Capitulo 3

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El día estaba nublado, pero, sorprendente mente ese día su buen ánimo estaba impecable, todo aquel que medianamente lo conociera sabía que estaba distinto, radiante. Acusa de la falta de su maestro de química, se encontraba con su mejor amigo comiendo sándwiches que la madre del chico de hoyuelos le había enviado, en las graderías del campus. Mientras el silencio reinaba a lo lejos pudo ver como un grupo de chicos junto con su maestro empezaban estirar con las debidas indicaciones.

-¿Ahora te gustan las menores?-. Bromeo su amigo al notar que él, se encontraba contemplando lo que hacia el grupo a la lejanía.

-No molestes Nam, por lo menos no me gusta un chico con complejo de diva-. Por aquel comentario recibió un golpe considerable en su brazo.

-Ten cuidado con lo que dices, Lil meow meow- Y aquel apodo de su infancia hizo al pianista devolverle el golpe a su amigo, cayendo finalmente un escalón más abajo, juntos y riendo.

- Mama me mataría si se entera que dejamos caer los sándwiches-. 

Después de unas cuantas bromas más y hablar sobre sus clases, Namjoon opto por recostarse usando su maleta de almohada aprovechando la sombra que arboles les otorgaba, Yoongi estaba a punto de hacer lo mismo cuando noto que entre el grupo que trotaba, más atrás estaba su alumna, Rose. La artista culpable de que la noche anterior no pudiera consolidar su sueño tan rápido como es habitual. No sabía desde hace cuánto llevaban corriendo, pero, por lo que pudo notar estaba cansada y demasiado pálida. Le siguió el recorrido con la mirada viendo como cada vez la chica lucia más exhausta. Si lo vieran dirían que era un pervertido, pero aquella no era la formaba como miraba a Rose. En la tercera vuelta ella prácticamente corría sola, la mayoría de su salón le llevaba buena ventaja y aunque no era un experto en deportes sabía que algo andaba mal y no se equivocó.

Se había desmayado, cayó en el suelo y en ese instante sus pies de forma impulsiva bajaron las escaleras y corrió hasta la chica. En el momento en que llego una tercera voz grito.

-¡Profesor, Rose se desmayó! -. La dueña de esa voz no tardó en llegar para besar la cabeza de la chica, ignorando la presencia del mayor. 

–Niña terca, te dije que debías come.... Espera, ¿tu quién eres? – dijo percatándose al fin de la presencia del mayor. –¿Sabes qué? Eso no me importa ahora-.

En ese momento un acalorado maestro llego donde ellos, aquel hombre era el típico estereotipo de maestro de física, gordo. –Hay que llevarla a la enfermería-. Dijo el maestro acercándose a la chica

-Yo lo hago-. Sus labios se movieron por si solos y sin esperar respuesta de los contrarios tomo a la inconsciente chica en brazos, alejándose de los que querían simplemente averiguar chisme. Corrió lo más rápido que sus pies se lo permitieron, al llegar a su destino dejo a la chica en una camilla y una enfermera no tardó en llegar.

-¿Qué nece...?-. La pregunta de la mujer quedo en el aire al fijarse en el cuerpo en la camilla. –Rose! Cariño- con rapidez fue por unos paños con agua posándolos en su cabeza.

 –Pronto despertara, gracias por traerla chico lindo. - Aquello definitivamente sonrojo a Min Yoongi, pero eso no evito que preguntara algo que carcomía su curiosidad.

- ¿Usted es pariente de ella...?- 

Dijo sin apartar la mirada de la chica, y aquello no pasó desapercibido para la mujer. –No, pero lo considero así. Su abuela fue a la misma universidad que yo.- En esos momentos un chico que aprecionaba su estómago con fuerza entro a la enfermería.

-¿Chico lindo, podrías ponerle cuidado mientras atiendo al otro paciente? Cuando despierte es probable que vomite, ahí está una cubeta por si llega a pasar-.

