Capitulo 2

6 1 0
                                    

POV Paul

Este es mi segundo año en el equipo de hockey de León. Me dijeron que hoy entra una chica nueva, un año más pequeña que yo. Estoy llegando al pabellón donde entrenamos siempre, y no hay ni un alma. Supongo que me tocará llamar a Álex. 

En llamada

Paul. Oye Álex tío dónde estás que ya son las cuatro y no hay nadie coño.

                                        Alex. Estoy llegando  no te desesperes

P. Vale bb.

                                      A. Perdón Pau. Estoy llegando, nos vemos

P. Cha-- 

En fin, parece que Alex se ha enfadado conmigo. Tendré que disculparme con él cuando llegue.

Al cabo de unos cinco minutos, Alex; su hermana, Marta; y su mejor amiga, Noe estaban allí. Las chicas no se dieron cuanta de que Alex no me hablaba, pero a mí me dolía, ya que era mi mejor amigo, y, además, la persona que me gustaba. Unos diez minutos más tarde llegó una chica que no conocíamos, pero seguro que no era la nueva, ya que sería de nuestra edad o más. 

¿Son aquí los entrenamientos de hockey línea de León? - pregunto ella

Si, ¿Por qué? - le respondí yo.

Entonces, ¿Sois los del equipo? - volvió a preguntar, aún sin responder a mi pregunta

Si - contesto Alex.

¿Quién eres tú? - pregunté 

Soy la nueva - respondió

Quedé sorprendido, era altísima. Era casi más alta que yo, y mira que es difícil. Después de presentarse, llegó nuestro entrenador, Alberto, aunque todos le llamamos Alber. Abrió y empezamos a cambiarnos. Marta y Noe hablaban con Carmen, la nueva. La verdad, ella no parecía muy agusto con ellas, así que decidí acercarme a hablar con ella. 

¿Me ayudas a ponerme las espinilleras, porfavor? - le pregunté. 

Ella me dijo que si, y, la verdad, si que sabía poner las espinilleras bien.

¿Tu antes eras de otro equipo o algo? - dije yo

Pues... La verdad es que si. - me contestó ella.

WoW, eso sí que no me lo esperaba. Supuse que sabía jugar, así que indagué más y descubrí que es defensa, aunque sabe atacar, y tiene una buena ofensiva. También descubrí que no le gustan los chupones ni los piscineros, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo. Al final con las presentaciones empezamos a entrenar a las cuatro y media, es decir, que solo nos quedaba una hora y media. Ese tiempo pasó volando, más que nada por qué hicimos partidos, cosa que a todos nos gusta. Y la nueva si que lo hacía bien. Cuando la ponían de defensa no se colaba ni una pastilla, y en sus ofensivas era letal. Intercambiamos números y la metimos en un grupo con el resto del equipo. 


Espero que os haya gustado, iré subiendo los capítulos como una vez o dos al mes.


L@s chic@s del club de hockeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora