Son los sucesos del capítulo anterior (21) desde el punto de vista de los perros relatados por ROP:
Anka estaba en el patio jugando con Oliva a tirar del palito. (Un perro en cada extremo mientras forcejean para hacer ejercicio) estaban muy felices por los resultados de la operación de la noche anterior. y ese juego era una buena manera de expresar toda su alegría y disipar energía. También la ladra estaba muy animada festejando, mandando saludos y felicitando a Anka que amaestró a los apestosos gatos para que ayuden a repeler a la peste, se le otorgó un nuevo rango: Anka Encantadora de Gatos, era la primera vez que se le otorgaba a un perro esa condecoración. Nunca un perro soñó con comunicarse con un gato. esos pequeños pasan la mayor parte del día durmiendo y el resto peleando entre sí. Son unos inútiles.
Lili dio de comer ricos coquitos y se preparó para salir, Anka intentó comunicarse con ella en código orejas pero no entendía, la veía preocupada por papá, así que se limitó a apoyar sus dos patitas sobre ella y lamerle la cara para consolarla. Lili dejó salir a las mascotas al patio, cerró la casa y partió. Anka le pidió ayuda a Olivia para poder saltar la reja para así poder ir a ver a papá. A Olivia no le gustó ni un poquito la idea, pero la ayudo porque estaba muy alegre, pero con la condición de que sería un viaje rápido, que volvería antes de que llegue Lili al hogar, Anka Saltó la reja con la ayuda de Olivia, y corrió como rayo para ir a ver a papá, en las calles la humanidad estaba todavía limpiando ratatones que habían quedado sin vida en el suelo. Llegó al lugar donde estaba papá, lo saludó, olfateó el aire y le contó que los medallones que estaban sirviendo eran de rataton "que rico" pensó la perra y se le hizo agua la boca. Jonatan después de escuchar eso se puso nervioso y comenzó a hacer un escándalo. Anka volvió a casa corriendo para avisarle a olivia que Jonatan estaba bien. cuando llegó continuó jugando con Olivia a tirar del palito.
Lili estaba cerca del hogar, Anka y Olivia sentían su angustia de lejos y se prepararon para recibirla con toda la alegría que pudieron para subir su ánimo. Abrió la reja del pasillo y se abalanzaron sobre ella, pero su alegría genero el efecto contrario al deseado, con fastidio las apartaba mientras se abría paso hacia la puerta de entrada con paso firme, era hora de servir los "Ricos coquitos" de la noche. Las perras estaban al pendiente de ella, querían subir su ánimo, Anka lamía su cara cuando estaba arrodillada sirviendo los ricos coquitos pero no hizo mucho efecto, Lili se quedó con ellos hasta que terminaron de comer, tomó al gato malhumorado y se encerró con él en la habitación. Las perras no quisieron interrumpir y se pusieron a jugar entre ellas sin hacer mucho escándalo, todavía quedaba mucha energía para festejar antes de que la ladra anuncie una misión para Anka:
—La ladra solicita ayuda, proveedora humana nos va a abandonar en poco tiempo y necesitamos relevo. Es importante para los perros salvajes del bosque que proveen soporte y hacen tareas de reconocimiento.
Olivia conocía a la persona que estaba por partir, era la señora que adoptó a Anita —¿Cuánto tiempo tenemos?— consultó Olivia mientras ideaba un plan.
—Depende de ella, no podemos precisar. Necesitamos pronta acción para que alguien la supla. Partida inminente.
La perra diplomática observó a Anka y resolvió—En unos días vuelve nuestro proveedor y enviaré a Anka para que se encuentren y comiencen las negociaciones humanas
A Olivia le resultaba muy conveniente esta situación para moderar el uso de las orejas de Anka, la ladra después de todo seguía siendo un secreto para los humanos y el mal hábito de las orejas los podía poner en peligro. Era buena excusa para aprender a dosificar la comunicación y al mismo tiempo ayudar a la ladra.
Pequeño relato apócrifo 2E22•23 relatado por ROG
Lili y Hitokiri estaban encerrados en la habitación. Nuestro señor shogun no quería mostrar todas sus penas. Lili le contaba al gato malhumorado que extrañaba a Jonatan mientras este la amasaba. Le contaba que Jonatan estaba fuera de peligro, pero le costaba dormir si no lo tenía cerca.
Hitokiri no la escuchaba, no le importaba cómo se sentía su esclava, la amasaba para descargar todas sus frustraciones, amasaba enterrando toda emoción que lo angustiaba, necesitaba enterrarlo todo y seguir adelante para reconstruir el nuevo mundo.
Enterrar amasando no era suficiente, él necesitaba hablar.
Le contó a lili todo lo que sentía, ella miraba al gato angustiado y lo abrazaba, no entendía lo que le pasaba, pero era innegable que "Nuestro gran dios rey gato" estaba sufriendo. Lili lo contuvo como pudo y ya sin lágrimas, ambos agotados, se fueron a dormir. No hay necesidad de contar lo que se dijeron, si han seguido la historia ustedes entenderán como se sienten.
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No somos tus mascotas
AdventureEs la continuación de "La inverosímil aventura de las mascotas del hogar" Toda gran historia deja secuelas, y desde ese punto hay que seguir adelante.