldas como para sentirnos más seguros. Cuando nos intentaron pegar con los palos, Marta duo un paso al frente y se encaró al que iba a pegarla, dándole un puñetazo en la nariz. Después de ver esa actuación, se nos quito el miedo. Marta y Alex peleaban contra uno, mientras que Pau y yo peleábamos contra los otros dos. Uno de ellos, al que Marta había noqueado al principio, se levantó y la golpeó por detrás. Iba a hacer lo mismo con Alex, pero le callo un plazo en la cara. ¡Eran Noe, Verónica y Paula! Tenían también nuestros palos, y nos los dieron. Cuando los hubimos dejado a todos fuera de combate, Alex, Noe, Verónica y Paula fueron a llevar a Marta con los padres y madres. Pau y yo recogimos los palos, y, cuando nos disponíamos a irnos, uno de ellos se levantó con la intención de pegar a Pau el la espalda con su palo. Yo, por instinto, salte y lo empuje a un lado. Fallo el golpe, pero a cambio le dio a una taquilla de metal que había detrás de mí. La taquilla callo en mi espalda, aplastando mi columna. Lo último que recuerdo es a ese tío huyendo y las sirenas de una ambulancia, mezclados con los gritos de mis padres y amigos.


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⏰ Última actualización: Apr 24, 2020 ⏰

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