Tiempo

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Se encontró con el tiempo y le preguntó la cuestión que siempre había querido preguntarle si alguna vez tenía oportunidad:

-¿Por qué olvidas?

Tiempo la miró y esbozó una sonrisa ladeada. Casi sarcástica. Como si sus labios hubieran formulado la más estúpida de las preguntas.
Y el tiempo habló:

-Venganza- se miró las uñas con soberbia para después fijar sus enormes y viejos ojos sobre ella.
Lo que escuchó entonces, fue Tiempo hablándole dentro de su mente, porque la historia que le contó fue tan importante que hubiese resultado un completo desperdicio si la hubiese contado como se cuentan las demás historias:

"Me encerrasteis en una jaula y tirasteis la llave. Me limitasteis cuando era indefinible. Quería ser invisible y me atasteis a relojes;  mediéndome en segundos, minutos y horas, y después en días, meses y años. Pero quizá vuestro mayor error fue ligarme a recuerdos.
Tomé la decisión hace tiempo de distorsionarlos, de alterarlos y edulcorarlos, e incluso borrarlos, para que irremediablemente cometierais los mismos errores una y otra vez. Para que en esos errores os perdierais a vosotros mismos tal y como yo me perdí buceando dentro de vuestra mente. Intentando buscar la llave de la jaula, aquella que tirasteis al mar de los recuerdos. Nunca he logrado encontrarla".

Tiempo salio de su mente al mismo tiempo que una pequeña corriente eléctrica pasó a través de ella.
Sonrió con desdén antes de pronunciar sus ultimas palabras:

-Es una simple venganza.

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