Estrellas, estrellas, ¿Qué decirles de mi versión?
Me considero afortunada, ya que la pena del mundo no ha llegado a mi puerta, y más que aburrimiento o ansiedad no he tenido que soportar.
Pero creo que ustedes me entienden más que nadie en mi familia y nos hablamos acerca de la impotencia.
Ese dolor, esa pena. Sentir que el mundo se derrumba, que todo cae a tu alrededor, pero que no puedes contra ello. Que luchar contra un enemigo invisible no dará frutos.
Agradezco el bien de mis seres queridos más cercanos, lo admito. Me regocijo en el hecho de que mi familia está bien.
Porque soy egoísta, porque aún si la pena me embarga y al mundo ajeno, mientras la gente que amo esté bien, podré sonreír para ellos.
Lo admito, si lo ves bien es detestable. ¿Cómo observar el sufrimiento ajeno y no interesarte completamente por este? ¿Sintiendo no más que una simple pena? Supongo que es más acerca de la forma natural de los seres humanos que otra cosa, una triste realidad.
Somos egoístas, somos humanos. Nos manejan los deseos, los gustos, los sentimientos y los temores. Amamos y odiamos, reímos y lloramos, pero es difícil que causen un sentimiento real si no es alguien que esté a nuestro lado.
Ya sabes, esas reacciones reales. Que atraviesan tu alma, en carcajada, en lágrimas, para bien o para mal, los seres queridos siempre van a tocar nuestro corazón como la primera vez. Aquella en que se volvieron seres queridos.Queridas estrellas, temo de mi misma, y del egoísmo que tengo dentro.
Pero temer por mí misma es aún más egoísta, ¿Verdad?
Y por el maldito dilema que me persigue, prefiero distraerme de la incontestable duda. Ayudando cuando me es posible, y de todas las formas.
Es un gusto ayudarlas a ustedes, entonces, regalándoles lo que puedo.
No es lo mejor, eso no lo prometo. No creo ni que los mejores escritores que alguna vez hayan tomado una pluma puedan afirmar su calidad como la superior.
Sin embargo, es mi intento, mi mayor deseo es calmar su llanto, y permitirles el tan ansiado sueño.
Así que, ahora sí, espero que mis humildes relatos sean capaces de aclarar su llanto.
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Cuaderno de Trabajos
AcakEl virus del Covid-19 causó pánico mundial, logrando que ciudades, provincias y países enteros se detuvieran en todos los sentidos. Enfocados en nuestro sufrimiento, los humanos no nos detuvimos a pensar en el sufrimiento ajeno, mucho menos en la...