Forever And Always | MI NOVIO COREANO [+18] [🖇] ©

8.

Narra Suk:

Estaba Tn encima de mi con sus suaves piernas alrededor de mi cintura. Empecé poco a poco besando sus suaves y envidiables labios, me dirijo al lóbulo de su oreja y lo mordí levemente, bajé y empecé un camino con mi saliva por su cuello tan hermoso y delicado que pronto estaría lleno de mis marcas.

Meti mis manos debajo de aquella blusa blanca suelta y llegue a sus senos, los empece a masajear lento y con cuidado, hasta que aprete uno un poco más fuerte.

-Ahg~ Aquella soltó un gemido.

Sin darme cuenta esta había empezado a mover sus caderas lentamente sobre mi miembro ya erecto, yo solo me dedicaba a soltar algunos jadeos.

Despues de un tiempo ambos íbamos perdiendo las prendas, lo único que nos cubría era nuestra ropa interior.

La levanté y la puse contra la pared, le quite aquel brasier con encaje de un color negro que me encantaba, me acerqué y empecé a lamer y mordisquear sus senos, ella simplemente era un mar de gemidos.

Me aleje y la baje, le quité la única prenda que ahora podría cubrirla mientras que quitaba mis boxers.

—Te sientes lista? —Pregunté mirándola a los ojos.

-Ah~ Hazlo. Estaba realmente excitada y podía notarlo.

Yo sin más la levante y abrí con cuidado sus piernas, metí mi miembro con cuidado, no era nuestra primera vez juntos, pero trataba de ser siempre tan cuidadoso como si fuera la primera vez.

Había entrado, me quede un momento quieto y empecé con embestidas lentas, esta puso su cabeza en mi hombro y escuchaba atento sus gemidos que eran música para mis oídos.

—Suk.....Ahhh....mas rapido....ahh...mas.

Dijo ella entre gemidos y yo sin más la embestia con velocidad teniendo de respuesta casi gritos de placer mientras ella me rasguñaba yo mordia y hacia chupones por su cuello.

Tiré todo lo que había sobre la cama y la acosté delicadamente sobre ella, seguí embistiendola poniendo mis manos al lado de su cabeza.

—Suk ahhh~ m-me voy a correr dijo ella entre gemidos.

—Debes esperar un poco más. seguí embistiendola con rapidez

Estar dentro de ella era la sensación más exquisita, bastaron unas embestidas más para que ambos llegáramos a nuestro preciado orgasmo.

Caímos rendidos en la cama, ella posaba su cabeza en mi pecho mientras jugueteaba con mi cabello.

La besé y le dije:

—Que tengas buenas noches la abracé por la cintura.

—Te amo. -Dijo esta con su respiración agitada-.

-—Yo te amo más. -Besé su frente-.