 Y antes de irse apretó la mujer las pálidas mejillas del joven, que a causa de la fuerza usada hizo que estas se enrojecieran. Tal vez 5 minutos después tal como la enfermera dijo la chica despertó y su respingo en sentarse rápido no tardó en aparecer, asustado Yoongi fue por la cubeta y lo único que mano su libre opto por hacer fue sostener su cabello acariciándolo con su pulgar, aquel comportamiento no era común en él, pero, en realidad no reflexionaba en lo que hacía. Cuando la chica termino le sorprendió que el vómito fuera tan... claro. Le acerco un vaso de agua que vio en la mesa que se encontraba ahí y llamo a la señora encargada. La mujer no tardó en llegar y al ver la cubeta abrió exageradamente sus ojos.

-¡Niña irresponsable, aunque te cueste debes madrugar más para alcanzar desayunar, llamare a tu abuela y créeme que esto no le gustara.- y justo como si la vida se encargara de recordarle lo despistada que era, la chica del campus apareció, sudorosa y cansada.

-Maldito viejo gordo, no quería dejarme venir- dijo escandalosamente la chica para luego acercarse a rose. – Y TU!, de verdad que a veces pienso que me vas a sacar canas. - dijo acercándose a su amiga con intención de pegarle, pero una mano en su hombro la detuvo.

-Creo que no deberías hacer eso ahora-. Y por segunda vez, Rose se dio cuenta de la presencia del pálido muy tarde y se quedó atónita. 

–Rose, quien es este tipo que parece muerto y por qué se hizo el príncipe con tigo.- y con eso, el cerebro de Yoongi se quedó en pausa, viendo como la chica de cabellera negra movía sus manos hablando en... lenguaje de señas. Aquello hizo que cayera sentado en una de las sillas de la sala.

-"Es mi maestro de piano, no sé qué hace aquí."-. Dijo ella con rapidez y nerviosismo. Y en eso la otra joven movió sus manos de igual forma.

-"No sabía que... bueno tu sabes".- Dijo la castaña moviendo sus manos, no era necesario pero sin embargo no deseaba que el extraño supiera de que hablaban.

-"Normalmente se enteran sin que yo deba informar, es nuevo como maestro por lo que se y no recuerdo bien, pero alguien de la clase dijo que estaba en último año".

-Bueno, príncipe, se acabó tu show, es hora de ir a clase. - dijo la amiga de Rose para que, se fuera. –No, déjalo aquí, el la trajo. Tu eres quien debería irse cariño-.

-Pero señora Kang...- reprimió

-Nada de peros, tus notas no son las mejores y lo sé. Pero como las quiero, en mi oficina hay pasteles. Tomalos todos ya que Rosie no puede comerlos. - La chica le saco la lengua a su amiga y Rose hizo lo mismo, cruzándose de brazos formando un tierno puchero para los ojos de Yoongi. Un rato después de la chica al irse, la enfermera les trajo a ambos burritos de pollo

-Fíjate que coma, chico lindo. - La enfermara se fue no sin antes guiñarle el ojo a Rose provocando una mirada de fastidio en esta. Poniendo el burrito a un lado, se paró de la cama y Yoongi estuvo a punto de reprocharle, pero la mirada fría que ella le dedico lo hizo arrepentirse de sus palabras. Ella saco un cuaderno y un bolígrafo de su mochila para volver a su lugar anterior y escribir en el papel.

"¿Porque sigues aquí? " leyendo lo que el papel decía, Yoongi la miro nervioso y sin duda se dio cuenta que la caligrafía de su estudiante era preciosa. –Soy tu profesor, debo preocuparme por mis alumnos-. Se recrimino por lo idiota que eso había sonado, a pesar que le daba clases a la chica, no era un profesor con todo el peso de la palabra. Tan solo era un joven dando clases, tal vez aquello no se podía calificar como profesor. En el momento que Rose iba a volver a escribir en el papel, una elegante mujer atravesó las puertas del lugar, haciéndolo entender que ya era hora irse de ahí.

Entre blanco y negro | YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora