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11:00 a.m

Despertar en una cama vacía no es un sentimiento del todo alentador.

Apagué la alarma que seguía martillando mis oídos y me levanté a tomar una ducha. El aroma a eucalipto de mi shampoo inundó la habitación. En verdad era un olor muy relajante.

Terminé de arreglarme y me dirigí a la puerta de entrada. Me puse zapatillas y monté mi bicicleta para ir a trabajar. El aire comenzaba a ser más frío, pronto vendría el invierno.

Al llegar, los porteros me recibieron con una amable sonrisa. Les devolví el gesto y subí al ascensor. Entré a mi oficina y me enfrenté con la gran pila de trabajo en mi escritorio.

-Parece que hoy me quedo hasta tarde de nuevo.- Susurré para mi misma.

Conecté mi teléfono a la bocina y subí el volumen al máximo. Everybody wants to rule the world comenzó a reproducirse.

Mis pies se movían al ritmo de la música mientras trabajaba. Alguien irrumpió estrepitosamente en mi oficina.

-¡EunJi, baja el volumen!- MinYoung estaba furiosa.

-Lo siento.- Puse en pausa mi lista de reproducción.- ¿Que pasa?-

-No se si lo recuerdes, pero tenemos una reunión.- Hizo una pausa esperando a que reaccionara.- Ahora.-

Tomé mi abrigo y me levanté rápidamente.

-Lo hubieras dicho antes.- La empujé fuera de la oficina para ir a la sala de reuniones.- ¿Hay un nuevo proyecto?- Pregunté mientras caminábamos a paso apresurado por el pasillo.

-Parece que cambiaron al modelo de el próximo mes, tendrás que rediseñar todo.-

-Más trabajo, genial.-

-Sabes que prefieres estar aquí que en casa.- Me codeó ligeramente.

Por fin llegamos a la sala. Hice unas cuantas reverencias al entrar, todo el mundo ya estaba ahí dentro.

-Bueno, ya que la señorita Choi por fin se dignó a venir, podemos empezar.- La editora Seo me miró con desdén.- El nuevo modelo es un empresario aparentemente importante.- Dijo mientras miraba sus notas.- La sesión de fotos es dentro de una semana. Choi, quiero que te reúnas con el señor Jeon antes de eso, preséntale tus ideas para la portada.-

-Está bien, pero...- Ladee mi cabeza ligeramente.- ¿Quién es el señor Jeon?-

Toda la sala suspiró ante mi pregunta.

-Si no fueras una buena diseñadora te habría despedido hace mucho tiempo.- Frotó sus sienes.- El señor Jeon es el empresario, el modelo de el próximo mes ¿Ya lo entendió o se lo explico con dibujos?-

Reí un poco incómoda.

-Lo entendí.-

-Quiero al menos diez ideas para la portada para hoy.- Mi boca se abrió exageradamente.- Las quiero antes de las 12:00 a.m.- Antes de que pudiera reprochar dió por terminada la reunión.

Diez ideas. Para hoy. Estoy frita.

-Suerte amiga.- MinYoung me dedicó una sonrisa incómoda antes de abandonarme.

Apenas llegué a mi oficina busqué el apellido Jeon en el navegador. Al contrario de las imágenes en mi cabeza, era joven y guapo.

Trabajé frenéticamente todo el día hasta por fin haber completado mis tareas. Se las envié a la editora tan pronto terminé y salí prácticamente corriendo de la oficina.

La recepción estaba oscura y apenas pude salir sin tropezarme. El viento del exterior estaba helado, suerte que tenía una bufanda en mi bolso.

Las luces de la calle me ayudaron a no tener un accidente en la bicicleta. Llegué a casa a salvo. Un auto negro estaba estacionado frente a la entrada.

-Al parecer ya llegó.- Dejé mi bicicleta a un lado de el auto e ingresé la clave de la puerta.

Las luces se activaron por el movimiento y comencé a desatar las agujetas de mis zapatillas. Tuve que mover la mano para que las luces se encendieran de nuevo. Me coloqué las sandalias de casa y caminé perezosamente hasta la cocina.

El ramen instantáneo se había acabado y no había nada en el refrigerador. Iba a conformarme con una fruta pero noté que había una caja de pollo frito sobre la mesa. Había una nota.

"En caso de que no hayas cenado."

Al menos es considerado.

Comí algunas piezas antes de guardar la caja en el refrigerador. Hice una bola con la nota y la tiré al bote de basura. Subí las escaleras mientras me quitaba los aretes.

La cama ya estaba adornada con un bulto debajo de las sábanas. Decidí que era mejor idea no despertarlo.

Me adentré en el baño para encontrarme con un desastre.

-Al menos podría recoger su ropa.-

Puse el traje negro en el cesto de ropa sucia y me cambié. Terminé por fin de arreglarme para dormir y apagué las luces del baño.

-Hola.- La luz de la mesa de noche se encendió.

Sus ojos estaban entrecerrados y su cabello desordenado. La sábana ya no cubría su desnudo torso, tenía una vista perfecta de sus esculpidos abdominales.

-¿Te desperté? Lo siento.- Me quité las sandalias y subí a la cama con el.

-¿Otra vez te quedaste atascada en el trabajo?- Apagó la luz de nuevo y se recostó con la vista fija en mi.

-A la editora Seo le gusta explotarme.- Cubrí mis ojos con un brazo.

-Ya veo.- Puso un brazo en mi cintura y me apegó a su torso.- Come bien, cada día estás más delgada.-

A veces las cosas eran así, a veces en verdad parecía preocuparse por mi. A veces parecíamos una pareja de verdad.

-Lo intentaré.-

-Vamos a dormir.- Fortaleció su agarre.- Buenas noches EunJi.-

-Buenas noches SeoJoon.- Disfruté de su masculino aroma antes de caer dormida.

Quisiera que todos los días fueran así, que me tratara como su esposa y no como una simple compañera de casa.

Pero no podía esperar nada más, al fin y al cabo era un matrimonio arreglado.

Fallen Star. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora