Trémula llama que ilumina mi pieza,
el olor a incienso y paz me descansa;
las sombras dudosas y con tristeza,
ya no dudan, no lloran, no reclaman.Perfume de otros vuelos, de otra vida,
húmedas sábanas revueltas y saladas;
pequeñas manchas de sutil alegría,
con evidente ilusión salpicadas.Escritos que se pierden en la vastedad
de estrellas, de la cama constelada;
muestras de cada matiz de ansiedad
que despierta emociones indeseadas.Así el cuadro de silencios multicolor,
se levanta entre purpúreas sábanas;
despliega "la solemne resignación",
obra intensa de promesas plagada.Algunos lloran, otros ríen con delirio,
el cuadro impresionista no se calla:
la expresión máxima, el suicidio,
es bellamente inmortalizada.