Charla

5 1 0
                                    

Entró una dama morena, de cabello azabache y hermosas curvas. Él tembló cuando la vio.
-¿Qué haces aquí?- El hombre sudaba de los nervios
-¿Qué te parece que hago?- Dijo tranquilamente.
-No, imposible... El hilo de voz rogaba que los hechos cambiaran
-Me sentaré a esperar, a alguien me tengo que llevar hoy
-No te llevarás a Karina
-¿Seguro?- La Muerte sonrió desafiante
-Ella... Ella está indecisa- El angel temblaba de impotencia
         ******************!******
Karina estaba tirada en el suelo pensando que había una forma de aliviar el dolor de las patadas, los puñetazos, y del corazón. Existía una fórmula al alcance de sus manos: Una pistola, una bala y su puntería hacia el corazón; hacer un pequeño hoyo en un organo vital, con eso bastaría.
El atormentador de sus pensamientos estaba ahí durmiendo en la cama, sedado por el alcohol y el extasis de los puños repartidos por el cuerpo de su hermosa novia.
****
La muerte se dirigió a Karina y le susuró algo al oído. El ángel no podía protegerla de una dama poderosa. Karina se dirigió a la cama de su novio y la muerte tomó suavemente su mano para apuntarle a su agresor. Karina pensó que había otra forma de aliviar el dolor de su cuerpo pero decidió que ya no sería a costa de su vida.

-Me voy. Ya tengo lo que quería.
-¿Has perdonado una vida?
-No. ¿Sabes? La policía llegará dentro de poco, los vecinos han oído el disparo, llevátela y haz bien tu trabajo esta vez. Protégela. Y espero que nos veamos dentro de mucho tiempo.

La muerte se fue. El angel le dijo a Karina que era hora de un cambio. Se fueron y el la protegió.

Cuento pequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora